“Tengo un regalo para ti, tu amado esposo te da el honor de morir en mis manos … ¡Ahora solo desaparece! ”— ¡Nooo!..— grito Mónica temblando de miedo, a su alrededor estaba oscuro, las luces habían sido apagadas lo que aumento su miedo por el desagradable sueño que tuvo en ese momento pensó que nadie se había quedado a su cuidado y estaba bien para ella dado que el dolor en su interior aún no se había calmado y no quería ver a nadie, pero también era cierto que en ese momento de debilidad le hacía fata un gran abrazo que le dé calidez. La espera no fue larga, en ese instante una persona ingreso a la sala y prendió las luces, no lo esperaba, pero era Crisst quien había venido a verla, su corazón se agitó y lloró de agradecimiento, pues ante tanta desolación al menos una persona estaba pendiente de ella, aunque no lo conocía de hace mucho para Mónica esa muestra de atención era muy valioso mas aún en esa Ciudad en la que se encontraba completamente sola. — Cleiya, ¿Estás bien?, preg
Agustín se encontraba en el Palacio Oeste, recorrió el camino desde su oficina hasta la habitación de Mónica, al entrar vio que efectivamente se encontraba acostada no sabía qué sentimientos surgían solo un tipo de satisfacción extraña. Todo pasaba inadvertido hasta la presencia de Agustín lo que este aprovecho, así que sin pensarlo mucho cogió la muñeca izquierda que se encontraba más cerca y colocó unas esposas uniendo el otro extremo con una cadena que sacó de la parte más alta de la cama la cual estaba unida como si fuera parte de aquella cama de metal, aquella cadena era un tanto gruesa de una extensión no muy larga suficiente solo para llegar a los lugares que debía. El sonido de las cadenas hicieron despertar a Mónica al ver la intenciones trato de reaccionar, pero era demasiado tarde, ahora estaba prisionera en aquella habitación. — ¡Pero tú…! ¿Acaso te volviste loco? ¡Qué rayos estás pensando! — ¿Crees que te dejaré huir? No soy tan ingenuo, ahora vivirás aquí sin que nad
Agustin la observaba y aquellos ojos con la que una vez lo veía con dulzura y amor se habían esfumado, fue en ese instante que se preguntó que es lo que había sucedido para de un día se convirtieran en lo que son actualmente, era difícil de discernir cuál fue la causa, pero no tenía marcha atrás sentía que no había solución a la relación que ahora llevaban, aunque en el fondo y después de todo lo que se dijeron Agustin recordó que todo su plan fue porque no quiso perder a las dos personas que consideraba mas importantes para él, pero todo cambio cuando regresó a Beirgen, pues se dio cuenta de que no era del todo. cierto porque sentía aún ese amor infinito por Lybia como cuando eran jóvenes y fue eso el que determinó que sus prioridades cambiaran y viendo de otra perspectiva mas calmada Mónica significó un estorbo porque su tiempo se dividía de alguna manera lo que lo ponía de malas, pero a pesar de todo Agustin aún mantenía un cariño por Mónica porque los sentimientos que mantenía por
Después de estar en silencio y ver el rostro y expresión de rencor y odio que tenía Mónica Agustin se atrevió a decir una palabras mas —¿Te puedo preguntar algo?—.— ¿Acaso tengo opcion de negarme?— No. — Habla entonces, estoy encadenada de igual forma.— ¿En serio pensabas huir de mí aquel día antes que ocurra tu accidente? — No lo planee de esa manera, pensaba en que medidas iba a tomar para detener tu ensañamiento con la Corporación Ayzabell. ¿Pensabas que me quedaría sin hacer nada? Me costó tanto reorganizar todo desde cero no me iba a quedar de brazos cruzados. — ¿Qué? ¿De qué ensañamiento me hablas? Yo no volví a hablar con Patricio quien se quedó por allá. No es asunto de la Corporación Legrand, si te están atacando debe ser otras empresas. — Seas tú o no el culpable, eso ya no tiene sentido. No puedo hacer nada. — Yo te ayudaré, dijo Agustin volviendo a ver a Mónica y sentándose al filo de la cama a lado de Mónica. — No tiene que ver contigo ahora. — Tiene mucho que v
Agustin dejo sin efecto sus amenazas anteriores y se prestaba a retirarse de la habitación de Mónica sin antes dar un comunicado. — Mas tarde encargaré que se restablezca los muebles de esta habitación. Al decir ello, siguió su camino, y antes que saliera una pregunta cayó a sus oídos—Ahora que me has liberado ¿No tienes miedo que huya de verdad?. — Sé que no lo harás, no tiene sentido seguir con estos enfrentamientos que solo nos hacen daño ¿No crees que es mejor vivir así? — ¿Estás bien con esto?, Y su llego a escapar¿Qué harás entonces?— No supongamos sobre algo que aún no sucede, respondió rápidamente Agustin a Mónica al ver su desconfianza.— ¿Crees que viviré mejor si estoy sin las esposas?, es una ilusión que quieres creer. — Entonces dime, ¿qué debo hacer según tú para redimirme? — Sabes muy bien la respuesta. Agustin aunque sea difícil decidir algún día tendrás que hacerlo sea por voluntad propia o sea que alguien te arrastre a ello y para cuando llegue ese día te ase
—¿Por qué? Por qué tenía que pasar esto, odio sentirme de esta manera, quiero odiar, pero este maldito sentimiento vivo que aún vive en mí no me deja y me arrastra con él a un ciclo vicioso de dolor y tristeza. Agustín ¿Por qué tuviste que amar a alguien más? ¿Acaso mi amor nunca fue suficiente para ti? ¿En qué fallé? Para que solo me tires como si ya no tuviera valor ¿Por qué tuve que amarte de esta forma?, Ahora no tengo armas con qué defenderme, sino que me encadenaste a tu amor tan cruel que mi corazón solo llora, pero no puede dejarte. Mónica lloraba desconsolada mientras trataba de buscar respuestas a su infinidad de preguntas que rondaban por su cabeza pidiendo por aquel desamor que la destruía aún más de lo que una vez estuvo en el pasado, al borde del precipicio. Al pasar los días Mónica no se recuperó de su estado, por el contrario, empeoró y su tristeza alcanzó niveles que pronto Amelia empezaba a preocuparse, pues dejó de hablar, sonreír y cada vez comía menos dejando ca
—"Atención, un comunicado oficial ha llegado"— Disculpe, pero mi señora se encuentra indispuesta si desea le puedo avisar luego de que se trata el comunicado oficial.— ¿En qué habitación se encuentra?, preguntó el líder de los guardias a lo que Amelia indico sin prisa. Los guardias se dirigieron a la habitación y al ver que estaba cerrada con seguro ejercieron un poco de fuerza para derribarla e ingresar, Amelia al presenciar esta situación reclamó a más no poder, pero aun así no la escucharon. Cuando estuvieron dentro Mónica estaba efectivamente dormida, pero con el ruido que se escuchó se despertó alarmada observando como invadían su habitación y su tranquilidad. — Señora Cleiya III, por orden oficial usted permanecerá por los próximos dos meses recluida en el Palacio Frío dónde acatará el castigo que fue aprobado y debe ser acatado en su totalidad desde el día de hoy. Por lo expuesto mi señora le pido nos acompañe sin poner resistencia, es lo mejor o me temo que nos veremos en
El viaje al Palacio Frío demoró alrededor de un par de horas, aquel Palacio no se encontraba en las locaciones principales del Palacio Principal de la Familia D’Ariza ni los reconocidos Palacios cercanos, por el contrario, se encontraba muy lejos de allí, pues era uno de los Palacios abandonados de los que casi nadie los visitaba, pues para ellos era un desperdicio además que el Palacio Frío no era otra cosa que un lugar utilizado solo para reuniones secretas o encarcelamientos mas crudos por esa razón muchos años estuvo en completo abandono, ya que esas prácticas no se aplicaban actualmente por lo que ahora era utilizado mas que un depósito de cosas viejas y destartaladas. Al llegar, la abuela Raina dirigió el camino a un salón que a diferencia de los alrededores estaba muy bien amoblado, el piso era de madera con paredes rojas con una decoración decente que no tenía nada que envidiar a los demás Palacios. Raina se dirigió a la gran mesa de roble que se encontraba en el salón era u