Al despertar muy temprano, Mónica a tientas buscó a su lado y no halló a nadie, es más, el lugar estaba completamente frío como si nadie hubiera estaba ahí, lo que le pareció extraño. Pensó que quizás Agustín estaba muy abarrotado de trabajo y se quedó hasta tarde en la oficina que tenía en casa, por lo que sin tomarlo demasiado serio, Mónica se levantó y se alistó para ir a la Corporación AyzaBell. Mónica bajaba las escaleras y observó que todo se hallaba tranquilo y muy silencioso, hasta Amelia quien se levantaba más temprano no la veía por ningún lado. Al llegar a la cocina, preparo un desayuno rápido de avena con cereales mientras lo hacía sin querer se dio cuenta de que la cena que compró el día anterior se hallaba por completo en el bote de basura, además que la nota que con cariño escribió se hallaba ahora arrugada y rota por la mitad. Aquello rebasó todo límite posible y pronto las lágrimas empezaron a caer por el rostro de Mónica, nunca pensó en ver aquel comportamiento ta
Todos los directivos se miraron y revisaron cuidadosamente las carpetas y los planes que había preparado Mónica por lo que discutían entre ellos y pronto el ambiente se tornó menos tenso, pues en sus rostros se evidenciaba que el plan que tenían en mente funcionaria si lo hicieran tal y como lo estructuró Mónica por lo que estuvieron de acuerdo en cumplir con cada detalle para seguir adelante. —Bien, solucionado el tema no olviden preparan un plan para los otros contratos pendientes por mi parte también estaré armando otra estructura que funcione y con un buen plan de acción. ¿Todos de acuerdo o tienen alguna duda? —Está claro, señorita Mónica.— Bien, el otro tema importante por el que estamos aquí es que como están las cosas, preveo que quizás haya oportunidades en que me ausente sin razón como paso estos días y la verdad es que no quiero que surja ningún inconveniente por mi ausencia por lo que vamos a nombrar a alguien que junto conmigo dirigirá está empresa con ello me ayudara
—Aún no he terminado de hablar contigo. — Yo creo que sí, no hay nada mas que hablar entre nosotros, respondió Mónica antes de seguir su camino. —Dije que te sientes. ¿Me harás repartirlo nuevamente? Mónica al notar la expresión helada que le dirigía Agustín no tuvo otra opción que darse la vuelta y regresar al mismo lugar que estaba ocupando en la mesa. — Bien, dime que sucede. En ese momento Agustín al tenerla nuevamente cerca sintió un disgusto en su corazón por las anteriores palabras de Mónica, pues era verdaderamente cierto que por tiempo a esta parte ya no tenían nada de que hablar o pedirse consejos tal vez sobre como llevaban sus empresas, ahora solo eran dos personas que vivían en una casa como dos desconocidos al darse cuenta de eso le molesto sobremanera, pero no podía hacer nada la respecto porque el sentimiento de hartazgo se había hecho presente y no disminuía en su interior y era mas evidente cada vez que veía a Mónica, aunque pensaba que todo se debía al comporta
— Cuando fue que cambiaste tanto…, esas palabras salidas de la propia Mónica sorprendieron a Agustín, a lo que Mónica solo no volvió a pronunciar nada más, pues, había puesto en palabras aquello que su mente había estado pensando muy seguido.— Adiós— Se despidió Mónica antes de entrar en más detalles. — Alto, no te vayas. Pidió Agustín con un tono de súplica.Ante esto, Mónica dio un par de pasos adelante antes de detenerse y escuchar esa voz calmada, pero suplicante, sabia que su actitud cambio luego de sus palabras por lo que no quería escuchar mas palabras que al final le hicieran mas daño por lo que quiso cortar la opción de aclarar la situación. — Estoy cansada, olvida lo que dije y no le prestes atención. Después de esas pocas palabras Mónica siguió su camino hacia la habitación desplomándose luego de cerrar la puerta detrás de ella, con lágrimas en los ojos mientras su corazón se apretaba como un pañuelo desgastado, era ella quien no quiso seguir con el tema es solo que quiz
—Jefa, lo entiendo, pero yo creo que aún no estoy lista… ha sido poco tiempo que estoy a su lado, pero he visto que de lo que realmente usted es capaz de hacer, no quiero hacer ver que soy inferior, pero soy consciente que mis capacidades aún no estoy a la altura de lo que usted espera de mí por eso espero que considere a alguien mas para el cargo. — Myriam, te subestimas es verdad que quizás no hagas lo que yo normalmente hago, pero tú tienes tu propio criterio y modo de hacer las cosas, motivo por el cual estás actualmente en el cargo solo no tengas miedo y enfrenta lo que debas enfrentar además que tendrás a tu lado a mí asiente que es Valery quien tiene excelentes capacidades y conoce de esta empresa y su funcionamiento, ella será de gran ayuda para ti por lo que no temas si, solo piénsalo si aun después persistes en que aún no estas del todo lista analizaré a alguien mas para que pueda llevar las riendas de la empresa. — Está bien, lo pensaré. Mónica continuo con los pendiente
— Te amo, Agustín. Dijo Mónica entre susurros Al oír aquello Agustín se separó del abrazo reconfortante, la observo para luego tomar su rostro entre sus manos dibujando sus labios con sus dedos para luego acercarse y tomar sus labios contra los suyos empezando una guerra sin cuartel, por lo apasionado y sedientos que se encontraban uno del otro. Cuando por fin se entrecortaba el aliento se separaron tomando aquello como su respuesta definitiva que ahora en mas todo marcharía como debía ser. Ambos se miraron en silencio tratando de encontrarse en la mirada del otro, y antes de desperdiciar aquella atmosfera se sumieron nuevamente en un cadente y apasionado beso, en ese instante no importo nada pronto Agustín invadió el aliento de Mónica separando raudamente los dientes marchando y empujando a la vez que succionaba y chupaba con fuerza la boca de su contendiente, dejándola empapada de sudor y con una evidente sonrojes por la rítmica y candente beso de la que fue presa. En ese instant
Las luces de un nuevo mañana iluminaron poco a poco la habitación filtrándose los primeros rayos del sol.— Mi bella durmiente, es hora de levantarse. Murmuro suavemente Agustin — No quiero—, dijo Mónica con un puchero en su rostro escondiéndose bajo las sabanas — es fin de semana quedemos un momento mas, se le oyó decir a Mónica lo que divirtió a Agustin—. —Tus órdenes serán cumplidas mi bella dama— ante estas palabras Mónica descubrió su rostro y se acurrucó en el fuerte y fornido pecho de Agustin.— ¿Te encuentras, bien? ¿No te sientes incómoda?, pregunto de repente Agustin. — Estoy bien, murmuro Mónica escondiendo su rostro sonrojado hasta las orejas. — ¿Segura? ¿No fui muy rudo?— …, ante lo que dijo Agustin, Mónica pronto proyecto en su mente todo lo acontecido el día anterior a lo que solo abrió de par en par sus ojos y se escondió nuevamente en el pecho de Agustín para evitar ser descubierta por los pensamientos impuros que regresaban a su mente. —Pfff, se rio nuevame
— ¿Cumpliste con lo que te encomendé?— Sí, Joven Agustin. Está hecho, la Señora no tendrá problemas de ahora en adelante. —Muy bien, gracias Jose. — Me alegro de que se hallan contentando con la señora, mencionó Jose. — , ¿no está del todo convencido no es así?— Jose, yo amo a mi esposa es solo que…—Se trata de la señorita Lybia ¿no es así?— Sí, no quiero aceptarlo, pero de algún modo se me viene su imagen a mi mente y eso me perturba, quizás la mejor opción era separarnos, pero ahora no puedo retractarme luego que le pedí que no se fuera de mi lado. Peor aún lo que me tiene en ascuas es que no he sabido de ella después de su última llamada de hace como una semana, no quiero sentirme así, pero dime que puedo hacer con estos sentimientos que me queman por dentro. — Señor eso…— ¡Es ella!, ya te puedes retirar Jose. En ese momento Jose, se sorprendió del cambio de actitud que tenía Agustin en ese momento, pues regularmente cuando hablaba con su espos