Hoy había sido el último emtrenamiento de la semana era sábado y por ser fin de semana se les permitía a los lobos divertirse, podían beber alcohol, hacer fiestas, lo que quisieran siempre y cuando no rompieran ninguna regla de la manada, que no eran tantas, pero si eran muy importantes.Alian salió de su recamara luego de ducharse y vestirse, iba en busca de sus padres, necesitaba hablar con ellos. Quería ver a Ziara, en realidad lo necesitaba, su lobo le pedía a gritos que lo liberara para ir a buscarla, pero no podía hacerlo no sin antes hablarle con sus padres y esa era la razón por la que los buscaba, ya llevaba muchos días sin verla sin saber de ella.Se dirigió hasta la oficina de su padre y al ver la puerta y ventanas cerradas supo de inmediato que sus padres estaban juntos, pues eso lo hacían para que los demás supieran que el Alfa estaba ocupado y en ese momento no podía atender, ya que del resto las persianas de las ventanas siempre estaban abiertas. Se paró en la puerta y
El Alfa comenzó su caminata hacía el bosque con la esperanza de conseguir a aquella Vampiro que buscaba, caminó y caminó pero se detuvo al darse cuenta que el bosque parecía muy distinto a la última vez que estuvo allí. Tal vez y sea el invierno pensó.Con su agudeza auditiva pudo escuchar el agua corriendo, así que supo que estaba cerca del lago, al llegar allí sintió un olor, un olor que se le hacía conocido. Pero no, no era el mismo olor dulce que emanaba de aquella Vampiro de la que su hijo se había enamorado.Decidió dejar salir a su lobo, sabía que el alguien estaba cerca. Una de las ventajas de ser albino era tener unos sentidos super desarrollados y allí estaban su olfato y su oído anteponiendose a aquello que se escondía del Alfa, Un majestuoso lobo blanco miraba en todas las direcciones hasta que su olfato sintió aquel olor intensificandose en una dirección y era el camino a seguir para ir a la tierra de los vampiros.El Alfa se impaciento, se sintió en peligro y soltó un gr
Era Viernes, casi siete días de aquella pelea entre Alian y su madre, casi siete días de que el alfa se fuera sólo al bosque, siete días de haberse sentido por primera vez en su vida acechado, observado. Ese olor había quedado grabado en su olfato y en su mente. Silas sabía que ese olor lo había sentido antes pero no recordaba dónde. Estaba sentado en la orilla de la gran mesa de su oficina, pensando dónde lo había sentido, como es que no pudo saber quién o que era? Lo más raro es que no lo atacó, tenía que ser un Vampiro, pero quién? Isan no hubiese perdido la oportunidad de matarlo. Era imposible que fuera él...El alfa escuchó un carraspeó y volteó hacía la puerta y allí estaba su hijo Alian, mirándolo fijamente. -Padre estás bien?-Si, si estoy bien. Sólo pensaba en algo.-Estás seguro? Puedo ayudarte en algo?-Estoy bien hijo Alian, puedes estar tranquilo. Mejor dime qué necesitas tu de mi?-Bueno, papá. Sabes hace mucho que no veo a Ziara, quisiera salir de la manada e ir al
Alana entró al borde del llanto a su cuarto, sentía una opresión en el pecho. Es más podía asegurar que era el dolor más grande que había sentido en su corta vida, pero no se explicaba el porqué. Se detuvo al entrar ya que allí se encontraban Anabel y Emily quienes al verla se acercaron inmediatamente a ella. -Al, estás bien? Preguntó Emily preocupada -Si, estoy bien. Respiro profundo para poder hablar. -Por favor pueden dejarme sóla un momento? -Estas segura Alana? No te ves nada bien, déjanos al menos acompañarte. Ahora fue Anabel quien habló. -Esta vez cerró sus ojos con fuerza y les dijo -Por favor, de verdad les pido sólo quiero estar a solas un momento y les prometo buscarlas después para explicarles. -Sólo te estamos dejando sóla porque técnicamente lo estás exigiendo, pero no es lo que queremos. Contestó em resignada, Se acercaron la abrazaron y salieron de su habitación. En el pasillo venía a toda prisa Gabriel, caminó más rápido al verlas y les preguntó han visto a Al
Gabriel sentía una opresión grande en su pecho y sólo podía pensar en Alana, su rostro. Es como si los dos se hubiesen roto en miles de pedazos al mismo tiempo.Dejo salir a su lobo y decidió correr, sólo así podía contener esas ganas de llorar que sentía. Siempre había sido un hombre lobo sin sentimientos como sus amigos lo llamaban, podía mostrar agradecimiento y respeto con su manada pero nunca se le había visto demostrando amor.Gabriel se estaba guardando para su pareja y eso le costaba beber pócimas mes a mes para controlar su celo, sólo algunos lo hacían, ya que casi todos al cumplir su mayoría de edad encontraban a su pareja. El beta iba corriendo muy rápido hasta que esa palabra "Pareja" volvió a resonar en su mente lo que lo hizo frenar en seco. -No, no, no puede ser. Alana es como mi hermana, no puede ser mi pareja, sólo deben ser sus feromonas, su celo debe estar cerca y esa era otra razón por la cuál el debía mantenerse lejos de la loba, Alana estaba a pocas semanas de c
A unos tantos cientos de Kilómetros de la manada de Hielo, divididos por un bosque se encontraba en el castillo del Clan Sangre y Fuego, Una hermosa Vampiro daba vueltas en su habitación, iba y venía, impaciente.Hacía mucho que no sabía nada de su lobo, su pareja, cuánto lo extrañaba, añoraba ver sus ojos , ese hermoso pelaje blanco de su lobo acariciando su cuerpo. Ziara suspiró triste, ya ni sabía cuántos días llevaba encerrada comía algunas veces que su papá le permitía a Luis llevarle comida.Se paró frente al espejo y se vió un poco más flaca, su cabello era una maraña ya que no tenía ni ganas de arreglarse. El no ver a Alian la iba a volver loca, después de todo ellos estaban destinados a estar juntos por toda la eternidad, pero parecía imposible ya que todo se interponia entre ellos.Escuchó unos pasos cerca de su puerta y rápidamente se tiró en la cama, seguro era Luis con su comida, tenía muchísima hambre a tal punto de sentirse débil. Cuándo escuchó la forma tan brusca en l
Alian, estaba sentado junto a su padre, en la oficina habían por lo menos quince o dieciséis personas, entre los guardias reales que eran los guardias del Alfa y la luna, el beta Gabriel, los guardias de los cultivos, jefes de la guardia en general, el entrenador, la luna y justamente entraban Alana y Jacob que había salido a buscarla.Había espacio para todos y cada uno tenía un asiento, a veces las reuniones podían tardar un poco más de lo previsto y después de acabar la reunión su padre tenía que salir a reunirse con la manada y darle noticias o notificarles de algún cambio, el haber llevado las cosas de ese modo los hizo una manada muy unida y hacia que todos respetaran al Alfa y a su familia.Alian, se distrajo pensando en su compañera, el no tenerla cerca lo mantenía ansioso y de mal humor, aunque el lobo hacía lo posible por no tratar mal a nadie, pero no podía aguantar mucho más tiempo. Necesitaba a Ziara en todos sus aspectos, emocional, física y sexualmente.Un lobo a su eda
Alian iba llegando y en eso venía saliendo Eva, su madre lo miró con ojos tristes, el lobo pudo sentir como se encogía su corazón. - Mamá, me permitirías hablar contigo un momento? Eva sintió alivio, Alian es su primogénito y la frustraba y llenaba de tristeza tener una relación cortante y distante con su hijo. -Si, claro Hablemos. -Ven mamá, vamos a la biblioteca. Entraron a la biblioteca y Alian dejo entrar primero a su mamá cerrando la puerta tras de si. -Mamá, quiero que me escuches todo lo que tengo que decir y ya después me respondas, pero quiero que me escuches como hijo y no cómo heredero de esta manada, se que nací y criaron principalmente para esto, pero yo quiero ser feliz, quiero amar y ser amado. Suspiró, -Sé que Ziara no te agrada, pero es mi pareja, yo no la elegí, la diosa luna lo hizo por mi y tampoco es como que yo quiera rechazarla. La amo más que a nada, en éste tiempo que tengo sin verla me sirvió para darme cuenta que Ziara es mi paz y mi calma. Y es