Emily llega en un taxi hasta aquí. Sigo en la casa de Andrea por si regresa, entra como torbellino, yo me encuentro en la sala. No sé qué más hacer, giro el rostro hacia ella y nuestras miradas chocan, son unas miradas de angustia. Ella está igual que yo, sus ojos se aguadan por las lágrimas que se asoman.
—Ella no es así —dijo, haciendo pucheros —. Cualquier cosa que tendría pensado hacer, me lo hubiera dicho, por lo menos a mí —no aguanta más y comienza a llorar —algo le paso.
—Esperemos que no sea así —trato de tranquilizarla, aunque yo esté peor —. Necesito ir a la policía, si ella no te dijo nada, algo no anda bien
POV ANDREAAl decir aquellas palabras y ponerse en cuclillas a un lado de mí, tomó la tela que me cubría los ojos y la sacó por arriba de mi cabeza. Unos ojos enfurecidos lo veían. No podía creerlo, pero mis ojos me lo confirmaban. Óscar me había secuestrad0, no entendía la razón.Él tenía una media sonrisa pintada en los labios. Se puso de pie y caminó hasta la mesa, y medio recargarse en ella. Desde ahí, me miraba con ojos de suficiencia, como si fuera el ganador de alguna competencia. Yo no dejaba de mirarlo con evidente odio y confusión.—¿Estás cómoda en tu suite? —preguntó con sarcasmo —. Oh, perdón, olvidaba la mordaza, no quería que despertaras en el camino y armaras un escándalo —. Se acercó nuevamente, me quitó la mordaza, luego se paró de espaldas a mí, frente a la mesa.—Pero, ¿qué te pasa? ¿Por qué me tienes aquí? —le grité inmediatamente al sentir mi boca libre.—Eso es fácil de responder —se giró para estar otra vez frente a mí, yo seguía recostada de lado mirándolo y l
—No sabía quién era el cretin0 ese, así que lo seguí. Llegamos a su casa y después lo seguí hasta su trabajo, ahí me di cuenta de que es ese cocinero de mierd@, de donde te gustaba ir, ahora sé por qué, debo reconocer que el 1mbecil pega duro —ponía sus manos en la cabeza y continuaba caminando.—Necesitaba tenerte controlada, mientras seguía tratando de recuperarte. Yo te amo, y tú eres mía —se acercó a mi rostro con las manos en su pecho y ojos suplicantes. Me daban demasiado miedo, su mirada no era normal, parecía estar desquiciado.—Así que zafé algunos cables de la marcha de tu coche, de esta manera, podría ir por ti a la hora de tu salida y llevarte a comer algo. ¡Pero no! Solo por haber llegado cinco minutos tarde ya no estabas. Entonces tuve que ir a tu casa nuevamente, esperaría hasta que aparecieras —de verdad me estaba asustando, ¿desde cuándo hacía eso? Prácticamente desde que lo dejé, me pregunté y me respondí a mí misma.—Nunca imaginé que llegarías con ese tipo, en su c
POV FABIOLa noche se me hizo eterna. Seguíamos sin saber nada de Andrea, Emily está mal, nunca pensé que le afectara tanto. Ella, que demuestra alegría siempre, era todo lo contrario a eso, y sí que era preocupante. Aunque la situación no es para menos, ellas se ven como hermanas y hasta donde sé, solo se tienen la una a la otra.Pasamos toda la noche en vela, por momentos salía y daba vueltas buscándola, tratando de encontrarla por algún lugar, pero nada, no había señal alguna de ella.A medio día regresé a la comisaría, necesitaba saber si ya habían comenzado a buscarla o si tenían algún rastro. Les comenté el plato roto que encontré en el piso de la cocina, dijeron que irían a revisar, pero que sería difícil encontrar alguna pista porque la zona ya había sido contaminada por todos los que estuvimos ahí.—¡Mierd@! Por eso quería que comenzarán a buscarla cuando vine la primera vez —le dije al policía que me atendió.—No está en mis manos, perdone. Hay que seguir protocolos, sé lo a
—Normalmente, cuando alguien es privado de su libertad, no suelen pasar más de dos días cuando, los captores se comunican con la familia de la víct1ma, para pedir un rescate. Dinero es lo más común, también suelen pedir joyas, autos, incluso por tráfico de influencias —nos explicaba detalladamente.—Nadie se ha comunicado con nosotros —agregué.—¡Exacto! A eso me refiero, esto parece ser un ajuste de cuentas o algún interés particular con la víctima —no estaba entendiendo muy bien eso, ella no tiene problemas con nadie, ni yo, para que sea un ajuste de cuentas.—Nadie tenemos esa clase de vínculos, con gente de ese tipo —le dije.—Es por eso que pensé en la segunda opción —suspiró —. Investigué al exnovio de la víctima, al parecer hay varias cosas raras sobre él. Lo que más llama mi atención, es una orden de aprehensión en su contra por abuso de confianza y robo, emitida apenas hace unas horas —Emily y yo nos quedamos mudos, no sabíamos la clase de personas que era ese tipo, pero todo
POV EMILYToqué el timbre, mientras Fabio esperaba en la acera de enfrente. Una mujer de algunos sesenta años, abrió la puerta, se parecía bastante al estupid0 de Óscar. Sonreí como pude, todo debía salir a la perfección, necesitábamos sacar algún tipo de información.—Buenas tardes, señora, ¿Olga? —le dije cortésmente, pero tenía que ser convincente, trataba de estar tranquila, aunque los nervios me estaban carcomiendo.—Sí, diga, a sus órdenes —contestó con algo de desconfianza. Creo que, si sabe algo. Me sentía descubierta, pero necesitaba seguir con el plan.—Un gusto al fin poder conocerla —extendí mi mano, la cual tomó con desconfianza —. Soy Emily, amiga de Andrea, la novia de su hijo —le dije, con sonrisa fingida.Al escuchar aquello, su rostro se le iluminó. Entonces entendí que no sabía nada, ¡perfecto! Aunque me daba un poco de lástima utilizar a esta señora, Andrea siempre hablaba bien de ella, al parecer es una buena persona.—Pero pasa, los amigos de Andreita son bienven
POV ANDREAPor la noche, Óscar me trajo ropa limpia, toallitas húmedas y una sábana también. Por lo menos, ahora no dormiría directamente sobre la suciedad de aquel colchón inmundo. Trajo la cena y una vela nueva, yo me comporté de lo más normal, debía ser cautelosa y pensar bien mi jugada, solo tenía una oportunidad para escapar y necesitaba que estuviera lo mejor planeada posible.—Así me gusta amor, que te portes bien. Mira te traje tu comida favorita, espagueti a la boloñesa de tu lugar favorito, lo bueno que no estaba el put0 cocinero ese, me hubiera reconocido —¡Este infeliz había ido al «Bianchi»! Pero a estas alturas, ya nada me sorprende de él.—Muchas gracias, pero cualquier comida está bien —traté de ser indiferente con la comida, pero al probarla, no pude evitar que se me aguadaran los ojos, no sé si la hizo Fabio, lo que sí sé, es que lo extraño demasiado y esto me hace recordarlo inevitablemente.—¿Quieres que me quede mientras cenas? —preguntó. Me daban náuseas, solo es
POV ANDREAMiré abrirse la puerta, parecía estar todo en cámara lenta. Mi adrenalina estaba al cien por ciento. Vi a Óscar girarse a donde yo estaba y mirarme sorprendido. Empuñé con más fuerza la vela que traía en la mano, tiré la cera derretida y caliente sobre su rostro.Llevó las manos a sus ojos y gritó de dolor. Traté de que eso no me distrajera, así que de inmediato, tomé con ambas manos la pata de la mesa, levantándola lo más alto que pude, como si fuera un bate de béisbol. La blandí con todas mis fuerzas y le di lo más duro que pude en el estómago. Esto hizo que se doblara del dolor y no iba a desaprovechar la oportunidad.Levanté nuevamente la madera sobre mi cabeza y la dejé caer ahora sobre su espalda. Con esto, se desplomó en el suelo. La adrenalina, el miedo y el coraje poseían mi cuerpo, así que, sin siquiera detenerme a pensarlo, seguí. Lo golpeé donde pude, dejaba caer la madera en donde fuera, la verdad no supe ni cuantos golpes le di.Ahí, tirado en el piso, se quej
POV ÓSCAR¡Mald1ci0n! Grité al tiempo que golpeaba el volante. Seguía buscando a esa put@, logró engañarme y yo creí en sus palabras. De verdad pensé, que ya estaba convenciéndola de que seríamos tan felices viviendo juntos, en aquel lugar que había elegido para ella. Qué idiota soy.Conduje varias horas, daba vueltas por el pueblucho, cerca del sanatorio donde años atrás estuve internado. Lo cerraron por malos manejos, y que si lo sabré yo, así que ahora estaba totalmente desierto. Me había servido bastante para tenerla oculta de todo el mundo.Pero la muy perra me traicionó, lo hizo una vez más, pero esto lo va a pagar caro.Llegué a una pequeña farmacia en el centro del pueblo, pedí una pomada y unos analgésicos para las quemaduras que me había provocado en mi ojo, esa mal p@r1da. Ya no sería benevolente con ella, la encontraré y la llevaré a la fuerza hasta nuestro nidito de amor, ya no podrá escapar de ahí.Les dije a los locatarios que estaba buscando a mi esposa. Les dije que n