POV FABIOLa noche se me hizo eterna. Seguíamos sin saber nada de Andrea, Emily está mal, nunca pensé que le afectara tanto. Ella, que demuestra alegría siempre, era todo lo contrario a eso, y sí que era preocupante. Aunque la situación no es para menos, ellas se ven como hermanas y hasta donde sé, solo se tienen la una a la otra.Pasamos toda la noche en vela, por momentos salía y daba vueltas buscándola, tratando de encontrarla por algún lugar, pero nada, no había señal alguna de ella.A medio día regresé a la comisaría, necesitaba saber si ya habían comenzado a buscarla o si tenían algún rastro. Les comenté el plato roto que encontré en el piso de la cocina, dijeron que irían a revisar, pero que sería difícil encontrar alguna pista porque la zona ya había sido contaminada por todos los que estuvimos ahí.—¡Mierd@! Por eso quería que comenzarán a buscarla cuando vine la primera vez —le dije al policía que me atendió.—No está en mis manos, perdone. Hay que seguir protocolos, sé lo a
—Normalmente, cuando alguien es privado de su libertad, no suelen pasar más de dos días cuando, los captores se comunican con la familia de la víct1ma, para pedir un rescate. Dinero es lo más común, también suelen pedir joyas, autos, incluso por tráfico de influencias —nos explicaba detalladamente.—Nadie se ha comunicado con nosotros —agregué.—¡Exacto! A eso me refiero, esto parece ser un ajuste de cuentas o algún interés particular con la víctima —no estaba entendiendo muy bien eso, ella no tiene problemas con nadie, ni yo, para que sea un ajuste de cuentas.—Nadie tenemos esa clase de vínculos, con gente de ese tipo —le dije.—Es por eso que pensé en la segunda opción —suspiró —. Investigué al exnovio de la víctima, al parecer hay varias cosas raras sobre él. Lo que más llama mi atención, es una orden de aprehensión en su contra por abuso de confianza y robo, emitida apenas hace unas horas —Emily y yo nos quedamos mudos, no sabíamos la clase de personas que era ese tipo, pero todo
POV EMILYToqué el timbre, mientras Fabio esperaba en la acera de enfrente. Una mujer de algunos sesenta años, abrió la puerta, se parecía bastante al estupid0 de Óscar. Sonreí como pude, todo debía salir a la perfección, necesitábamos sacar algún tipo de información.—Buenas tardes, señora, ¿Olga? —le dije cortésmente, pero tenía que ser convincente, trataba de estar tranquila, aunque los nervios me estaban carcomiendo.—Sí, diga, a sus órdenes —contestó con algo de desconfianza. Creo que, si sabe algo. Me sentía descubierta, pero necesitaba seguir con el plan.—Un gusto al fin poder conocerla —extendí mi mano, la cual tomó con desconfianza —. Soy Emily, amiga de Andrea, la novia de su hijo —le dije, con sonrisa fingida.Al escuchar aquello, su rostro se le iluminó. Entonces entendí que no sabía nada, ¡perfecto! Aunque me daba un poco de lástima utilizar a esta señora, Andrea siempre hablaba bien de ella, al parecer es una buena persona.—Pero pasa, los amigos de Andreita son bienven
POV ANDREAPor la noche, Óscar me trajo ropa limpia, toallitas húmedas y una sábana también. Por lo menos, ahora no dormiría directamente sobre la suciedad de aquel colchón inmundo. Trajo la cena y una vela nueva, yo me comporté de lo más normal, debía ser cautelosa y pensar bien mi jugada, solo tenía una oportunidad para escapar y necesitaba que estuviera lo mejor planeada posible.—Así me gusta amor, que te portes bien. Mira te traje tu comida favorita, espagueti a la boloñesa de tu lugar favorito, lo bueno que no estaba el put0 cocinero ese, me hubiera reconocido —¡Este infeliz había ido al «Bianchi»! Pero a estas alturas, ya nada me sorprende de él.—Muchas gracias, pero cualquier comida está bien —traté de ser indiferente con la comida, pero al probarla, no pude evitar que se me aguadaran los ojos, no sé si la hizo Fabio, lo que sí sé, es que lo extraño demasiado y esto me hace recordarlo inevitablemente.—¿Quieres que me quede mientras cenas? —preguntó. Me daban náuseas, solo es
POV ANDREAMiré abrirse la puerta, parecía estar todo en cámara lenta. Mi adrenalina estaba al cien por ciento. Vi a Óscar girarse a donde yo estaba y mirarme sorprendido. Empuñé con más fuerza la vela que traía en la mano, tiré la cera derretida y caliente sobre su rostro.Llevó las manos a sus ojos y gritó de dolor. Traté de que eso no me distrajera, así que de inmediato, tomé con ambas manos la pata de la mesa, levantándola lo más alto que pude, como si fuera un bate de béisbol. La blandí con todas mis fuerzas y le di lo más duro que pude en el estómago. Esto hizo que se doblara del dolor y no iba a desaprovechar la oportunidad.Levanté nuevamente la madera sobre mi cabeza y la dejé caer ahora sobre su espalda. Con esto, se desplomó en el suelo. La adrenalina, el miedo y el coraje poseían mi cuerpo, así que, sin siquiera detenerme a pensarlo, seguí. Lo golpeé donde pude, dejaba caer la madera en donde fuera, la verdad no supe ni cuantos golpes le di.Ahí, tirado en el piso, se quej
POV ÓSCAR¡Mald1ci0n! Grité al tiempo que golpeaba el volante. Seguía buscando a esa put@, logró engañarme y yo creí en sus palabras. De verdad pensé, que ya estaba convenciéndola de que seríamos tan felices viviendo juntos, en aquel lugar que había elegido para ella. Qué idiota soy.Conduje varias horas, daba vueltas por el pueblucho, cerca del sanatorio donde años atrás estuve internado. Lo cerraron por malos manejos, y que si lo sabré yo, así que ahora estaba totalmente desierto. Me había servido bastante para tenerla oculta de todo el mundo.Pero la muy perra me traicionó, lo hizo una vez más, pero esto lo va a pagar caro.Llegué a una pequeña farmacia en el centro del pueblo, pedí una pomada y unos analgésicos para las quemaduras que me había provocado en mi ojo, esa mal p@r1da. Ya no sería benevolente con ella, la encontraré y la llevaré a la fuerza hasta nuestro nidito de amor, ya no podrá escapar de ahí.Les dije a los locatarios que estaba buscando a mi esposa. Les dije que n
POV FABIONo podía con la impresión, verla ahí parada me hacía sentir tan feliz. Gracias a Dios, estaba de regreso, pero al mismo tiempo, me sentía con mucha rabia, al verla en el estado deplorable en el que se encontraba.Su rostro demacrado, el cabello lo traía en una coleta baja pero despeinado y sucio. Se veía más delgada y con sus ropas hechas un desastre. Pero, ¡estaba viva!, estaba aquí frente a mis ojos, pensé todo eso en unos segundos.Avancé hacia ella, igual hizo lo mismo, encontrándonos en un abrazo lleno de emociones. La apreté fuerte a mi pecho y me hundí en el hueco de su cuello, no quería que se separara de mí, sentía la necesidad de protegerla, solo entre mis brazos estará bien.La separé solamente para besarla, extrañaba tanto esos labios. Sentía en ese beso, la necesidad de ambos, nos separamos por la falta de oxígeno y ella perdió un poco el equilibrio.—¿Estás bien, princesa? —le dije muy preocupado, debe estar muy débil.—Solo me maree un poco, pero estoy bien —p
No puedo creer que esto esté pasando. Necesitaba que estuviera bien, debí traerla de inmediato cuando se lo propuse, aunque ella no lo quisiera, si hubiera hecho eso, no estaríamos con esta angustia ahora.Volví a llamar al investigador, para informarle del cambio en la situación, me dijo que no me preocupara, la policía vendría hasta aquí para tomarle la declaración a mi princesa, por ser causa de fuerza mayor, estarían aquí en aproximadamente una hora.—Las personas que estaban en tu casa, ¿Cómo es que ayudaron a Andrea? —pregunté en medio de aquel silencio. Esperamos alguna noticia sobre la salud de mi princesa, no había habido tiempo de hablar de eso en casa de Emily.—Pues no sé mucho, apenas llegué a casa y la vi, tampoco pregunté. Enseguida llegaste tú y ya sabes lo demás —me respondió. Creo que, ha pasado todo tan rápido, que no sabemos más que solamente, ellos la llevaron a casa. Pasaron unos cuarenta minutos desde que habíamos llegado y no recibíamos ninguna noticia.—Famili