Ambos iban a pasar por su lado cabizbajos cuando ella puso una mano encima de cada cabecita. Nill solo giró su cabeza hacia arriba, en cambio Sibyl se sacudió, pero Xana no apartó la mano.-¿Quieren dar una vuelta conmigo?- les sonrió.-No podemos- Sibyl gruñó, aunque más bajo que otras veces dado que si se corría la voz que lo había hecho contra Xana sería nuevamente regañado- Papá no nos deja salir solos.-Acaso yo soy un cuadro pintado en la pared. Y es salir con conmigo. Y no iremos lejos, vi hace poco un lugar donde hay dulces y…- se quedó pensativa recordando alguno de los juguetes que los cachorros tenían, la mayoría eran tallados en madera… ella podía hacer algunos así, Ans le había enseñado bien- Vamos, les voy a dar una sorpresa.Sibyl hizo un puchero y cruzó los brazos sobre su pecho.-No iré. No quiero que mi padre me regañe.Xana se dio la vuelta y se inclinó delante de él, estiró su mano y golpeó la nariz de él con su dedo.-¿Qué haces?- el cachorro protestó tapándose la
Complacida, era una buena palabra para describir como se sentía Xana en ese momento.Sentía que había cruzado una montaña en comparación a días anteriores. Sobre todo, con Nill, el cachorro era mucho más receptivo, aunque debía tener cuidado, como mismo había avanzado tanto, un pequeño paso en falso y todo podría irse por la borda.Miró a los cachorros que iban caminando junto a ella. Ambos estaban terminando casi todos los dulces que tenían en sus bolsas. Y después vio como ellos guardaban algunos de seguro para White, después de todo ella tendría que explicarla al alfa que los había llevado ahí. Seguro le tocaría escucharlo por un rato sobre la salud de los colmillos de ellos.Una gota de sudor corrió por su sien. Bueno, ya el mal estaba hecho, ahora cuando volvieran debía asegurarse de que ellos se los lavaran bien.Estuvieron caminando un rato más hasta que se detuvieron en un taller. Había varias maderas y cuchillos para tallar y una sonrisa se alojó en el rostro de Xana. Se acer
Increíblemente y para impresión de Sibyl lo primero que ella comenzó a tallar fue el regalo para él. Xana de forma habilidosa comenzó a cortar y tallar el pedazo de madera en sus manos del tamaño perfecto para hacer el dije del collar para Sibyl.Supuestamente era un pájaro el cual no estaba terminado por lo que el cachorro no lo identificaba completamente y frunció el ceño.-Eso está feo, no tiene forma, no quiero algo así y bla, bla, bla-Xana se estaba arrepintiendo de hacerle aquello pues el cachorro tenía una lengua afilada cuando quería. Hasta que soltó.-Sino lo quieres entonces te quedas sin él y le hago uno a tu hermano. Él seguro no va a decir nada y tendría mucho que contarle a tu padre cuando vuelva y White seguro le dirá que se verá lindo, y qué le dirás tú de por qué no tienes uno.Al momento el cachorro apretó los labios con frustración y se sentó de nuevo al lado de su hermano. La mueca solo se le hizo más grande, a diferencia de Xana que sonreía victoriosa. Si ese cac
White se cubrió el rostro con su mano libre para ocultar su expresión. La otra que tenía alrededor del cuerpo de Xana se apretó. Las gotas de agua en el baño fue el único sonido que resonó entre ellos dos.-Por favor, no me recuerdes ese momento- pidió con angustia en su voz.De todo lo pasado a lo largo del día lo que casi había roto su felicidad era haber visto aquel cuchillo en los dedos de su mate. Eso lo remontaba más atrás, donde ella se había cortado las venas y casi la había perdido.-No vuelvas a sostener un cuchillo de esa forma.Xana alzó la cabeza y miró por encima de su hombro.-Entonces cómo se supone que voy a tallar algo. Lo necesitaba y a los cachorros les gustó el regalo.White se quitó la mano del rostro y enfocó sus ojos en ella. Iba a protestar, pero terminó soltando un largo suspiro dejando caer su cabeza contra la de ella.-Realmente no puedo contigo. Me superas- confesó y eso, para su sorpresa sacó un bufido de Xana para después comenzarse a reír. Tras ella, él
El agua dentro de la tina salpicó hacia afuera empapando las baldosas. La mano que se perdía hasta abajo entre los dos muslos femeninos se movía insistentemente acariciando los labios suaves e hinchados por las constantes caricias superficiales. Los podía sentir incluso más calientes que el agua.El alfa mordió la oreja a su alcance sacando un gemido de la mujer contra él. La había estado torturando por bastante rato, solo tocando y acariciando por fuera, por el borde de los muslos, por alrededor de su sexo, rozando la raja húmeda en medio solo forzando un poco el límite con la punta de su dedo de vez en cuando para tentarla.Porque el objetivo de White era uno solo, hacer que ella le rogara porque metiera sus dedos. Sabía que Xana era dura, terca como un roble, incluso cuando bajaba las defensas, pero él quería y tampoco iba a desistir. Quería al menos tener ese recuerdo para estar satisfecho durante el tiempo que no la tendría en sus brazos.Después de probarla claro sé que había vu
White recogió sus cosas en el mayor silencio posible guardándolo en un pequeño bolso, solo con un pantalón puesto dado que él haría todo el camino junto a Sky como bestias. Realmente se sentía un poco incómodo teniendo que irse en ese momento, cuando los cachorros por fin estaban adaptándose a Xana y no solo eso.Si fuera por él se quedaría, no le gustaba estar tanto tiempo lejos de sus hijos y con solo pensar que estaría lejos de Xana por tanto tiempo pues… le hacía recordar todas las veces que ella se había desvanecido de sus brazos.-¿White?- entonces el sonido de la voz de Xana lo hizo salir de sus pensamientos.Miró por encima de su hombro y la vio sentada en la cama restregándose los ojos que se le negaban a abrirse. La camisa de él llena de feromonas que le había puesto antes de acostarla en su cama se corría a un lado dejando a la vista su níveo hombro y las diversas marcas que le había dejado sobre la piel.Hermosa.Se acercó a ella y se inclinó para dejarle un beso suave en
Xana corrió en dirección al cuarto de sus cachorros y abrió la puerta. No se equivocó. Tanto Sibyl como Nill tenían el rostro lleno de lágrimas y lloraban a todo pulmón pidiendo por el alfa.-Papáaaaa, papá se fue- Sibyl lloraba abrazando el cuello de su hermano al que apretaba contra su pecho.Nill no decía nada, pero sus sollozos eran dolorosos y sus manitos se cerraban en el ropón de su hermano.Xana se petrificó sin saber qué hacer en ese momento. Había aprendido a lidiar con el desprecio de ellos al inicio, con la lengua afilada de Sibyl, con la preferencia por su padre, pero tenerlo a ellos dos llorando así… qué podía hacer.Se mordió el labio y se forzó a pensar. No sabía cómo ellos reaccionarían hacia ella. Sin embargo, algo en su interior dictaba que debía consolarlos. Así que se abofeteó mentalmente y se acercó a ellos con cautela. No quería que la atacaran. Después de todo ellos tenían una genética lobuna.-Sibyl, Nill- se detuvo en el borde de la cama y los llamó.Los dos
Celeste miraba a la mujer que sonreía en dirección a sus hijos. Ambas estaban sentadas en la terraza trasera de la casa del alfa, y en el patio jugaba los dos cachorros hijos de este, junto con el suyo propio.-Te ves hoy mucho más feliz que otros días- le dijo Celeste sintiendo alivio por ella.Fue entonces que Xana se dio cuenta de la expresión que tenía en su rostro. Aunque Celeste no mentía. Ese día al menos hasta el momento estaba yendo mejor de lo que esperaba dado que estaba sola con sus hijos. A pesar del despertar medio traumático para los tres, los cachorros habían desayunado sin problema, aunque ella lo que más recordaba era haber podido cargar a Nill.El pequeño se sentía tan suavecito, esponjocito, tan calentito, olía a leche… su corazón se había enternecido.Tras esto no habían protestado… mucho para seguir la estricta rutina que tenían y que Xana también siguió asistiendo incluso a sus clases, y aunque tras almorzar no había encontrado de nuevo a Lilya, Celeste había tr