CAPÍTULO 63: INSOPORTABLELoganLas paredes blancas del hospital parecen cerrarse sobre mí mientras camino de un lado a otro por el pasillo. Cada vez que alguien con una bata blanca sale de una puerta, me detengo con el corazón en la garganta, esperando que sea alguien con noticias sobre Savannah. Pero no es así. Nadie dice nada.La espera es insoportable. He intentado sentarme, pero no puedo. Es como si el movimiento fuera lo único que me mantuviera cuerdo. Afuera, la lluvia golpea contra las ventanas con fuerza, como si el cielo reflejara mi angustia.La noche ha caído, y el silencio del hospital se siente como una condena. Me detengo junto a una de las ventanas, mirando la lluvia caer. Mis pensamientos son un caos, pero uno destaca entre todos: Richard Davenport.Dudo al principio. Lo último que quiero es involucrarlo, pero Savannah... ella es su hija. Merece saber lo que está pasando. Respiro hondo y después de sacar mi teléfono, marco su número.El teléfono suena varias veces ant
CAPÍTULO 64: CULPABLESLoganLa noche en el hospital parece extenderse más allá del tiempo. Todo se siente irreal, como si estuviera atrapado en un mal sueño. No puedo procesar lo que el médico dijo hace unas horas. Savannah está muerta. Esas palabras no pueden ser verdad. Me siento como si estuviera viendo todo desde fuera de mi cuerpo, desconectado de la realidad, como un espectador de una pesadilla de la que no puedo despertar.Estoy sentado en una silla dura en el pasillo con la cabeza entre las manos. Las voces de las personas a mi alrededor se mezclan con el zumbido constante de las máquinas y el lejano eco de pasos. Mis pensamientos están atrapados en un bucle, cada uno es más doloroso que el anterior. ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cómo la perdí?Pregunto por ella, pero me dicen que no puedo verla. Que todavía están terminando el proceso, que me avisarán cuando sea posible. Es una respuesta fría, burocrática, quiero gritarles, pero no lo hago.Tampoco me dejan ver a la bebé. “Está en
CAPÍTULO 65: UNA VIDA FABRICADASavannah3 Semanas Después…La oscuridad comienza a disiparse lentamente, como si un denso velo de niebla se levantara en mi mente. Abro los ojos, pero todo es borroso, y la luz me obliga a parpadear con fuerza. Poco a poco, las formas y los colores se hacen más claros. Estoy en una habitación que no reconozco, decorada con cortinas de terciopelo y muebles que destilan lujo. Pero lo que más llama mi atención es que estoy acostada en una cama de hospital. Hay máquinas a mi alrededor, monitores que emiten pitidos rítmicos, y tubos conectados a mis brazos.Intento moverme, pero me siento débil. Mis extremidades parecen hechas de plomo, y una punzada aguda atraviesa mi cabeza al menor intento de levantarla.Una enfermera entra y al notar que estoy despierta, se acerca apresuradamente. Sus ojos se abren de par en par, y puedo ver un atisbo de alivio en su rostro antes de que me diga con voz calmada:—Bienvenida de vuelta, señorita Davenport. No se esfuerce d
CAPÍTULO 66: PONIENDO LAS COSAS EN ORDENLoganLos días pasan como si nada hubiera cambiado. Todo el mundo sigue igual, nada se detuvo, pero para mí no es así. Para mí el mundo acabó esa noche en que me dijeron que ella ya no estaba más en esta tierra.Desde ese momento solo hago las cosas por mecánica. Me levanto antes del amanecer, me pongo a trabajar hasta que el cuerpo no da más, y luego voy al hospital a ver a Olivia. Mi hija. La única razón por la que aún sigo avanzando, aunque a veces no sé cómo.El hospital es un lugar frío, impersonal. Cada vez que entro, el olor a desinfectante me da una punzada en el pecho. Camino hasta la sala de neonatología como si fuera mi segunda casa. Los médicos dicen que Olivia está mejorando, que pronto podré llevarla a casa. Pero yo no dejo de pensar en lo frágil que se ve, tan pequeña y vulnerable en esa incubadora. Cada vez que me permiten sostenerla, siento que el mundo entero depende de mí.Ella es lo único que me queda de Savannah.Pero la ve
CAPÍTULO 67: SIGUE SIENDO REBELDESavannahLa presión en mi pecho no desaparece. Me encuentro en el enorme salón de la mansión de mi abuela en Nueva York, con el sol entrando a raudales por las ventanas, iluminando cada rincón con una calidez que no logro sentir. Estoy rodeada de caras familiares, pero todas parecen extrañas. Mi abuela está a mi lado, pero no me siento particularmente cómoda a su lado. Después de todo, ella nunca fue muy cálida conmigo y ahora… parece como si deseara agradarme a toda costa.Por otro lado mi padre está de pie hablando con William. Mi “prometido”, según dicen.He tratado de recordar lo que dicen sobre nosotros, pero mi mente es un vacío. Me han mostrado fotos de fiestas, viajes, cenas… todos ellos momentos que no siento como míos. Mi padre insiste en que este compromiso es lo mejor para mí, que William es un buen hombre, pero cada vez que lo miro siento que algo no encaja.—Savannah, mi amor ¿te sientes bien? —La voz de William me saca de mis pensamient
CAPÍTULO 68: RECONSTRUYENDO MI VIDALoganMe encuentro sentado frente a Richard Davenport en una oficina que parece más un palacio que un lugar de negocios. Tristan está a mi lado, calmado como siempre, pero yo no puedo evitar apretar los puños bajo la mesa. Este hombre me ha quitado demasiado, y estoy aquí para asegurarme de que no se salga con la suya.—Esto es absurdo, Carter. No puedes venir aquí a exigir cosas —dice Richard con un evidente desdén.Lo miro directamente a los ojos, sin parpadear.—No estoy exigiendo nada. Estoy reclamando lo que es mío.Richard se ríe, pero no hay humor en su expresión.—Las tierras ya están en uso. No puedes detener la operación ahora.—Claro que puedo. Y lo haré si no cumples con lo que acordamos.Tristan interviene, con su tono siempre sereno.—Señor Davenport, mi cliente tiene todo el derecho legal de detener la producción. Usted firmó un contrato que especifica un 50% de las ganancias para él. Si no cumple, procederemos legalmente.—Ese contra
CAPÍTULO 69: BODA O FUNERALSavannahAl día siguiente de mi conversación con la abuela, ella vuelve a buscarme. Está más tranquila, con una expresión serena que no sé si admirar o desconfiar. Trae consigo un álbum de fotos, uno de esos viejos, con las esquinas de cuero desgastado.—Quiero mostrarte algo —me dice sentándose a mi lado en la sala. Abre el álbum y empieza a pasar las páginas con lentitud.Las fotos son en blanco y negro al principio, y luego en tonos sepia. Reconozco a la mujer joven, es ella; con un vestido sencillo, pero elegante, de pie junto a un hombre alto y apuesto que sonríe como si tuviera todo lo que quería en la vida.—Este es tu abuelo Benjamín, el amor de mi vida —dice con un tono melancólico que me hace mirar las imágenes con más atención.Las fotos muestran escenas de lo que parece ser una boda feliz. Los dos están riendo en la mayoría de ellas, mirándose como si el mundo a su alrededor no existiera.—Nos casamos jóvenes, ¿sabes? —continúa—. Yo tenía apenas
CAPÍTULO 70: UNA VERDAD ARROLLADORALoganEl sol ya está alto en el cielo cuando termino de cerrar el establo de la nueva granja. Olivia duerme profundamente en el moisés junto a la mecedora de mi abuela. Cada vez que la miro, algo en mi pecho se aprieta; es un amor intenso y el peso de una responsabilidad que jamás pensé que sentiría de forma tan arrolladora. Me acerco a ella y le acaricio la suave piel de su mejilla antes de inclinarme para besarle la frente.—Eres lo mejor que me ha pasado, pequeña —murmuro con una voz más suave de lo que suelo usar.Mi abuela, que está sentada junto a Olivia, sonríe con ternura.—Es increíble cuánto se parece a Savannah, ¿verdad? —dice, acomodando el gorrito de la bebé.No respondo. Su comentario me deja un nudo en la garganta que no quiero desatar.—Voy a supervisar la extracción en el yacimiento —digo cambiando de tema mientras me pongo el sombrero, luego señalo a Olivia—. Cuídala bien.—Como si fuera mía —responde mi abuela, dedicándome una mir