CAPÍTULO 16: VISITA SORPRESASavannahMe despierto cada mañana con la misma sensación de pesadez en el cuerpo y la misma pregunta en la mente: ¿cuánto tiempo más va a durar esta tortura?Tengo un mes, un maldit0 mes viviendo en esta casa del terror y mi situación en lugar de mejorar, parece empeorar con cada día. Logan no duerme conmigo; al menos eso es un alivio, pero sigue molestándome todas las mañanas con que debo levantarme temprano y trabajar en la granja como todos. Nuestra “relación” si es que se le puede decir así, ha sido como una guerra campal, en especial después de lo que le dije aquel día.Esta situación es absurda, una completa humillación. Pero aun así, aunque le odio, hay algo en su terquedad que no me deja romper el silencio y gritar que me lleve de regreso a la ciudad, se ha convertido en una especie de reto para mí, en ver quién de los dos va a ceder primero.Esta mañana la rutina no cambia. Cuando bajo a la cocina, la abuela ya está de pie, dándome instrucciones s
CAPÍTULO 17: ESCAPANDO DE LA REALIDADSavannahAl llegar al baño, el mareo se convierte en una sacudida imparable, y termino inclinada sobre el lavabo, vomitando con una fuerza que no puedo controlar. Cuando finalmente me enderezo, jadeante, mis ojos se posan en el pequeño calendario colgado en la pared. No le he prestado atención en semanas; los días en este lugar transcurren diferentes, es como si saber qué día es me hubiese dejado de importar, pero algo en mi subconsciente hace que me quede mirándolo. Las fechas se mezclan en mi mente, hasta que una realización me golpea como un puñetazo.—Mi último periodo fue hace más de un mes —pronuncio en voz alta, haciéndolo más real.La alarma suena fuerte en mi cabeza. Reviso mentalmente los días, haciendo cuentas con desesperación. Solo han pasado cinco días de retraso, pero siempre he sido regular, como un reloj.—Cálmate Savannah, solo son cinco días —me digo a mí misma para intentar tranquilizarme—, no es posible que la primera vez que
CAPÍTULO 18: JUGANDO CON FUEGOLoganEl aire está cargado, como si una tormenta estuviera a punto de desatarse, pero esta vez no es una cuestión de clima. Estoy seguro de que si no hablo ahora, la tensión en esta casa va a explotar tarde o temprano. Camino fuera de la casa, y mis pasos se dirigen hacia el coche del señor Davenport, donde él espera. Cuando me acerco, el señor Davenport se gira hacia mí con esa expresión de superioridad que nunca abandona. Sé que la confrontación será inevitable, y la verdad es que la estoy esperando.—Señor Davenport —digo con firmeza—, tenemos que hablar en privado.Él asiente, mirándome con un poco de curiosidad y desdén. Caminamos unos metros hasta un punto tranquilo entre los árboles.—Me alegra ver que recapacitas. Quieras o no las cosas han cambiado, te recuerdo que hicimos un trato.—Lo sé, pero no voy a permitir que intente manejar cómo llevo mi hogar —le digo cruzándome de brazos.—Bueno, mejor hablemos de los negocios. Los ingenieros ya me di
CAPÍTULO 19: LA CONFIRMACIÓNSavannahDespierto al escuchar murmullos y sentir el vaivén de unos brazos fuertes y seguros que me sostienen. Parpadeo varias veces, y me doy cuenta de que Logan me está llevando en brazos hacia la entrada de un pequeño hospital. Su rostro parece marcado por la preocupación, lo que es raro porque él no se preocuparía por mí. No quiero mirarlo, no quiero admitir que esta faceta protectora me remueve algo profundo en el pecho.Logan avanza rápidamente, sin soltarme, mientras noto a lo lejos la figura de mi padre y al resto de la familia de Logan siguiéndonos. Entramos al hospital, y una enfermera nos guía enseguida hacia una habitación, indicándole que me deje en una camilla. Logan me coloca con cuidado, y una parte de mí quiere aferrarse a su camisa y pedirle que no me suelte, pero la otra parte me recuerda todo lo que hay entre nosotros; o mejor dicho, lo que no hay.—¿Qué ocurrió? —pregunta el médico al entrar apresurado.—Se cayó del caballo —explica Lo
CAPÍTULO 20: NO QUIERO IRMESavannahLa noche en el hospital pasa lenta, y aunque el colchón es incómodo y las luces intermitentes del pasillo apenas me dejan dormir, tengo la mente a mil. Al menos he logrado convencer al médico de que no revele nada; todavía estoy tratando de asimilar la idea yo misma. No estoy lista para enfrentar las preguntas de los demás, y mucho menos de Logan.Poco a poco, las visitas se van marchando, dejando el cuarto en una paz casi incómoda. Solo Logan se queda, recargado en la pared con los brazos cruzados, observándome. Su mirada es seria, aunque hay algo en ella que no logro descifrar.—¿Te sientes mejor? —pregunta al fin, rompiendo el silencio.—Sí —respondo, aunque la pregunta me descoloca. Logan y su repentina preocupación… hasta ayer parecía más interesado en ignorarme que en cualquier otra cosa. Es extraño verlo ahora aquí, mirándome con un atisbo de preocupación, como si en el fondo le importara lo que me sucediera.Logan se acerca un paso más, y s
CAPÍTULO 21: LA IMPOSICIÓN DE MI PADRESavannahEl camino de regreso a la ciudad está lleno de un silencio tenso y pesado. Mi padre ni siquiera se molesta en mirarme; mantiene la vista fija en la carretera con una expresión de acero. En lugar de discutir, me guardo mis palabras hasta llegar a la mansión, y me concentro en calmar la furia que siento en el pecho.Cuando el auto finalmente se detiene en la entrada de la casa, respiro hondo antes de abrir la puerta y salir. De alguna manera, la mansión que fue mi hogar toda la vida ahora me parece ajena, como si ya no perteneciera a este mundo.Al entrar, me topo con mi hermana Charlotte en el vestíbulo. Se cruza de brazos y me mira de arriba abajo, conteniendo una risita burlona.—Uy, hermanita, parece que te trataron muy mal allá en el campo —comenta, sin molestarse en disimular su burla.Le doy un vistazo rápido y me esfuerzo por ignorarla. No tengo ni la energía ni el ánimo para ponerme a pelear con ella. En lugar de responderle, giro
CAPÍTULO 22: UNA DECISIÓN QUE TOMARSavannahLa tensión entre mi padre y yo se puede cortar con un cuchillo. He soltado la bomba, le he dicho que estoy embarazada y él está… ¿en shock? ¿Calmado? No lo sé, pensé que explotaría de inmediato, que gritaría, pero solo está ahí mirándome con desconcierto.De pronto suspira con pesadez, se frota las sienes y entonces rompe el silencio.—Pensé que no estabas enamorada de ese hombre —dice alzando una ceja con desdén.Mis mejillas arden, y un calor extraño se extiende por mi pecho. Niego rápidamente, aunque el rubor de mi rostro me delata. No puedo evitar sentirme avergonzada, aunque no entiendo por qué. No estoy enamorada de Logan. Definitivamente no… o tal vez… aún no lo sé. Pero eso no importa ahora. La actitud de mi padre me revuelve el estómago.—No lo estoy —respondo finalmente, tratando de sonar segura.Él entrecierra los ojos, como si mi respuesta no le satisficiera del todo, y suelta una risa baja, llena de desprecio.—Entonces… —dice,
CAPÍTULO 23: ESTO LO CAMBIA TODOLoganMe quedo parado en la entrada del hospital, viendo cómo el carro de Richard Davenport desaparece a lo lejos con Savannah adentro. Mis puños se tensan y siento una furia contenida creciendo en mi pecho. ¿Quién demonios se cree ese hombre para llevársela así? Apenas unos minutos en esa habitación y ya estaba imponiendo su voluntad, como si Savannah fuera de su propiedad, sin importarle si ella quería quedarse o no.No pienso quedarme aquí parado. No puedo permitir que se la lleve como si fuera un objeto. Con la rabia aun latiéndome en las sienes, corro hacia mi camioneta y enciendo el motor, sin siquiera pensar en lo que haré cuando los alcance. Solo sé que no voy a dejar que ese hombre la aleje de mí sin una pelea.El auto de Richard avanza rápido, como si intentara dejar atrás todo rastro de su paso, incluso a Savannah. Piso el acelerador, siguiendo las luces traseras que parpadean en la distancia. Ni siquiera parece que se han dado cuenta de que