Martes, 05, Junio, 2029.
Bárbara.
Camino con pasos decidido por el instituto, mis tacones resuenan por los pasillos llamando la atención de los estudiantes que me observan pasar sin disimular un poco, adolescentes hormonales niego llegando al despacho del director y la secretaria me mira reconociendo mi cara para después llamar al director, a mi izquierda se encuentra dos gemelos que me miran con expresiones arrepentidas, niego sin hablar mientras respiro profundo para no gritar, la puerta se abre y el director me deja pasar con una sonrisa muy hipócrita.
Luego de una larga charla, consejos de como criar, educar y todo lo que le tiene que decir el director a un representante sobre sus hijos, salgo y miro a los chicos con una sola mirada hace que se levanten de la silla de metal y me sigan, sé por experiencia que se deben de estar dándose miradas y hablando en señas secretas, propios de gemelos, al llegar a mi carro se suben, uno de copiloto y el otro en la parte trasera.
Ya dentro del carro después de respirar, suspirar y pensar las palabras adecuadas, exploto gritando de frustración y estrés asustando a los chicos.
— ¡¿En que estaban pensando cuando decidieron hacer explotar el salón de biologia?! — grite, ambos chicos se escogieron aun mas en sus lugares.
— Mamá, te podemos explicar cómo fue, claro, si nos dejas explicar cómo fue. — dijo Cole, el gemelo que se encuentra sentado de copiloto, lo miro y vuelvo a mirar la calle, suspiro antes de arrancar prendiendo el motor para ir al mercado y luego a casa.
— Habla, que no tengo todo el día para sus bromas de mal gusto. — Suspira y mira a su hermano gemelo que se encuentra en el asiento trasero.
— La explosión tiene nombre y apellido, mamma. — Explica Thomas, tener gemelos era y es complicado, realmente complicado pero agradecía a Dios por no mandarme trillizos, asi que no me quejaba mucho por mi par de chicos morenos, ojos azules y cabellos negros alborotados.
— No sé si te suene este tipo James Ryan. — Mire por el retrovisor a Thomas para que continuara, se aclaró la garganta para proseguir pero lo interrumpo.
— ¿Entonces?, que tiene que ver el hijo del socio de Daniel.
Daniel era mi novio de hace un año, aunque lleváramos ya un año no íbamos tan en serio y los chicos lo odiaban por razones que no querian decirme pero no podia dejarlo luego de lo que hizo, gracias a él conseguí un buen trabajo, aunque no pagaba mucho pero cubre todo los gastos necesarios como para mantenerme a mí y a los chicos.
— Eso te lo respondo yo, Bárbara. — Mire a Cole y suspiro viendo la calle esperando que el semáforo diera en verde.
— ¡Vayan al grano, chicos! — gritan quejándose por mi grito, Thomas se acerca hacia adelante y ambos me miran.
— Pues el ragazzo nos ofendió por no tener padre, ¿Entiendes ahora por qué explotamos el salón de biologia, madre?
— Ahora que lo pienso, ¿Y nuestro padre? — el semáforo dio en verde, acelere y frene a la vez haciendo que la camioneta de atrás chocara con mi pequeño carro.
Cole se fuera hacia al frente y se pegara con el vidrio quejándose por el golpe.
— ¿Su padre? — Pregunte mirándolo a ambos nerviosa, Thomas cruzado de brazos y Cole con una mano en la cabeza quejadose del golpe, ambos esperando una respuesta bien explicada y sin excusas.
Suspiro mirando por el retrovisor como salía el dueño de la camioneta que chocó con mi pobre auto, espero que el daño no sea muy grande.
Acomodo mi cabello y con toda mi dignidad salgo del carro a negociar, por que plata no tengo en estos momentos no la suficiente como para pagar los daños causados, no puedo endeudame cuando tengo dos niños que dependen de mí.
— Disculpe por el daño causado, no sabia que cosa pasaba por mi cabeza y... — el hombre cargaba un traje gris que le quedaba a la medida, lo miro a los ojos, azules como el cielo, un cielo muy conocido — Dios...
El hombre frente a mis ojos era más que nada el padre de mis gemelos, el karma ha tocado mi puerta después de 10 años.
Seguia siendo el mismo hombre que conocí pero mas varonil con los hombros mas ancho, desde su cabello ondulado castaño, sus cejas pobladas, sus azulados ojos como el mismo cielo, su nariz perfilada, sus labios semi rosados que conbina con su piel blanca, su mandibula cuadrada, el hombre era el mismisimo Dios griego.
— ¿Bárbara? — pregunta haciendome regresar a la realidad, trago saliva sin poder hablar bien, mi corazón empezó acelerarse cuando empieza acercase.
— Mamma, creo que me rompí la cabeza. — dice Cole sacando la cabeza por la ventana del carro por el lado del piloto, lo miro mostrarme la mano con sangre y entre en un segundo shock. — Yo... yo... me... tengo que ir.
Entro al carro rapido y saco un pañuelo para la herida de Cole, Thomas no deja de mirar al hombre que aún está parado y arranco el motor para ir a emergencia.
— Ese es el mismo hombre de la foto que tienes en una caja guardada en el closet, ¿no es así, Bárbara? — genial, que específico y encima celoso. — ¿Desde cuándo revisas mis cosas?
Se encoge de brazos sin darle importancia.
Vuelvo a mirar por el retrovisor y niego.
¿Por qué volvió?
¿Por qué nos teniamos que encontrar de esta manera?
¿Se dio cuenta de los gemelos?
No es que se parezcan tanto a él o ¿Si?
Pero lo más importante aqui es...
¿Cómo le explico a mis chicos que su padre regresó?
Vaya karma me ha tocado, si sabia que podía regresar en cualquier momento, estaba conciente de eso pero no queria que fuera tan de pronto, aun no me encontraba preparada para verlo a los ojos y enfrentarlo de alguna manera, ya no puedo escapar mas porque de alguna forma me lograra encontrar.
Sé que estoy siendo cobarde pero lo odio, lo odio por todo el infierno que tuve que pasar, por las veces que me sentí sola y no podia dar mas, y cuando creí que iba a morir y dejar solos a mis chicos, lo odio por eso y por mucho mas a él.
"El tiempo no borra, el tiempo ubica" — Avenida 749
BárbaraCole comía una paleta de caramelo mientras el doctor le cosía la frente dejándole tres puntos gracias al golpe que se dio, me encontraba angustiada y asustada tanto por lo que le había pasado a mi pequeño como el encuentro con Milán en ese pequeño accidente, debia tranquilizarme de una u otra manera.— Eres un buen chico. — Le felicitaba el doctor que aparentaba unos 30 años, aunque a Cole no le haya dolido cuando le cosieron la herida a mí me parecía dar de todo.— Ay mi niño, ¿Cuántas veces te tengo que repetir que uses cinturón de seguridad?El doctor se reía por la mueca que hacía, igualita a la de... Dios, no puedo ponerme así de la nada, tengo novio y debo respetarlo, es mas ya debe de estar casado e incluso tiene hijos y...— Señorita... — Niego y
Milán.Después de 8 años buscándola y terminar perdiendo las esperanzas, cansándome así de buscarla para después 2 años ella aparezca de la nada, más hermosa, más madura pero su nerviosismo y timidez aun la caracterizaban, apenas la vi bajar de aquel carro el corazón no paró de latir, la garganta se me seco y mis manos sudaban, me sentía un adolescente nervioso por su Crush.Me miró sorprendida e incluso más nerviosa y asustada, mi abuelo ya no estaba aquí para hacerle daño, no entendía su reacción, no la iba juzgar ni reclamar nada.— ¿Bárbara? — Pregunto, sintiendo que es solo una ilusión que mi mente me está jugando.— Mamma, creo que me rompí la cabeza. — dice un chico, miro su auto y veo que el chico saca la cabeza por la ventana del ca
Miercoles 05, Junio, 2029.Bárbara.Arreglo la corbata gris de Thomas mientras Cole peina su cabello a pesar de tenerlo semi rulo, rueda sus ojos azulados al ver que su cabello no colabora, tira el peine suspirando con pesar por no poder controlar su propio cabello, niego sonriendo, me levanto luego de terminar con Thomas, el pelinegro toma el peine que botó Cole y se peina, el pobre al ver eso grita de frustración, río silenciosamente camino a buscar unos zapatos negro con tacón bajo en la maleta que prepare anoche cuando mi abuela llamó.— Me pregunto c
Jueves 06, Junio, 2029.Bárbara.Otro día más.Respiro antes de salir de mi carro para subir el elevador y ir a recoger mis cosas porque me despidieron, todo porque el hijo de mi jefe fue de chismoso a decirle a su padre que mis niños le hicieron algo, pero bueno, no me puedo molestar por algo asi, sé muy bien que mis chicos son buenos pero traviesos, eso no lo niego
Milán.Conduzco mientras escucho como mi abuela se queja de como deje plantada a la tal Natalie o era Andrea, no me acuerdo, simplemente escucho como se queja y me grita en italiano, ruedo los ojos ya harto de que ande de cupido conmigo, algo debe de saber ella sobre la herencia que dejó mi abuelo, claro que el testamento la nombran pero no es gran cosa lo que ha quedado a su nombre, una casa en las costas de Italia, una cabaña cerca del lago en Texas y un yate aquí en España, no es gran cosa, pues.— Ya, abuela, no es para...— ¡Non parlarmi in spagnolo, ragazzo!— me grita interrumpiéndome en italiano, ruedo los ojos por quinta vez desde que salimos de la mansión—Non mi interessano quelle donne che cerchi di presentarmi, nonna.Le explico, solo rueda los ojos sin seguir el tema, aparco la camioneta atrás de un carr
Sábado 08, Junio, 2029.Milán.7:00 a.m.Mi teléfono suena en alguna parte de mi cuarto, era sábado, no tenia que trabajar, me lanzan el teléfono desde el piso y observo a un Alvaro malhumorado tapadonse la cabeza con la sabana, contesto al numero desconocido.— ¿Señor Milán? — escucho la voz de un niño.— ¿Si? — respondo medio dormido.— Soy Cole Sol, el hijo de Bárbara...Me siento mejor en la cama abriendo bien los ojos viendo
Bárbara.Miro la puerta de la habitación de Milán, toco mis labios y suspiro resignada por haberme dejado llevar por las ganas que aun le tengo a ese ser, entro al elevador, presionando el botón de mi piso, se abre las puertas y salgo, camino hasta la habitación, abro la puerta entro y cierro.Me quito mis tacones mirando como duermen los chicos en una cama, camino a mi cama y me siento pensando que hubiera pasado si le dijera que tiene hijos...Me acuesto mirando el techo pensando si había sido cobarde o estuvo mal de mi parte haberme ido asi cuando me invitó a cenar.Salia del hotel con Milán, habíadudado un poco antes de salir con él, en cuanto llegamos al restaurant donde hablaríamoscon calma Daniel me llama diciendo que los chicos no queríanabrirle la puerta y preguntaba el por qué no estabaahí,
Miércoles, 11, Julio, 2029.Milán.La puerta de la oficina es tocada, levanto la mirada de la computadora para ver a Miranda que entraba a entregarme una carpeta la cual tenia grabado "Contrato de Matrimonio", la castaña se va cerrando la puerta sin decir nada, me echo hacia atrás en la silla mirando la carpeta azul, recordando que no me he encontrado con Bárbara desde el viaje a Italia, desde que me dejó en la habitación luego de pedirme que no me cruzará mas por su camino.Me pregunto que estará haciendo y en que momento nos volveremos a cruzar, no he recurrido a un detective por respetar su privacidad pero ahora es de vida o muerte, Carlos me escribió que Andrew le había llamado por la herencia, al leer eso terminé lanzando el nuevo teléfono al piso, por suerte tenia otra nuevo en el cajón del escritorio, llamo