Milán.
Domingo, 23, Mayo, 2038.
Observo el gran jardín que tiene la mansión, miro a mi hermano y suspiro.
— Tienes que decirle a Bar... — niego — Tienes que hacerlo, Milán, tenemos que atrapar a esa loca — asiento dándole la razón a mi hermano.
— ¿Decirme que? — pregunta Bar saliendo de la casa, trago saliva y Cole solo se levanta de la silla donde estaba sentado.
— Siéntate aquí, Milán tiene algo que contar, ¿no, hermanito? — lo miro con ganas de matarlo y se va, Bar se sienta y espera a que hable.
— Sé quién mató a tu abuela — asiente para que continúe — Andrew mandó a alguien para que la asesinaran, cuando me entere de esto, Violeta intento detenerme de no ir hablar con los detectives hasta que not&e
Andrew.Sábado, 9, Marzo, 2030.Miro desde mi carro como Lalo le entrega el sobre con fotos al abogado Carlos, sonrío cuando su carro entra a la mansión de Milán y Lalo regresa al auto, se mete en la parte trasera y Violeta sentada en el asiento del copiloto niega.— ¿Crees que Milán pida el divorcio a la sirvienta esa luego del que el abogado se lo muestre? — pregunta Violeta mirando la entrada, asiento, arranco y nos vamos.— Solo espera unos días, cuando Bar regrese de su viaje ya Milán estará más decidido a divorciarse, la inseguridad es uno de sus puntos débiles, ten en cuenta eso, preciosa — asiente, conduzco a un barrio bajo — Gracias por el trabajo, Lalo, aquí está tu paga de hoy — el chico asiente y se baja llevándose el sobre que le di.Vuelvo a conducir Violeta parece call
Bárbara.Lunes, 24, abril, 2038.Todos salimos por la mañana a nuestros trabajos, Milán se queda junto a los gemelos, Deborah, Miranda y Álvaro, me encontraba intranquila al salir de la casa pero George me tranquilizó con que todos nos iríamos juntos a la casa, así que transcurrió toda la mañana de trabajo en trabajo.— Puedes irte, mi hermano te espera abajo — avisa Galileo, me levanto y tomo mi bolso, lo abrazo y me voy — Ten cuidado…Entro al elevador y recibo un mensaje de Thomas que regrese a casa, fruncí mis cejas confundida y salgo con paso apresurados a la salida, veo el carro de George estacionado y corro hacia él, entro de copiloto y veo a mi cuñado junto a David que parece estar preocupado por algo.— David… — me mira y niega — Sera mejor que me diga que está
Bárbara.Sábado, 1, mayo, 2038.Miraba los árboles y el cielo desde el carro en movimiento, ya podía sentir la brisa salada de la playa, el ritmo de la música que transmitía la radio del carro me hacía sentir estar en una película por más tonto que sonaba.Un roce en la pierna me hace dejar de ver el paisaje y mirar a Milán conduciendo, me sonríe y le sonrío, miro por el retrovisor y los chicos duermen, suspiro e intento dormir un rato mientras llegamos a nuestro destino.— Bar… — abro un ojo mirándolo — Ti amo…— Anche io ti amo molto, Milán — sonríe tomando mi mano y la besa sin dejar de mirar al frente — Me siento culpable… — me mira y vuelve a mirar la carretera negando.— No tienes la culpa de que George arriesgara su vida por la tu
Violeta.Sábado, 9, Marzo, 2030.Nerviosa miraba como el chico quien trabaja para Andrew le entrega algo al abogado que se encuentra en la entrada de la mansión, ni quiero morderme las uñas y solo niego cuando apenas se montan el chico al carro.Andrew sonríe cuando el carro del abogado entra a la mansión de Milán.— ¿Crees que Milán pida el divorcio a la sirvienta esa luego del que el abogado se lo muestre? — pregunto sin dejar de mirar por donde se fue el carro, trago saliva cuando el rubio asiente, arranca y nos vamos del lugar para no dar sospecha.— Solo espera unos días, cuando Bar regrese de su viaje ya Milán estará más decidido a divorciarse, la inseguridad es uno de sus puntos débiles, ten en cuenta eso, preciosa — asiento creyendo en sus palabras mientras conduce a un barrio bajo
Violeta.Jueves 18, marzo, 2038.03:25 a.m.Pasaron dos años desde que Milán despertó de su coma, dos hermosos años juntos como pareja, era mi gran oportunidad de amarrarlo a mí a como diera lugar, por fin iba a obtener todo lo que siempre he querido en esta vida, Milán era a quien siempre he querido desde el inicio y por fin lo esposaría.Cuando Milán regresó al trabajo hice que despidieran a Miranda y contratara a mi hermano, tenía que ser precavida con cualquiera e hice que no le hablaran de nada a Milán sobre su pasado mintiendo con que el pobre se quería matar porque Bar lo dejó lo aceptaron pa no herir a su amigo, saliéndome con la mía como debía.Todo iba bien de acuerdo con mi plan hasta hace unos días que parecía pensativo, más de lo normal. Observo a mi lado
Bárbara.Martes, 1, junio, 2038.Empacaba la maleta mirando la hora, todos estos días, Milán no ha dejado de convencerme todos estos días para que no me vaya, pero no podía hacer nada ya tenía los pasajes pagados y agendados para hoy más cuando mis tíos y abuelos están preocupado por lo que pasó en la casa de mi abuela gracias a las noticias que pasaron en la televisión, así que tenía que regresar.Siento la mirada de Milán y lo miro, me hace cara de cachorro abandonado y ruedo los ojos siguiendo con lo mío, entro y salgo del baño, del closet y de la habitación buscando todo y que nada se me quede.— No te vayas, Bar, me sentiré solito y no tengo quien me de mimos&
Bárbara.Viernes, 30, julio, 2038.Reviso unos datos que necesitaba para hacer mejor los diseños del juego cuando escucho una serenata, así, una serenata, unos hombres con traes de mariachis entraban al lugar, todos se levantan de sus sillas mirando a quien le habían traído serenata al trabajo o quien cumplía años.Pero me equivocaba cuando vi a Milán entrar a la oficina con un traje de marca ceñido al cuerpo y el cabello bien peinada haciéndolo más guapos aún, tenia casi un mes sin verlos, ya lo empezaba a extrañas.¿Acaso estoy soñando despierta por que lo extraño demasiado?
Sonrío y salgo de la habitación, bajo y me siento en la sala de la nueva casa que tiene Cole con Miranda en donde viven juntos, la casa de la abuela de Bar fue vendida, después de todo, nadie quería regresar ahí y con el dinero de está Cole compro está casa a pesar de que insistió en no aceptar el dinero que Bar le daba de la casa.— La casa es bien bonita, es más pequeña pero es espaciosa si lo mira bien — dice Bar, asiento dándole razón de eso.— Bueno, vamos que se hace tarde — dice por fin mi hermano, lo veo algo rojo pero no le pongo cuidado sabiendo que fue lo que pasó en la habitación cuando me fui.Salimos de la casa, Bar tenía en brazos al pequeño de Giorgio quien pronto cumplirá 1 años pero lo suficiente grande para decir una que otra palabra.Los gemelos se encontraban en la camioneta escuchando a