Capítulo 58

Estaba peleando al frente de la casa, cuando escuchamos el teléfono de la casa. Gustavo se extrañó y fue a atenderlo.  Al cabo de 5 minutos, regresó algo triste. No sabíamos qué había pasado, pero expresión decía que no era nada bueno. Me preguntaba que podría ser. Lidia, en cambio parecía haber averiguado que sucedía, ya que pude sentir sus emociones envolviéndome, pero se mantenía impasible. 

“Nos moveremos a la arena es hora de marcharnos”, dijo Lidia usando el link. Enfoqué mi mirada nuevamente en ella y pregunté en voz alta, “¿qué?”. Gustavo levantó una ceja en mi direcci&oa

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