—¿Por qué habrías de sentirte mal, cariño? —preguntó Lidia desde donde estaba. Su pregunta me sobresaltó, ya que no esperaba que me hablara en voz alta. Sonriendo, agregó —: Sin ningún problema puedo pelear contigo más tarde.
Mi boca cayó abierta, no estaba hablando de que me sentía mal porque ella iba a pelear con él. Sino porque a Gustavo se lo veía mucho más emocionado de pelear contra ella que contra mí. Lidia lanzó una carcajada mientras me observaba,
Me di la vuelta rápidamente, preparada para lanzar al suelo a la persona que me había reconocido y salir corriendo de donde estaba. Lo primero que noté fue a lo bien vestida que estaba la chica que había llamado a mi nombre. Llevaba una falda suelta blanca, con una chaqueta jean celeste y un par de botines color café. Me miraba con ansias. Si es que la conocía, no recordaba quien era. Tenía al menos unos 10 centímetros más que mí, ojos entre verdes y azules con una cabellera oscura, lisa y larga.—Disculpa, ¿me has llamado? —pregunté, para asegurarme de que no estaba escuchando cosas. Cinco horas después no me quedaba ni una pizca de energía en mí. Estaba tan cansada hasta el punto de que a duras penas podía quejarme. Lidia me miraba complacida, pues me había estado esforzando tanto como podía.—Cariño, tenemos que hacer con esa resistencia tuya —dijoLidia, quien seguía de pie y parecía que nada hubiese pasado.—No sé cómo lo haces. Estás como si no hubieses hecho nada —comenté, tomando bocanadas enteras de aire. Capítulo 44
Aún no obtenía respuesta. Y habían pasado como 8 horas en la tierra desde la última vez que me había respondido. Suspiré, algo frustrada. Sin embargo, aquel sentimiento no duró demasiado ya que poco a poco entré en un sueño profundo.Estaba sola en la habitación y no podía sentir la presencia de Lidia, ni sus pensamientos. Nada. Me levanté rápidamente. Podía sentir que algo estaba mal, pero no sabía qué con exactitud. Sin embargo, estaba bastante segura de que seguramente te
—¿Cómo es ella? —preguntó Blake. Me quedé observando a Lidia detenidamente, para buscar las palabras correctas que me permitieran definirla en pocas palabras, pero era casi imposible. Sabía que Blake no me estaba pidiendo una descripción física de cómo era Lidia, sino más bien su personalidad y lo que la hacía especial. Pensé en lo que ella representaba para mí y en el hecho de quehabía sido un apoyo constante para mis padres y para mí años atrás. Desconocía por qué no se había acercado a mi durante todos estos años, pero me bastaba con que haya regresado justo en el momento preciso en que mis recuerdos regresaron.
¡Hola! Espero que se encuentren todos bien. Por favor, cuidense mucho ¿sí? Había estado tratando de actualizar tanto cómo podía. Sin embargo, hay situaciones inesperadas y a veces inevitables que no se pueden pasar por alto, razón por la que estaré fuera el resto del mes. Lamento mucho esto, ya que había prometido con anterioridad publicar cada cápitulo tan pronto como me fuese posible, diariamente, basicamente. Les pido me disculpen. Tan pronto como solucione el problema que me surgió estaré de vuelta. Espero haberlo resuelto para el principio del proximo mes, cómo tarde. Disculpenme por fallarles y de igual manera espero su comprensión. Los quiero y gracias por leerme. <3
— Entonces, una clase rápida y empezarás a practicarlo después para ir a la Arena. No quiero que termines abriendo el portal en algún lugar donde haya mucha gente. Ya sean, ángeles o demonios o en el mejor de los casos en el mundo humano, no humanosrodeandonos—murmuró primero y luego tomar más aire, añadió —: Cariño, asumo que ya has notado que la base de estas habilidades está en mantener un equilibrio entre las dos esencias que tenemos dentro. Seguramente, la razón por la que no puedes escuchar lo que está pasando con la persona es porque no está completamente en equilibrio o en el peor de los casos, está completamente en desequilibrio —explicó Lidia, mientras yo la observaba atentamente. Recordé las ocasiones en las que había tratado de ver
Pasé durante los próximos días recordando el día que había ido a la tierra y había visto a Blake. Sus abrazos, sus labios, sus besos y sus palabras. Lo extrañaba muchísimo, lo extrañaba demasiado, pero no podía darme el gusto de visitarlo cada vez que lo hacía, porque cada minuto que pasaba en la tierra era literalmente oro aquí. En esos minutos podría aprender un nuevo movimiento o dominar alguna técnica. Me frustraba el no poder ir y abrazarlo cuando se me antojaba, pero su presencia en mi mente me daba la fuerza suficiente para seguir adelante y mejorar en cada aspecto de mí. Quería protegerlo de todo mal. Quería mantenerlo a salvo de cualquier posible peligro que pudie
Último capítulo