Al escuchar aquella voz, a Ross se le erizó toda la piel, se puso muy nerviosa y la respiración se le aceleró, «¿esto no me puede estar pasando?, ¿por qué tenía que aparecer?», pensó mientras ve de re ojos. Enseguida el hombre repite sus palabras.— ¿Algún problema, Ross? —dijo el hombre casi al oído de ella, ella se voltea drásticamente, chocando la cabeza contra la mejilla del sujeto.— Discúlpeme, sé… señor Jobs —dijo y bajó la cara de vergüenza por lo que había sucedido. Aunque él le dijo que no pasó nada aquella noche, ella sabe que si. — No se preocupe, fue mi culpa por haberme acercado de esa forma. Lo que si no le permito es que, me vuelva a llamar señor, entre nosotros hay una relación más cercana, y espero que nos acerquemos aún más —dijo y le sonrió con picardía.— Discúlpeme, es que no me acostumbro, después de todo, usted es mi jefe y siento como si fuese una falta de respeto el llamarlo por su nombre —expresó sin dejar de verlo a la cara, después de aquella noche el
Alex, se encontraba compartiendo con sus hijos, cuando suena el timbre. De forma espontánea, se levanta para abrir la puerta, es allí donde puede notar a un hombre alto de buena apariencia preguntando por Ross.— Buenas noches, con la señora Wolff —dijo el hombre en la puerta.— Señora Pons, no se equivoque, ella todavía está casada conmigo, ¿qué desea? —expresó Alex con una mirada sombría y un tono áspero.— Señor, el auto de la señora Ross, quedó accidentado en la empresa y lo dejó revisando. La condición fue que se lo trajera cuando estuviera listo y aquí me tiene, ya el carro se encuentra funcional y puede ser usado el día de mañana —explicó el hombre sin inmutarse por la actitud de Alex. Para ese entonces, Ross, se asoma para saber quién estaba tocando el timbre, a no lograr ver nada, pregunta de forma apresurada.— Alex, ¿quién vino a esta hora? —grito desde la parte superior de la casa, se estaba terminando de arreglar.— Es un sujeto que desconozco, te trae las llaves del
A medida que los días pasan, a Ross, se le hace el trabajo más pesado. Todo gracias a que Antoni se ha encargado de asignarle una gran cantidad de deberes, para que compense las horas que tiene menos. Para ese momento, ella se siente ofuscada. «Me sale mejor cumplir con mi horario de oficina. Si no fuera por el hecho de no llegar a tiempo a buscar a mis hijos al colegio, habría renunciado a este privilegio», pensó, mientras se ahogaba en el trabajo que tenía que realizar. Con el transcurrir del tiempo, el trabajo que se le asignaba, se le iba acumulando. Es por ello, que sentía que no podía más. Solo quería renunciar y que sus obligaciones volvieran a la normalidad. «¿Será que nunca voy a terminar con todos estos diseños y arreglos?» musito, «debo continuar, por mis hijos, debo buscarlos a tiempo». Esa tarde, Antoni le lleva más diseños que arreglar. — Señora Pons, espero me tengas listo todos los diseños que le di para mejorar, deben estar listo a más tardar esta tarde. Esos s
Los días que siguieron, fueron un poco extraños para Ross. Durante un tiempo, ella recibía presentes en la mañana y su trabajo disminuyó considerablemente. Para ella, todas esas consideraciones eran favorables, a Ross, no le estaba gustando, debido a que, le estaba ocasionando enemistades con los compañeros de trabajo. Después de mucho analizar la situación, Ross, se encuentra decidida a hablar con Elon, no quiere que sigan corriendo esos comentarios acerca de ellos y la forma de manejar las cosas. Después de lo que ocurrió en la oficina de Antoni, nada volvió a ser lo mismo.Al ver que no tenía noticias de Elon, decide llamarlo, pero no respondía, por lo que decide dejarle una nota de voz, «espero me responda en cualquier momento, lo que está ocurriendo aquí, no me gusta para nada», pensó. Durante el resto de la faena no tuvo más inconveniente, salió a su hora privilegiada y se dispuso a buscar a sus hijos en el colegio. A pesar de que no estaba presentando inconvenientes, tenía
A pesar de que ya Alex no se encontraba en el restaurante, la situación de Ross, no era nada fácil, puesto que sus hijos le estaban reclamando el hecho de que su padre se había ido y ella se encontraba con ese señor, que ellos no conocían.— Voy a pagar mi cuenta y me voy —dijo Ross en medio de su desesperación, solo quiere que esa noche termine y todo vuelva a la normalidad.— Permíteme que te lleve, así puedo compartir un poco con los pequeños, esta es una gran oportunidad — está comentando Elon, cuando Andrea interrumpe casi a gritos.— Yo no quiero que este señor vaya con nosotros, quiero a mi papá, por eso es que no quiere regresar con él, porque estás saliendo con este señor.— Andrea, por favor, deja los gritos que estamos en un lugar público —dijo Ross con seriedad. Luego se voltea a ver a Elon con tristeza en sus ojos— no es buen momento, esto es algo que debe ir poco a poco, mira cómo se ponen mis hijos, no les quiero hacer daño. Dicho esas palabras, agarra a cada uno de lo
Al estar con sus hijos, Ross siente una tranquilidad única por lo que vuelve a sonreír. Los días siguientes pasaron con normalidad, por lo que ella bajó la guardia y comenzó a hacer su vida de forma habitual. No pasan muchos días cuando le llegan dos sobres a la oficina, «¿qué es esto?, espero que sean buenas noticias, es de los tribunales, ¿será que Alex, aceptó el divorcio?, por lo menos ya está claro que no vamos a volver», pensó a medida que abría el paquete, y al leer el contenido estaba en lo cierto. Se percata que había otro sobre, que también abrió, al ver lo que decía, Ross, se preocupó, «ese desgraciado va a pelear la custodia de mis hijos, no se lo voy a permitir, los pequeños siempre están mejor con su madre, ¿quién mejor que yo para cuidarlos?, son MIS HIJOS», se dijo y enseguida agarró el teléfono.— Aló, amiga, ya recibí la sentencia de divorcio firmada por Alex, y con ella una citación de los tribunales, él quiere pelear la custodia de mis hijos—dijo Ross, mientras
Una vez que están de acuerdo en casarse, Ross y Elon, comenzaron a compartir un poco más y a preparar el matrimonio. Este evento se va a celebrar dentro de quince días. Los comentarios que comenzaron a surgir fueron fuertes, sin embargo, a Ross no le importa el qué dirán, lo único que quiere es estar de nuevo con sus hijos.La chica estaba dispuesta a hacer cualquier cosa, contar estar de nuevo con sus hijos, ella no soporta la idea de no verlos a diario y compartir con ellos. De igual forma, a ella le encanta ese hombre, por lo que no va a resultar un sacrificio muy grande.Llegó la fecha planificada, todos se encuentran ocupados en los preparativos. La decoración del matrimonio es sencilla, puesto que tenían poco tiempo para los preparativos. Así mismo, son pocos los que tuvieron el privilegio de ser invitados, algo que incómodo a Elon, por el hecho de que a él le gusta sobresalir en las redes sociales. Esto causó una controversia en la pareja.— Nuestro matrimonio tenía que ser
Después de varias horas en el hospital, lograron controlar la fiebre. Sin embargo, a la pequeña le mandaron a realizar varios estudios para poder determinar, ¿qué fue lo que le provocó la calentura? Por fortuna, ya se encontraba mejor, aunque estaba en observación, debido a que, se quieren evitar complicaciones.Una vez que la pequeña estaba estable, la dieron de alta. En ese momento, Ross se quiere llevar a sus hijos con ella, de esa forma poder prestarle la atención que ellos necesitan. Es por ello que decide hablar con su expareja.— Alex, me voy a llevar a Andrea y Robert, de esa forma los atiendo mientras ella mejora, en este momento tengo el tiempo libre para dedicárselo —dijo mientras agarra a su hija por la mano y busca a Robert con la mirada.— No, Ross, ellos se van conmigo —dijo Alex y agarró a Andrea tan fuerte que casi la tumba y luego continuar diciendo— aquí está las indicaciones con los medicamentos que le debes de comprar —y procedió a entregarle las órdenes dada por