NoahTercer y último día del Festival. Si soy sincero, no tenía hoy ni la más mínima energía para venir. Lo que pasó esta tarde con Oslin me ha dejado en un estado de estupefacción tan grande solo comparable cuando me enteré de los estados de salud de mi padre y abuelo. Me sentí igual de inútil e inservible a pesar de todos mis conocimientos, contactos y cerebro. ¿Qué carajos me pasó? Busco y busco las justificaciones de mis actos, pero no las encuentro ¿Qué desató esa corriente e impulso en mi cuerpo? ¿Su aroma? ¿Su actitud?… No lo sé…Sentado en la misma silla que el primer día, con Yoyce; Erin y Lina, esperamos el inicio del último día del festival, sin embargo, mi cerebro se encontraba embotado de tanto pensar y pensar. ¿Me está gustando Luna? ¿Estoy sufriendo de síndrome de Estocolmo o algo parecido que me hace verla de manera diferente? –¿Te sientes bien, amo? –La dulce voz de Yoyce me saca de mis pensamientos–. Parece que no estás con nosotras hoy…–Seguro ha de ser un dom dr
Puedo sentir la lentitud de su respiración al momento en que bajo mi cabeza y nuestras narices se topan. Por un instante dudo y trago fuerte porque soy consciente que me puedo meter en la boca del lobo, pero…–Empieza a demostrar lo que vales –murmuró desafiante sobre mis labios incrementando mi deseo por ella… y por Luna…–. Dime qué me harías si yo te dejase…Su aliento mostraba las ganas que tenía pegando fuerte en mi rostro hasta tornarse en un adictivo reemplazo del oxígeno. Tragué grueso, con dificultad, y mi mano temblaba suplicándome un deseo al sentirla a nada de mí.–Tengo ganas de agarrar tu cuello y apretarlo lentamente mientras estoy besando tus labios y recorro toda mi boca hacia abajo… –digo dejándome llevar por este remolino de ganas, provocación y algo más–. Quiero probar cada centímetro de tu piel expuesta, quiero quitarme las ganas que tengo de tocarte toda, de asquerosamente dedearte, chuparte, comerte, probarte… Que te sientes en mi cara hasta que te vengas una y o
Luna–¡Mis pequeñines!Falaris y Mao comenzaron a nadar hacia mí de forma ascendente, eso solo quiere decir una cosa y es que les encienda sus luces, lo que no tardo en hacer. Desde que Oz instaló las nuevas se ponen muy felices y nadan con mayor energía, supongo que en parte es como dice Meier, tal vez tengan un poco de diva y más considerando que fueron escogidos por Oz.–Por cierto, ¿no han visto a Meier? No escuché la puerta de su cuarto cerrarse anoche –les pregunté en lo que les daba algunos insectos semi congelados.De pronto Falaris toma una piedra arrojándola hacia la entrada y da un fuerte coletazo arrojando agua con furia dejándome desconcertada, pero si algo he aprendido en este tiempo es que él no tolera a Meier y viceversa, no obstante, el que tenga esa actitud puede significar una cosa, así que me dispongo a terminar de darles su merienda y subo al cuarto de Noah, toqué, pero no hubo respuesta.Estaba insegura de hacerlo y justo antes de abrir la puerta de su recámara,
LunaEn mi afán por ir al baño había olvidado el abrigo en el consultorio, preferí no recogerlo el mismo día, sino que le avisé a mi sexy doctor que iría ayer por él para encontrarme de nuevo con Meier, obvio armé nuevamente el numerito con Ares quien estaba esperando mi señal y en cuanto supe que iba de salida volví a lanzarme a los brazos de él asegurándome que Meier nos viera. La confusión y el desagrado le salían por los poros y ese era el mejor trago que pude darme por lo que hizo.Para hoy tenía una sorpresa preparada, mi querido doctor dijo que quería tener una sesión activa para el viernes y es justo lo que daré. Sonó el timbre y acomodé mi short dejándolo más corto que, en combinación con mi blusa que marcaba todos mis atributos de la forma más sensual posible, serían la primera arma perfecta. Salí corriendo recibiendo a Ares en un increíble beso y en eso Meier va llegando a casa viendo la escena con una cara de portada.–¿Luna? –Su voz titubeó por unos segundos, pero fue com
Noah–¿Averiguaste algo, querida? Mi personalidad radiante y perfecta, esa máscara que tantos años me ha acompañado y que ha sido extremadamente útil es la que reina en este momento. Amalia, la mujer que tengo enfrente que es de las más pros en esto del rastreo y la seguridad de la clínica, se sonroja a medida que acerco mi rostro de manera peligrosa a su humanidad. Lo noto por la forma en que juega con sus piernas y cómo me mira por encima del marco de sus lentes con nerviosismo y expectativa, mientras yo sigo concentrado en darle todo mi encanto con tal de conseguir lo que necesito.–Si, doctor, de hecho, su pulsera tiene la misma tecnología que usamos aquí en el CIS para proteger los datos, muestras y patentes…–Eres muy buena en lo que haces, Amalia –le doy mi mejor sonrisa baja bragas mientras una de mis manos acomoda su castaño cabello tras su oreja, movimiento que la crispa al instante al tenerme tan cerca–. ¿Entonces me puedes enviar al móvil la frecuencia de la gemela de est
Noah–Intenté tener su localización todo el tiempo por este tonto aparato pero no fue posible, también he intentado decirle que no ande con ese tipo porque es peligroso… No tengo pruebas y con ese tema de que son “amigos desde hace mucho tiempo”... –digo con sorna haciendo ademán de comillas con mis dedos imaginando su rostro al restregarme su relación con Ares.–Aún no me has contado lo que viste del famoso Ares que lo hace peligroso –Ely pregunta con su típica pasividad llevándose a la boca su bolígrafo. Abro la boca, pero la cierro al instante ahogándome en mi saliva. Si llego a darle detalles de esa mañana será fácil engranar el hecho de que Ares es el mismo Asmodeus y aún no sé las consecuencias de revelar la identidad de otra persona del Rabbit Hole sin su debido consentimiento, además, hay que tener en cuenta que el personaje es uno de los dueños, un peligroso traficante de armas y muy posiblemente también de drogas.–No… No puedo decirlo… También es por tu seguridad, Ely, el
LunaTras colgar la llamada me volví un mar de nervios, entre la noticia y lo ocurrido con Noah no sabía qué me atormentaba más, así que decidí darme una ducha helada, me cambié y salí percatándome que no estaba, quizás la llamada fue por algo ocurrido en su trabajo o de lo contrario no habrían insistido… o eso creo.Al no querer pensar más en él salí a dar una vuelta, pero mi cabeza seguía martillándome con los mismos dos hombres que me dejaron los nervios de punta. En mi desesperación, y tras muchas horas de caminar sin rumbo fijo, me di cuenta que estaba a pocas cuadras del consultorio, así que caminé hasta allá con la esperanza de encontrar a Vincent, quizás él podría ayudarme a entender este enredo.En cuanto el ascensor dio el aviso bajé junto a otras personas, estaba en automático y casi estrello contra la pared de no ser porque una mujer que iba de salida me detuvo. En ese momento me di cuenta que estaba en otro piso, pero al menos solo pasé la vergüenza con ella ya que no hab
Noah–¿Hermano? ¿Es decir que comparten genes o solo es la expresión?–Me habían dicho que usted era un genio, pero no lo parece –hijo de su… Cálmate Noah, respira–... A ver si le explico, los padres de Luna son los mismos que me engendraron, así que sí, compartimos genes –contestó soberbio el muy cretino.–Disculpe, es que yo no suelo besar a mis hermanos de la manera en que ustedes se besaron ayer –dije en el mismo tono que él.–Cada familia expresa el cariño a su manera ¿No le parece?No si vas tocando y metiendo la lengua hasta su garganta a lo que quiero para mí… Espera, espera, Noah… ¿Para ti?Drak Oslin es un tipo alto, casi tanto como yo, con los ojos turquesa igual que su hermana pero no tiene la condición de albinismo de Luna, lo que hace que su piel sea rosácea y el cabello blanquecino. Aun así, no puedo negar el parecido que ambos tienen, por mucho que no haya querido verlo al principio.El silencio entre nosotros es cortante, no bajo la mirada y él tampoco lo hace aunque