Lucy se encuentra en el aeropuerto, a minutos de salir hacia París. Después de lo sucedido con Jerónimo, no había vuelto a verlo en dos semanas.Le tomó varios días recuperarse. Lloraba día y noche. Le contó todo a Pedro, quien la apoyó lo mejor que pudo.—Ay, Lucy, es que no entiendes que Jerónimo se deja llevar por su orgullo —le dijo Pedro, intentando consolarla días atrás—. Ese hombre te ama con locura, de la misma forma que tú lo amas a él.—No lo parecía, Pedro. Fue tan cruel conmigo… Ni siquiera le importó que era virgen, que le entregué mi virginidad, que confié en él —respondió Lucy llorando, mientras abrazaba un helado de medio kilo intentando consolarse.—Ya no pienses más en eso, Lucy. En una semana nos vamos a París. Supéralo, aunque tendrás que verlo.—Lo sé, Pedro. Lo sé...Y así fue. Media hora después de llegar al aeropuerto, Lucy ve a Jerónimo acercarse. Va vestido de manera informal, con ropa cómoda para viajar. Sus miradas se cruzan por unos segundos, pero sus ojos
Lucy Anderson es la modelo más célebre del país. Ganadora de los certámenes de belleza más prestigiosos del mundo, con su imponente cabellera negra azabache y unos ojos azules como el cielo, despierta suspiros entre todos los hombres que la conocen. No obstante, la prensa se ensaña con ella, llevándola a aparecer en las revistas de moda más influyentes y en programas de espectáculos, por su mala conducta, su conducción bajo el efecto del alcohol, su consumo de drogas y sus escándalos con los paparazzi. Nunca, sin embargo, por sus obras de beneficencia, que realiza bajo el seudónimo de Mamá Luisa para mantener su lado humano en el anonimato. Lucy también oculta su deteriorado estado de salud, resultado de una enfermedad congénita del corazón. Los últimos exámenes médicos indican que solo un trasplante podría salvarla, pero ella se niega a la operación y ha prohibido terminantemente a sus padres y médicos que intervengan sin su consentimiento. Por ello, Lucy vive intensamente, rompien
Empieza la Semana de la Moda en Nueva York. Las modelos más exitosas, los diseñadores más renombrados y las marcas más prestigiosas del mundo se reúnen para este evento. Jerónimo, dueño de Empresas Casal, es el invitado de honor. Aunque es la primera vez que asiste, conoce a la mayoría de los presentes. Sabe que Lucy estará allí, y después de cinco años, finalmente la verá de nuevo. No puede predecir su reacción, pero está seguro de que la odia profundamente. Su plan es simple: acercarse a ella, enamorarla y luego destrozarle el corazón como ella hizo con el suyo. Jerónimo está sentado en el bar del hotel, donde se llevará a cabo una conferencia de prensa y más tarde la fiesta de bienvenida. Está bebiendo un daiquiri de frutilla cuando su teléfono comienza a sonar. Lo toma y responde: —Hola, José —saluda Jerónimo a su mejor amigo y vicepresidente de Empresas Casal, quien siempre estuvo a su lado, incluso en los peores momentos. José, miembro de una de las familias más influyentes
La fiesta está repleta de celebridades y modelos de todas las generaciones. Este evento es exclusivamente para beneficiar a la casa de niños con cáncer y enfermedades cardíacas de mamá Luisa. Nadie en la sala sabe quién es ella; mucho menos podrían imaginar que la mujer desconocida es, nada más y nada menos, que Lucy Anderson, la modelo más frívola, escandalosa y hermosa del mundo. Desde hace años, Lucy realiza estos actos de beneficencia en secreto. Solo sus amigos Pedro y Daniel conocen la verdad. Ella ama a los niños de su fundación con toda el alma y sufre inmensamente cuando uno de ellos muere a causa de estas crueles enfermedades. Todo el dinero recaudado en fiestas, subastas y de su propio bolsillo se destina a obtener mejores tratamientos, cirugías y a construir una casa de tránsito para los familiares de los niños de la fundación. Ninguno de los presentes podría imaginar que ella está detrás de esta fiesta. Para todos, siempre ha sido la modelo superficial que solo s
Alerta, alerta de spicy 🌶️🌶️ Esa semana, Lucy tiene varios compromisos: una sesión de fotos para una revista, un desfile para Antonio, un renombrado diseñador y amigo suyo, y una entrevista para un programa de televisión. Sin embargo, horas antes de la sesión de fotos, recibe una llamada de la secretaria del jefe de producción, informándole que ya no necesitan sus servicios. Han contratado a otra modelo en su lugar, probablemente Francesca Boschetto. Lo mismo ocurre con la entrevista. Solo puede asistir al desfile de Antonio, acompañada de Pedro. La primera pasada por la pasarela es en traje de baño, que le queda espectacular y que Jerónimo, desde la primera fila, no puede dejar de admirar. La segunda pasada es en un vestido azul Francia, corto adelante y largo atrás, completamente adornado con perlas, verdaderamente maravilloso. A pesar de sus escándalos, cada vez que Lucy aparece, los hombres no pueden dejar de mirarla. Varios de ellos le han hecho propuestas indecentes con gr
Durante los próximos días, Lucy no vuelve a ver a Jerónimo ni recibe una llamada de él. Es ingresada al hospital, a escondidas de la prensa, para hacerse unos exámenes de rutina y ajustar su medicación. Por suerte, después de eso se siente mejor; al menos tiene más energía, y la palidez de su rostro finalmente desaparece. Aún no puede olvidar esa increíble noche en el auto de Jerónimo. Se siente tonta por no haber hecho el amor con él, pero él se enteraría de que aún es virgen, y sería una gran vergüenza. Sigue pensando en la propuesta de trabajo de Jerónimo. Si dice que sí, ¿podrá resistirse a él? ¿Podrá resistirse a sus besos y caricias? Él le dejó claro que la deseaba, y de seguro volvería a suceder. Ella no tiene la suficiente fuerza de voluntad para detenerlo. Fue tan maravilloso ese momento: cuando la besaba, la acariciaba, la hizo llegar a ese increíble orgasmo que nunca olvidaría, cómo secaba sus lágrimas con sus caricias, y cómo la abrazó luego de estallar en llanto. ¿Podrá
El celular de Lucy vuelve a sonar insistentemente. Imagina quién está llamando. No puede seguir escondiéndose; debe atenderlo. Después de ver la nota en el canal de televisión, se desmorono por completo. Gracias a Dios está Mustafa para consolarla. Lloró desconsoladamente durante horas. ¿Cómo puede la gente pensar que ella es tan cruel como para usar a sus niños, inventando que ella misma envió las fotos a los medios para mejorar su imagen? Los periodistas siempre tergiversan todo para hacerla parecer una mala persona. Nunca quiso que descubrieran ese lugar; ahora no podrá volver a visitar a los niños. Odia con todas sus fuerzas a la prensa. El celular sigue sonando y, finalmente, atiende la llamada. — ¡Por fin logro comunicarme contigo! ¿Por qué diablos no contestabas? — grita Jerónimo al otro lado, claramente fuera de sí. — No me grites, por favor. — No sé qué intentaste hacer vendiendo esas fotos, ¡pero eres una tonta! — No vendí esas fotos. Tienes que creerme, Jerónimo.
Lucy está a punto de salir a grabar y aún se siente conmocionada por la inesperada aparición de Jerónimo. No comprende cómo se enteró de la entrevista ni por qué se opone a ella. Hasta hace unas semanas, él no mostraba interés en ella; era solo un negocio. ¿Qué ha cambiado ahora? Al entrar al estudio, Lucy ve a sus fans en la tribuna y al conductor, Ricardo González, esperándola en lujosos sillones. Ricardo se acerca con amabilidad y la invita a sentarse. —Señorita Anderson, ¡está deslumbrante! Espero que esta entrevista sea de su agrado y que se sienta muy cómoda. —¡Muchas gracias, corazón! Así será. Jerónimo está cerca del camarógrafo, observandola con inquietud. Aunque la odia, siente un impulso protector. Su contacto en el canal le mencionó un video que planean mostrar. ¿Qué contendrá ese video? Jerónimo no quiere que lastimen a Lucy, aunque sienta que lo merece por su arrogancia. Sin embargo, no puede ni va a permitirlo. —Señorita Anderson, ¿comenzamos con la entrevista?