—No tienes que quedarte, solo necesito descansar y quedarme quieta por un rato. Tienes trabajo que hacer.
—No, no me voy a ir.—Pero, ¿y tú padre?—Tu eres más importante, de ese me encargaré luego, no tengo prisa.—Siento mucho que hayas interrumpido todos tus planes por mi.—Eres una tonta, por esas cosas me dan ganas de matarte. Tu eres mi mujer y eres mucho más importante que nada. Ahora mismo la venganza me importa un huevo. Solo quiero estar junto a ti, así que no digas pendejadas y descansa—no debí decirlo.—Lo siento— bajé la cabeza.—¡Tonta! — besó mi cabeza. Nos quedamos por un rato así. Todo ha sido inesperado y doloroso para los dos. Estoy luchando dentro de mi por aguantar la tristeza que siento y no mostrarla, porque sé que Akira se—¿Te sientes bien, Akira?— preguntó Jefferson—Si, me voy para la casa.—Akira, no tienes que ocultar lo que sientes conmigo.—No siento nada. Quiero que cerremos el capítulo de mi padre por hoy.—Tengo algo que decirte, si vamos a cerrar el capítulo y no mencionarlo más debo decírtelo.—¿Qué pasa?—Yo no hubiera querido decirlo todavía, no sé cómo lo tomes y quiero pedirte disculpas por ocultarte la verdad todos estos años. Yo soy primo de Eva, lo que nos lleva a ser familia de sangre, y peor aún, estaba enamorado de tu madre, aún sabiendo que era algo imposible— me quedé en silencio, y lo miré fijamente.—¿Era eso?—pregunté, en un tono despreocupado.—Perdóname, no querí
LisaAkira regresó a la casa, se veía algo distinto. No me atrevía a preguntar si ya terminó con el trabajo.—Ya todo termino, lisa, ¿Quieres bañarte conmigo?— estaba actuando raro.—Claro — me uní en el baño con él, pero no ha querido pronunciar una palabra más. Sé que está pasando por un momento muy difícil y no quiero molestarlo con preguntas innecesarias. Me acerqué a él y lo abracé, y cerró sus ojos correspondiendo el abrazo. Podía escuchar su respiración agitada, se que necesitaba descargar lo que siente. Quisiera poder hacer algo para hacerlo sentir mejor, aunque sé que no es mucho lo que puedo hacer.—Te amo, ya todo pasó —me sujeté de su cuello para acercarlo más a mi. Se veía muy mal y no me gusta verlo así. Estuvi
Akira—Perdónenme las dos, pero no quiero que sufran más por mi culpa. Tengo mucho que hacer, luego regresaré por ustedes. Lo prometo.LisaDebo llamar a Mr. Jefferson, él no puede permitir esto. Llamé y llamé, pero nadie respondió. Él también debe estar de acuerdo, ¿Por qué? ¿Por qué nos haces esto, Akira? ¿Cómo fui tan tonta y no me di cuenta antes? ¡Que estúpida fui!Jefferson—Perdóname, lisa, no puedo responderte.Recuerdos:—¿Por qué no me disparaste a mi, Akira?—Ya fue suficiente. Ya maté a ese cabrón, no voy a acabar contigo también hoy.—¿Te das cuenta? Has cambiado. Si esto hubiera ocurrido hace años, no hubieras dudado en dispararme. ¿Aún as&
Han pasado 7 meses, desde que llegamos aquí. No he sabido nada de Akira desde entonces, ni siquiera me ha dado una llamada. Estoy segura que se comunica todo el tiempo con sus empleados, pero a nosotras ni una llamada. Kaori ha estado llamando a su padre y llora casi toda las noches. Duermo junto a ella, en la misma cama, nadie sabe el dolor que siento cuando la escucho llamar a su papá y saber que no está, me duele aún más. Nos hemos sentido muy solas, despierto muchas veces en la madrugada esperando que al despertar, esté Akira junto a mi, pero ya supongo que eso no va a ser así. No aguanto esta soledad y no saber de él me desespera.He estado concentrada en las prácticas de defensa personal, el Sr. Rick me ha a ayudado mucho. He mejorado bastante, según él. Nos extendemos con más clases porque quería aprender más cosas, añadí una rutina de ejercicios y clas
Al día siguiente—Pude comunicarme con su manager y ella aceptó. Estará llegando dentro de 2 a 3 días. El único requisito que puso fue que la buscarán en el aeropuerto, ya que nunca ha visitado este estado.—Me parece perfecto, padre. Un buen momento para acercarme a ella. La pasaré a recoger personalmente.—Una última cosa, Akira, ¿Por cuánto tiempo pretendes que se quede?—No sé, todo depende de cómo pueda lidiar con ella.—Iré manejando todo lo de la fiesta y espero que todo salga bien, Akira. Quiero que dejes esto pronto.—Aún hay mucho por atender, no te desesperes.3 días después—Estamos a ley de una hora para conocer a mi hermana, que emoción tan grande.—Tu actuaci&oacu
AkiraAl día siguiente—¿Puedo hablar con usted, Sr. Akihiro?—Por supuesto, ¿En qué puedo ayudarle, Sra. Amaya?—Quiero pedirle disculpa por lo de anoche. Me siento culpable, no debí haber tomado tanto. No acostumbro a tomar vino. ¿Será que podemos empezar de nuevo y hacer de cuenta que nada ocurrió?—Por supuesto, es un hecho. Espero se quede más tiempo disfrutando de este lugar— sonreí.—Si, planeo quedarme unas semanas. Quiero explorar el lugar, me pregunto si podría ayudarme con eso.—Claro, con mucho gusto— debo ganarme su confianza poco a poco, de no lograrlo tendré que acudir al plan B.LisaHa pasado una semana, hoy es el día que tanto he estado esperando. Tengo un plan en mente, si todo s
Al llegar al Hotel, vi que había mucho movimiento de guardias. No entiendo porqué tanta seguridad, será un problema si me rebuscan. Llamé a recepción para ver si mi amiga estaba trabajando, pero no lo estaba. Me quedé pensando en que otra opción podía tener, hasta que alcancé a ver a Kazuo, es la oportunidad que estaba esperando. Me dirigí a donde él lo más coqueta posible.—Ha pasado mucho tiempo— él se giró para ver quién le hablaba.—Dios mío, casi no la reconozco. ¿Cómo ha estado? Hace tiempo no la veo por aquí.—Había conseguido otro trabajo, es por eso que dejé el Hotel.—Estás radiante.—Gracias. ¿Puedo entrar con usted?—Eso no se pregunta— puso su brazo para que me sujetará de é
—Sírveme un trago y buscamos una solución a nuestro problema— me pidió.—Entendido—me levanté de encima de él y fui a servirle el trago. Lo serví y se lo llevé. Akira se quitó la corbata—¿Estás entrando en calor ya?— le pregunté en un tono de burla. Caminé con la intención de sentarme en la otra silla, pero me aguantó la mano y me jaló hacía él.—No te he ordenado a sentarte— amarró la corbata alrededor de mis muñecas. ¿Así que esto planea? Se levantó de la silla e hizo que me inclinara sobre el escritorio, con mi cabeza encima del maletín con el dinero.—Ya que no vas a aceptar el dinero, supongo que debo tratar de convencerte de otra forma.—¿Y cómo sería eso?—¿Debe