Kanji
—Quiero que me ayudes, Kanji. Tú, tanto como yo, odiamos a Akira y este es el momento que tanto estuvimos esperando.—No puedo hacer nada contra él ahora. Eso afectaría a lisa y lo menos que quiero es hacerle daño. Por más odio que le tenga, imaginar el golpe que sería para ella, evita que quiera hacerlo.—Ella aprenderá a vivir sin él. De igual manera, en cualquier momento lo van a matar. Tiene tantos enemigos, que no creo que sepa que fuimos nosotros.—Lin, ya lo dije. Si tú no piensas en tu madre y tu mujer, yo sí. Lo mejor será no interferir por ahora.—Ahora que su relación está destruída, si algo le sucede, no será un golpe tan fuerte para ellas. Si él no estuviera en medio, podrías ser tú quien se quede con ella, como siempre debió ser.—¿Lin? —Kaori trató de acercarse y los hombres le apuntaron a ella.—No te muevas, Kaori — la abracé contra mi pecho.—¿Qué pasa? ¿No te quitarás la capucha?— preguntó Akira.El hombre se quedó quieto por unos instantes y le hizo seña a uno de los hombres a que se le acercaran a Akira.—Tira el arma al suelo — ordenó el hombre al que le hicieron seña. Akira se quedó quieto y no hizo caso a lo que le ordenaron.—¿Eres tú, Lin? — pregunté con ese nudo en mi garganta. Su estatura y cuerpo parecían mucho, no quería creer que realmente era él. ¿Cómo nos puede estar haciendo esto? En especial a Kaori.—Te dije que tires el arma al suelo o los mataré a los tres— ordenó el otro hombre
—¿Hasta aquí puedes llegar con tal de defenderlo, mamá? Sabes lo importante que era mi hermano, y te atreves a mentir de esta forma.—Te estoy diciendo la verdad, Lin.—No le creas a tu madre, fui yo quien lo hizo, Lin— añadió Akira, parándose frente a mi—. Tu odio es contra mi, no contra ella.—Ya no más mentiras, Akira. Es la verdad lo que dije, Lin. ¿No recuerdas que tú mismo me soltaste ese último día que viste a tu hermano? El día que te pedí que fueras a cuidar a Kaori y que por nada del mundo salieras de la habitación, ¿No recuerdas?—No digas más, lisa.—Tu hermano nos tenía secuestradas, Lin. Te usó para que lograras acercarte a nosotros y poder conseguir matar a Akira. Ese era su plan, por eso nos secuestró. Tuve que matarlo
—Pueden matarlo a él si quieren, pero a nosotros no nos van hacer nada— dijo Akira.Vi unos hombres acercándose a las camionetas que llegaron con Lin; hombres vestidos de otra forma, fue cuando alcancé a ver a James en ese grupo y me sorprendí, creí que le había ocurrido algo.—Espero que de esta aprendas a no confiar en nadie, Lin— le dijo Akira en un tono bajo.James y sus hombres comenzaron a disparar, no les dio tiempo a esos hombres de reaccionar. Dejaron a uno vivo y James ordenó a que lo vigilaran.—Busquen por toda la casa que no haya nadie más— le ordenó a sus hombres—. Mi señorita, ¿Se encuentra bien?—¡James!— caminé hacia él, y lo abracé del susto que sentía por toda la situación y por habernos salvado—. ¿Dónde estabas
Lin se quedó en silencio.—Y no odies a tu madre, ella quiso defenderlos a los dos, ni modo que permitiera que los mataran. Debes aceptar de una vez, que a ninguno de nuestros hermanos le importa la familia. La sangre es agua para ellos, y tú hermano no iba a ser la excepción.—Quiero que me dejes llevar a Kaori conmigo.—Has perdido la cabeza si crees que la dejaré en manos tuyas así como así, dije que permitiría que estes con ella, pero no lejos de nosotros. Lisa necesita de ustedes; además de que ahora la vida de los dos está en riesgo, ¿Qué tanto les dijiste a ellos?—No mucho, no tuve contacto directo con ellos.—¿Quién te ayudó a contactarlos?—¿Por qué tendría que decirte?—¿Fue Kanji?—No, él no
Lisa—Quédate aquí, Kaori— me bajé del auto, y al Akira verme, se sorprendió demasiado.—¿Qué rayos haces aquí? ¿Estás bien?—Nosotras estamos bien, pero James no.—¿Nosotras? ¿Kaori está ahí?—Sí, pero no le sucedió nada. Quiso acompañar a Lin al hospital y no tuve de otra que venir detrás de ustedes.—¡Maldición! Por lo menos pudimos deshacernos de ellos, o no sé qué hubiera pasado.—Tenemos que ir al hospital, te ves muy pálido, Lin.—Sí, ha perdido mucha sangre. No te preocupes que no te vas a morir todavía, tonto— le dijo Akira.—Lo sé.Akira le ayudó a subirse al auto y Kaori vio a Lin.—
—Tenemos que salir de aquí, lisa. No sabemos si sean los hombres de mis hermanos. De ser así, tenemos problemas. Lin está herido, James está hecho polvo, y tú estás lastimada todavía. Llamaré a mis hombres, ve por Lin y Kaori.—De acuerdo, ten mucho cuidado.Entré a la habitación de Lin y les avisé.—¡Maldita sea! ¡Esto es mi culpa! — dijo Lin.—No es tiempo de culpar a nadie, tenemos que salir de aquí. Dejaremos a James, no creo que lo conozcan. Si son esa gente, es por nosotros que vienen.Lin y Kaori se levantaron y caminamos a donde Akira.—Vienen en camino, lo conveniente será esperarlos en otro lugar. No he visto movimiento de nada, pero tal parece que quieren nuestras cabezas, si o si. ¿Ahora te das cuenta, Lin?—No debí hacerlo&m
Nos trajeron a una mansión, jamás había visto una lugar tan grande. En realidad pensé que nos llevarían a un matadero, o algo parecido. Nos bajaron del auto y nos amarraron las manos a las dos. Vi a Akira y Lin bajarse de la otra camioneta, Akira se veía muy mal, no dejó de mirar en nuestra dirección. Yo sabía que este era el futuro que nos esperaba; aunque Akira hubiera cambiado, esta gente no lo hace. Miré fijamente a Akira y asintió con su cabeza, como si estuviera tratando de decirme algo. No había mucho que se pudiera hacer. Habían demasiado hombres, y ese tipo estaba al lado mío con el arma. Si trato algo, nos matarían a todos. Ellos no se veían que tuvieran un plan en mente, y nosotras tampoco. Nos empujaron a las dos para que caminaramos.—¡Lisa! ¡Kaori! — gritó Akira.—Las sacaremos de aquí, c&a
LisaContinuaba buscando alrededor del cuarto algo que pudiera ayudarnos, tenía la esperanza de que algo podría encontrar, pero no fue así.—Escúchame, Kaori. Necesito que hagas todo lo que te digo. Debes ser una niña buena, no hagas nada de lo que vaya hacer enojar a ese hombre.—No dejaré que te hagan nada, mamá.—No te preocupes por mí, tu eres la más importante. Estás embarazada, no lo olvides. No dejaré que te ponga una mano encima, solo no lo provoques.—¿Qué le harán a papá y a Lin?—No sé, mi amor. Hay que salir de aquí para ir a buscarlos.—Tengo miedo, mamá.—No tengas miedo, todo va a salir bien— me acerqué a ella para tratar de soltarla, pero se escuchó el sonido de la puerta —.