¿Cómo pude despertar en sus brazos? Algo anda mal en mi cabeza.
Salí de la cama antes de que pudiera darse cuenta. Soy de lo peor. Soy un monstruo. El arma aún estaba en el suelo. Debería tomarla antes de que despierte.
—¿Está despierto, Sr. Akira? — le llamé para saber si estaba despierto, pero tal parecía que no.
En ese preciso momento que me acerqué, escuché el sonido de la cama y quedé paralizada. Pensé que se había dado cuenta de que intenté tomar el arma, pero tal parecía que no. Mi corazón estaba agitado.
—Que ruidosa—suspiró.
—Ya me voy—me giré en dirección al baño, pero él me agarró el brazo, haciendo que mi cuerpo quedara sentado encima de él.
—No seas ruidosa. Quédate así por un momento—sus ojos aú
¿Cómo pude hacer esto? Aomi y Kanji están en un momento difícil; y yo aquí con el culpable de todas sus desgracias. Me sentía la peor persona del mundo. Ese maldito ha hecho lo que ha querido conmigo. Estoy al mismo nivel que ese demonio que tanto odio.No he podido hacer nada, ni siquiera por mi madre. Soy la peor hija, amiga y persona que existe. Si tan solo pudiera tener la vida que tenía antes. Caí en manos de un monstruo sin corazón y, tener que seguir sus malditas órdenes, me molesta. No tengo ni siquiera la fuerza para evitar que me toque. Realmente soy una buena para nada.—Srta. Lisa, su desayuno ya está listo—me avisó la empleada.—¿Dónde estuviste todo este tiempo?—El Sr. Akira me ordenó retirarme.Claro, olvidaba que todos tienen que hacer lo que ese maldito diga.Cada día que paso en este lugar
—¿Alguna novedad? — preguntó el chófer.—Carter no asistió a la universidad hoy, era más que obvio que no lo haría.—¿Y su amiga?—¿Amiga?—Siempre que sale de la universidad viene con una chica de anteojos, ¿no es así?—Oh, ¿te referías a ella? Ella tuvo que quedarse en una actividad de su club —dije lo primero que se me cruzó por la mente.Sería un error decirle que faltó el mismo día que Kanji. Sería demasiado sospechoso. No quiero que la impliquen en esta situación, y menos que sepan que está herida.Han pasado tres días desde la última vez que vi a Kanji y no sé a presentado a la universidad. Será un problema para mí si no se presenta. El Sr. Akira es muy impaciente y me costará la vida si no ve progreso.<
Me sentía muy sola sin Aomi ni Kanji. Era con las únicas personas que podía contar sinceramente. Kanji no ha aparecido desde ese día, ni siquiera pude decirle que me tuve que ir de la fiesta.Por otra parte, Akira está muy raro últimamente. No me dice lo que tengo que hacer y, tampoco hemos hablado.—¡Kyomi! — gritó una voz conocida a lo lejos.Al girarme, vi a Aomi y la abracé fuertemente.—¿Estás bien?—Ya estoy bien, no te preocupes.—No esperé verte por aquí. ¿Realmente te sientes bien? Kanji dijo que estabas en una clínica. Pensé que aún estabas mal.—Ya estoy mejor, por eso regresé a la escuela.—No sabes cómo me alegra escuchar eso. Te echaba mucho de menos—Y yo a ti. Escuché
—No has dirigido ni una sola palabra por todo el camino— soltó Akira indiferente.—¿Qué quiere que le diga? — respondí cortante.—Primero que todo, quiero saber qué te dijo esa zorra.¿Cómo puedo decirle todo? No creo que le guste la idea de saber todo lo que Aomi me dijo. ¿Por qué tiene que preguntar esto ahora?—¿Vas a guardar silencio? —se acercó y sujetó mi mentón, haciéndome mirarlo.Mis manos temblaban al tenerlo tan cerca.—Ni siquiera me has mirado desde que salimos, ¿Será que mi corderito me odia?—¿Cómo pudo hacerle eso? Ella lo amaba.—No es mi problema. Ella mismo firmó su sentencia de muerte, en el momento que pensó traicionarme, pero no es algo que deba discutir contigo.
Ha pasado una semana luego de la muerte de Aomi. Sigo asistiendo como de costumbre a la universidad. Por otro lado, no he tenido ninguna noticia de Akira, lo que me mantiene preocupada y, tampoco sé ha aparecido por aquí. Sé que es imposible que venga y, no es que lo esté esperando, pero él no saber de él, me causa angustia, pues no sé en que esté pensando o tramando.A los pocos días, luego de que Kanji visitara mi casa, él regresó a la universidad como de costumbre. Aún está con la idea de buscar a Aomi, sin saber que no la va a encontrar. Es realmente muy desgarrador que ni siquiera un funeral digno pudo tener. Es algo que me mantiene aún frustrada. Los días desde entonces, han sido incómodos. Las pesadillas aún invaden mi cabeza, recordando esa escena tan cruel.Haría lo que fuera para poder ir a ver a mamá. La echo de men
—No pensé que vendrías hoy a clases— me dijo Kanji.—Sí, necesitaba despejar la mente un poco; además, tenemos un examen hoy y no podía faltar.—¿Examen? —se veía preocupado.—Déjame adivinar, ¿No estudiaste?—La verdad es que no, no suelo estudiar—sonrió incómodo.—Debes hacerlo o no podrás graduarte.—Estudiar solo es aburrido—murmuró.—Yo puedo enseñarte, pero hay un requisito por eso — sonreí.—¿Cuál sería?—Que pongas la comida— reí.—No hay problema. Luego no te arrepientas— rio.Los días en la escuela, a pesar de tener mi objetivo asegurado, eran cada vez más incomodos. Aún no p
A la mañana siguiente todo volvió a ser como antes; es como si la persona que hizo todo eso anoche, no era la misma que está enfrente de mí ahora. No es que me moleste, pero ¿Por qué me hizo todo eso entonces? ¿Para qué me trajo hasta aquí? ¿Por qué se abrió por un instante conmigo? No puedo saber lo que piensa, lo que busca o lo que quiere. Cada día entiendo menos.Hoy es mi cumpleaños. Ni siquiera puedo pensar en la posibilidad de que todo lo que hizo fue por eso. Jamás le conté sobre esto, así que no es posible. Entonces ¿Cuáles son sus verdaderas razones?—Te llevaré con tu mamá— ni siquiera me miró para decírmelo, solo salió de la habitación.Todo el camino fue en silencio, es como si solo hubiera actuado todo este tiempo y, que ahora vuelve a ser la misma
Akira no respondió ninguna de mis llamadas. No ha dado la cara y, no sé lo que pueda estar haciendo o tramando. Su silencio es una tortura. ¿Cómo puedo hacer para que Akira me permita sacar a mi mamá de ahí? Siempre ha sido alguien difícil para acercarme. Quisiera hacer tantas cosas, pero a la misma vez, termino en nada. Todos mis movimientos dependen de él. Su actitud me desconcierta. Cada vez lo siento más lejos de alcanzar. Tengo que buscar la forma de hacer que Kanji se acerque y confíe más en mi; con eso quizá pueda ganar algo de tiempo para poder pensar en un plan. Haber dejado a mi mamá sola y, en ese estado, me hace sentir la peor hija del mundo, ¿Cómo pudo ocultarme algo así?—¿Quieres ir a comer? Quedaste conmigo en la semana para estudiar, no lo has olvidado, ¿o sí? —preguntó Kanji.Tengo que busc