CAPÍTULO VEINTINUEVE
— ¿No necesitas que te lleve, cariño?
— No hace falta mamá, gracias. — Bajaba las escaleras del porche dirección a la acera para irme caminando. Nuestro coche estaba en frente por lo que mi madre iba pegada a mí.
— Hija. Que tu amigo no sea el culpable, no quiere decir que me vaya a gustar que estés con él. Ten mucho cuidado. — Acaricia mi mejilla.
— No me voy con él. Ya te lo dije. — Aparto su mano de mi rostro. — Hemos roto.
— Lo siento, cariño. Pero es lo mejor.
— Sí. Claro. — La miro rápidamente a los ojos muy seria y me doy la vuelta y me alejo.
Llamé a Arun y decidimos encontrarnos en el parque en ve
CAPÍTULO TREINTA31 de Octubre de 2018Un día normal y corriente pasaba a volverse oscuro, yo me encontraba en el cementerio, paseando. Un gato negro se cruzó por mi camino, intenté acercarme a él, acariciarlo, darle un poco de comida que guardaba en el bolso, pero el gato empezó a gruñirme, su pelo se erizaba y se puso en posición de ataque, me aparté y me fui. Poco después me di cuenta de que venía detrás de mí, podía sentir sus suaves pasos a mi espalda. De un momento a otro, se abalanzó sobre mí, forcejeé con él varios segundos y conseguí apartarlo. El gato cayó al suelo, parecía que yo le había hecho daño, pero consiguió levantarse, se quedó petrificado, mirándome sin pesta&nti
CAPÍTULO TREINTA Y UNO — Buenas noches, Paige. ¡Pásalo bien! — Mi profesor de Arte me saludo. — Buenas noches profesor. — Contesté amablemente y giré a la derecha en dirección a los arbustos. Después de cruzarme a varias parejas dándose el lote, a un grupo de amigos discutiendo entre ellos, y a una pobre chica llorando a saber por qué, llegué al matorral, casi tuve que atravesarlo, pero estiré mi brazo y conseguí alcanzar la bolsa. En su interior, había un pequeño frasco, con un líquido transparente. No ponía nada, no habían dejado ninguna nota. Tenía que echarle a conciencia ese líquido a alguien en su bebida. Respiré profundamente y lo guardé en mi bolso. Me quedé inmóvil varios segundos, tuve una especie de lapsus. Sentía algo y no sabía el qué. Como si alguien me observara. Miré alrededor y no vi a nadie, así que me dirigí hacia l
Caminé tan rápido como pude y esquivé a gente hasta llegar a él. Lo interrumpí hablando con una chica, pero me dio totalmente igual.Agarré su brazo y tiré de él hasta que quedamos cara a cara.— ¿Jasper? — Dije nerviosa a punto de desmayarme.El desconocido utilizó su otra mano para quitarse la máscara.— En vivo y en directo. — Sonrió pícaramente.Llevaba tanto sin ver su cara que no me lo podía creer. Sonreí, abrí la boca exageradamente y me iba a abalanzar sobre él.— Es mi prima, disculpa un momento. — Jasper se dirigió a la chica con la que hablaba cuando yo aparecí en escena.— Tranquilo. — Sonrió.— En seguida vuelvo, ¿vale? — Jasper la abrazó y besó su cabeza.<
CAPÍTULO TREINTA Y TRESAbro los ojos. Miro al techo mientras me paso las manos por todo el rostro y bostezo. Estoy en casa de Elliott. En su cama, junto a él. Sonrío. Está tumbado a mi lado, profundamente dormido.Bajo las escaleras, mi madre y Michael están en la cocina, charlando y desayunando. Se les ve muy felices.Me quedé pensativa, no quería estropearles su momento romántico, unos brazos me agarran fuertemente y siento un beso en mi cuello.— Buenos días, ¿has dormido bien? — Pregunta Elliott.— Sí. Gracias. — Sonreí tímidamente. — ¿Y tú?— Mejor imposible. — Me abraza. — ¿Quieres desayunar con ellos o prefieres ir a algún lugar tranquilo donde podamos hablar?— ¿Hablar de qué? —
CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO23 de Diciembre de 2018Seguía sin recibir noticias del gran Gasym, había sido un mes tranquilo donde Elliott y yo volvíamos a ser muy cercanos. Pensaba que todo había terminado, pensé que Jasper simplemente se había olvidado de mí y que Gasym, al saber que Jasper y yo ya no estábamos juntos, me iba a dejar ir así sin más. Tampoco tenía noticias de Tessa, después de su clara derrota en la fiesta de Halloween, donde Elliott me eligió a mí sobre ella.Caminábamos hacia la Universidad una fría mañana de Diciembre, llegaban las vacaciones de Navidad y asistíamos a nuestro último día de clase, a recoger las notas.— Te digo que Matrix es un concepto moderno de la
CAPÍTULO TREINTA Y CINCOFinalmente llego a casa, subo las escaleras, mi madre no está. Entro en mi habitación y poso la mochila sobre la cama, me tumbo boca arriba y comienzo a pensar.Mis pensamientos ya no dan más de sí. Tengo mucho miedo. Intento regresar a la normalidad pero es algo imposible teniendo en cuenta todo que lo podría pasarme.¿Cómo puedo regresar a la normalidad como si nada si estoy metida de lleno en una secta repleta de asesinos? ¿Cómo puedo borrar mi imagen de la mente de Jasper? ¿Qué hubiera pasado si no nos hubiéramos conocido nunca, si a él no se le hubiese metido en la cabeza seducirme, o si por el contrario, yo no me hubiera dejado seducir? Creo que he llegado al puto límite. He sido testigo, cómplice y responsable de asesinatos. No, no soy una asesina pero eso no lo es todo, toda la mochila que
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS24 de Diciembre de 2018Nos quedamos profundamente dormidos tras agotar nuestra poca energía restante tratando de encontrar una solución, u estrategia para poder salir con vida de todo esto. Yo fui la primera en no poder combatir el cansancio y dejé caer poco a poco mi cabeza sobre uno de los libros de asesinos seriales, y sus métodos de ejecución que sostenía. Aunque no conseguí encontrar nada que nos pudiera ser útil, guardaba varios libros de ese estilo en mi habitación que había comprado en un mercado medieval que se celebró en las afueras de Brookville hace un par de años, pero ninguno nos sirvió. Elliott se propuso ayudarme a salir de esta, y se lo tomó muy en serio, el decidió darle provecho a sus conocimientos en la informática e
CAPÍTULO TREINTA Y SIETE Divisamos la cabaña al final de un largo camino rodeado de pinos. Hacía frío. La carretera estaba húmeda y repleta de hojas. Avanzábamos por la carretera, ahora sí, con algo de música puesta. Quisimos evadirnos por un rato. ¿Qué otra opción nos quedaba? Los tíos de Elliott estaban en la puerta, preparados para marcharse. Le entregaron las llaves a Elliott y le suplicaron que evitáramos causar algún destrozo. Asintió. Justin y Álex bajaron del coche, saludaron amablemente a los tíos de Elliott y fueron directos a abrir el maletero. “Nos arrepentiremos de esto” dijo el tío de Elliott al ver todas las botellas que traían y dirigió una mirada no muy amigable a su sobrino. Arrancaron el coche y se marcharon. Camino abajo, apareció el coche de Jack, que llegaba con un poco de retraso. Supongo que Tessa habrá estado aquí más veces y por eso había sabido guia