Pasaron dos días y Amanda seguía sin responderle a Carlos. Aunque Jhon preguntó qué le sucedía ella no quiso hablar de otra cosa que no fuera trabajo.
¡Ring, Ring, Ring,!— Sigo en espera de una respuesta señora. — Amanda escucha la voz de Carlos a través de teléfono.— Ya tengo listo el documento, te lo envíe para que lo revises y está noche discutamos las condiciones.— Esto es nuevo, ahora, para contratar a alguien el jefe es quien debe aceptar términos y clausulas.— Te recuerdo que no estás obligado a nada. — con esas palabras ella termina la llamada.Aún las cosas no están bien entre Amanda y Yuli. Ninguna de las dos a dado su brazo a torcer aunque estan todo el día en la misma oficina solo hablan de trabajo. Finalizando la tarde Amanda vuelve a casa y se encuentra con Carlos.— Imagino que no aceptas las clausulas pautadas en el contrato.— ¿Podemos hablar?— Te escucho.— Aquí afuera noAmanda llegó a su casa ebria, su madre la recibe y la ayuda a llegar hasta su habitación. Esa noche decide dormir con su nieto debido a la condición en la que había llegado su madre. Amanda, duerme como roca, no se movió durante la mañana completa.— ¡Buenas tarde Amanda! Debes despertar a comer algo o tu estómago se pondrá mal.Ella despierta con el mundo dando vuelta. Su madre le prepará un té y luego una sopa. Eso la hace sentir mejor y entonces aprovecha para tomar un baño mientras recuerda esos besos y caricias de la noche pasada, y su piel se eriza. Ella se toca y siente ardor y molestias, cosa que no sintió la vez que estuvo en la cama con Carlos. Ella sale desorientada de la ducha y se sienta en cama a revisar los mensajes. Mi jefellamada perdidallamada perdidallamada perdidallamada perdida— ¡Mierda, que hice! — Se cuestiona colocando la mano en su rostro.¡Ring, Ring, Ring!llamada entrante
— Buenos días Amanda. ¿Aún en la cama? ¿No me dirás qué anoche seguiste tomando?— No madre, no tomé anoche, solo ha sido una cena.— Llegaste y ni siquiera buscaste a tu hijo. Entraste directo al baño y luego a la cama.— ¿Soy una buena madre?— Un poco despistada pero eso no te hace mala hija. Anoche el señor Andrews vino un poco alterado preguntando por ti.— Si solo se atreve a romper la cláusula le renuncio.Ella dice esas palabras y va en busca de Aarón lo alimenta y luego toma un baño. Cuando se toca siente ardor en su parte íntima, pero también se le eriza la piel al pensar en lo sucedido la noche anterior, sintió diferente las caricias y los besos. Ella talla su rostro. — ¡Dios Amanda estás loca muy loca! — Habla para ella misma.Se despide de su familia y se va a la empresa llevándose la sorpresa de escuchar a Jhon en presidencia. Camina más deprisa ya que no tiene el valor de mirarlo a la cara y una vez entra
¡Ring, Ring, Ring!Amanda por fin había conciliado el sueño cuando el sonido de celular la despierta junto a su pequeño. Ella talla sus ojos y toma la llamada sin primero ver de quién se trata.— ¡Hello!— ¿Estabas durmiendo? Perdón por despertarte. He sido un imprudente — Escucha la voz de su jefe.— Ya he hablado con usted señor Jhon. ¿O me a llamado para despedirme?— Solo te pido un nuevo comienzo señorita Amanda. ¿Acepta cenar conmigo para tratar de arreglar las cosas y tener un nuevo comienzo?— Jhon.. — Ella trata de negarse pero él no se lo permite.— Paúl irá por ti. Prometo tener otra actitud para que no te sientas incómoda.Ella queda confundida, pero también tentada. No supo cuando le empezó a gustar la compañía de Jhon y desde luego sus caricias.— Hija, vine por Aarón, pensé que dormías.— Trate de hacerlo y no puedo, ahora tengo que vestirme antes que vengan por mi.— ¿V
— De no estar presente te lanzas a reprocharle a tu amante por qué estaba lista para salir con otra persona. ¡No lograste esconder tus celos Carlos! No te importo que yo estaba presente.— ¿Para eso estabas tan insiste en querer acompañarme? Te creas estupideces en tu cabeza con cualquier cosa.— No puedo competir con ella, ya que ella si te puede hacer feliz dándote hijos. ¿Piensas renovar el contrato e ir por el segundo bastardo?— ¿Cómo llamaste a mi hijo? Ada yo en todo momento te he respetado. Así que también te exijo respeto cuando pienses en dirigirte a mi hijo.— ¡Respeto ja,ja,ja,ja! ¿Se respeta haciendo un hijo con la secretaria? ¿Eso se llama respeto?— Yo te lo conté por confianza, sin imaginar que cada día me lo ibas a reclamar. ¿A caso prefería que te mintiera diciendo que fue un vientre en alquiler?— Simplemente tenía que ser un vientre en alquiler.— ¿Me vas a reclamar lo mismo toda la vida?— S
Amanda va en el auto observando su anillo. Aunque Jhon se describe como un hombre fuerte y sin corazón, en todo momento que comparten junto le demuestra lo contrario, ella comienza a disfrutar de su compañía. Llega a su casa y encuentra la sorpresa que Carlos estaba estacionado en la cercanía. Al parecer la estaba esperando. — Paúl, necesito que me lleves a la farmacia de la esquina. — Ella no quería que se diera cuenta que Carlos la espera, ya que no sabía con que locura puede salir. Teme que Jhon confunda las cosas.— La espero y la llevaré a casa.— No es necesario, te puedes marchar, yo camino a casa, cómo puedes notar desde aquí la podemos ver hasta la puerta principal.Ella le insiste hasta que el se marcha y después de comprar algunas cosas decide caminar hasta su casa ya sabiendo que Carlos saldrá a su encuentro. Ella se acerca solo un poco caminando y pronto escucha las bocinas de un auto y rápido se desmonta Carlos Aplaudiendo. — ¡Muy b
Llegó el domingo y Amanda despierta con toda la actitud de disfrutar su día.— ¡Buenos días madre! — Me gusta la expresión que tú rostro lleva, es la que siempre debes llevar.— No te niego que también siento miedo. Es muy bueno para ser cierto.— Mereces el mundo.— Tengo un poco de temor con Carlos y he decidido contarle a Jhon.— ¿Ese hombre te sigue molestando?— Anoche me espero afuera hasta mi regreso, me asusté muchísimo. Su actitud se veía descontrolada.— ¿Que es lo que quiere?— Solo dijo que quiere iniciar de nuevo, que le diera la oportunidad y hasta otro hijo.— Tendré que ir hablar con él. Ya cumpliste con tu parte del dichoso contrato. ¿Que más desea?— Quédate tranquila madre. Le dejé claro mi posición frente a él.Ella calma la ira que había provocado en su madre al contarle lo sucedido y luego se marcha cuando vienen a recogerla.— ¡Buen día señorita Castro! mi jefe le envía este atuendo para que lo vista el día de hoy. (Unos jeans con un suéter blanco y una chaquet
— ¡Todo está listo señor Ferrari! — Nos recibe el piloto del helicóptero.En todo momento Jhon sostuvo la mano de Amanda. Volaron por la ciudad y fueron hacia el bosque donde Jhon tenía una hermosa finca. Él la ayuda a bajar y sosteniendo su mano entran en esa lujosa propiedad.— ¡Bienvenido señor Ferrari! Siempre es un gusto tenerlo por aquí. — Lo recibe la ama de llave de la casa, mientras mira Amanda totalmente sorprendida.— ¡Ana! — exclama Jhon mientras se dirije a esa señora.— Señor ¿Usted me puede ver? — Pregunta asombrada al notar los movimientos en los ojos de su jefe.— ¡Así es Ana! Pero Shhhh. Esto debe ser un secreto hasta que mañana se haga oficial de la boca de mis abogados.Ella pide permiso para sostener su mano y poder felicitarlo por tener la dicha de volver a ver la luz del sol.— ¡Disculpe mis lágrimas señor! Me siento muy feliz que usted esté recuperado.Él solo coloca su mano sobre la cabeza de aquella mujer — Muchas gracias por tu buenos deseos. Ahora nos despe
Pasan los días y Jhon y Amanda se acostumbran más y más el uno a otro. Ella está tan ocupada en su nido de amor, que tiene abandonada las finanzas de Carlos. Algunas veces ni se acuerda que tiene ese pendiente.¡Ring, Ring, Ring!— ¡Hello! — Responde Amanda mientras come un helado y baila muy feliz en compañía de su hijo y su pequeño hermano. — ¡Hola! ¿Que deseas? — Tenemos un acuerdo Amanda y no he visto que actualices ni me envíes ningún reporte.— Me pondré a trabajar en eso y lo tendré todo listo para fin de mes. — Estoy afuera estacionado ¿Podemos hablar?— Estoy compartiendo con lo niños ahora ¿Es importante?— Sí, quiero añadir algunos pagos al cierre de este mes y necesito que todo esté en nómina.— ¡Bien, puedes venir!— Mejor que vengas tú, no quiero interrupciones.— Dejaré Aarón y mi hermano viendo caricaturas. Ellos se quedan tranquilos, así organizo los archivos que mencionas.