Amanda va en el auto observando su anillo. Aunque Jhon se describe como un hombre fuerte y sin corazón, en todo momento que comparten junto le demuestra lo contrario, ella comienza a disfrutar de su compañía. Llega a su casa y encuentra la sorpresa que Carlos estaba estacionado en la cercanía. Al parecer la estaba esperando.
— Paúl, necesito que me lleves a la farmacia de la esquina. — Ella no quería que se diera cuenta que Carlos la espera, ya que no sabía con que locura puede salir. Teme que Jhon confunda las cosas.— La espero y la llevaré a casa.— No es necesario, te puedes marchar, yo camino a casa, cómo puedes notar desde aquí la podemos ver hasta la puerta principal.Ella le insiste hasta que el se marcha y después de comprar algunas cosas decide caminar hasta su casa ya sabiendo que Carlos saldrá a su encuentro. Ella se acerca solo un poco caminando y pronto escucha las bocinas de un auto y rápido se desmonta Carlos Aplaudiendo. — ¡Muy bLlegó el domingo y Amanda despierta con toda la actitud de disfrutar su día.— ¡Buenos días madre! — Me gusta la expresión que tú rostro lleva, es la que siempre debes llevar.— No te niego que también siento miedo. Es muy bueno para ser cierto.— Mereces el mundo.— Tengo un poco de temor con Carlos y he decidido contarle a Jhon.— ¿Ese hombre te sigue molestando?— Anoche me espero afuera hasta mi regreso, me asusté muchísimo. Su actitud se veía descontrolada.— ¿Que es lo que quiere?— Solo dijo que quiere iniciar de nuevo, que le diera la oportunidad y hasta otro hijo.— Tendré que ir hablar con él. Ya cumpliste con tu parte del dichoso contrato. ¿Que más desea?— Quédate tranquila madre. Le dejé claro mi posición frente a él.Ella calma la ira que había provocado en su madre al contarle lo sucedido y luego se marcha cuando vienen a recogerla.— ¡Buen día señorita Castro! mi jefe le envía este atuendo para que lo vista el día de hoy. (Unos jeans con un suéter blanco y una chaquet
— ¡Todo está listo señor Ferrari! — Nos recibe el piloto del helicóptero.En todo momento Jhon sostuvo la mano de Amanda. Volaron por la ciudad y fueron hacia el bosque donde Jhon tenía una hermosa finca. Él la ayuda a bajar y sosteniendo su mano entran en esa lujosa propiedad.— ¡Bienvenido señor Ferrari! Siempre es un gusto tenerlo por aquí. — Lo recibe la ama de llave de la casa, mientras mira Amanda totalmente sorprendida.— ¡Ana! — exclama Jhon mientras se dirije a esa señora.— Señor ¿Usted me puede ver? — Pregunta asombrada al notar los movimientos en los ojos de su jefe.— ¡Así es Ana! Pero Shhhh. Esto debe ser un secreto hasta que mañana se haga oficial de la boca de mis abogados.Ella pide permiso para sostener su mano y poder felicitarlo por tener la dicha de volver a ver la luz del sol.— ¡Disculpe mis lágrimas señor! Me siento muy feliz que usted esté recuperado.Él solo coloca su mano sobre la cabeza de aquella mujer — Muchas gracias por tu buenos deseos. Ahora nos despe
Pasan los días y Jhon y Amanda se acostumbran más y más el uno a otro. Ella está tan ocupada en su nido de amor, que tiene abandonada las finanzas de Carlos. Algunas veces ni se acuerda que tiene ese pendiente.¡Ring, Ring, Ring!— ¡Hello! — Responde Amanda mientras come un helado y baila muy feliz en compañía de su hijo y su pequeño hermano. — ¡Hola! ¿Que deseas? — Tenemos un acuerdo Amanda y no he visto que actualices ni me envíes ningún reporte.— Me pondré a trabajar en eso y lo tendré todo listo para fin de mes. — Estoy afuera estacionado ¿Podemos hablar?— Estoy compartiendo con lo niños ahora ¿Es importante?— Sí, quiero añadir algunos pagos al cierre de este mes y necesito que todo esté en nómina.— ¡Bien, puedes venir!— Mejor que vengas tú, no quiero interrupciones.— Dejaré Aarón y mi hermano viendo caricaturas. Ellos se quedan tranquilos, así organizo los archivos que mencionas.
— Buenos días señor Ferrari ¿Cómo amaneces en este día? — Lo recibe Robert en la oficina.— ¡Buenos días mi querido amigo! He sentido su ausencia. — Él mira que Robert lo observa de arriba hacia abajo. — Ya deja de verme, estoy incómodo.— Ropa nueva, una sonrisa inusual, calzados nuevos y de baja categoría. — Robert coloca la manos en su babilla. — Esto me permite deducir que este caballero no ha dormido en su gigante y fría cama.— ¡Que mal que elegiste la carrera equivocada! Debiste ser investigador privado en vez de abogado.— Y tú debiste acércate desde hace mucho tiempo atrás a esa mujer. "Te sienta muy bien el cambio querido amigo". Lastima que debo quitarte tu buen humor.— Que lo menciones es por gusto. Desde que te ví en este lugar, imaginé que traías noticias sobre Mónica. Solo que sus noticias no me afectarán más.— Está pidiendo apelación después que gritaste a los cuatros vientos que ya puedes ver. A tomado esa novedad en su defensa. Tiene a sus abogados activos, al pare
Pasaron los días y llegó el cumpleaños de Aarón. Sus abuelos decoraron y prepararon una gran celebración en el club al que pertenecen. Todos estaban felices, sobretodo el pequeño Andrews, caminaba y bailaba en señal de felicidad por un año más de vida.— Pensé que acompañaría al pequeño Aarón en este día tan especial para él. — Se acerca su madre y le brinda una taza de café.— No quise arruinar el día de Ada con mi presencia. Además no es lo prudente, no encajaría en ese lugar nunca.— ¿De verdad olvidaste a Carlos por completo?— Trato de sacar ese error de mi vida y seguir adelante. Creo que está funcionando, por que ya no duele, puedo tener una conversación muy normal con él. No sé si eso se llame olvidar, pero siento esa paz y tranquilidad que tanto he deseado durante mucho tiempo.— Sanar es muy saludable, tu rostro grita la tranquilidad que sientes. ¿Piensas que se debe a la relación que tienes con Jhon?— ¡Ay mami, John!
— En cuánto traigan a Gabriel me voy a la cama. Según escuché la conversación, no vas a regresar a casa el día de hoy. — Al parecer su madre había quedado pendiente a la conversación de Amanda con Jhon.— Si te sientes mal, no iré. No pienso abandonarte y marcharme si estás mal.— No estoy enferma hija. Después de terminar mi tratamiento, mi cuerpo ha reaccionado bien. Según la doctora solo se adapta a estar sano. Asegura que después de esto incluso podría trabajar y tener una vida normal. Además deseo verte en ese traje que trajeron en tarde para ti.— No me habías dicho eso ¡Que alegría madre mía! Mañana iremos todos a cenar para celebrar la buena noticia. Aún no entiendo por qué debo estar tan elegante esta noche.— Prefiero esperar a que mi cuerpo se restaure por completo, así lo disfrutamos todos. Ahora ve y arreglarte, pronto vendrá por ti, él soltero más codiciado de la ciudad.— "Soltero más codiciado" — Repite Amanda un poco sorprendida.— Eso dice en esta revista, por eso lo
Carlos se encuentra sentado en el sofá mirando el rostro de Amanda por todos lados en la televisión. Sentía celos y remordimiento, él no sabía explicarse a él mismo, si sentía rabia o simplemente era egoísmo. Pero le dolía verla en brazos de otro hombre.— Si que es astuta la madre de tu hijo. Al parecer si no es un CEO poderoso, no llama su atención. — Lo interrumpe Ada y como siempre lo ataca con preguntás.— ¿Se durmió Aarón? — Responde evadiendo el tema.— Así es! Aunque la madre sigue festejando, él ya se durmió, estaba agotado después de la fiesta.— Yo también voy a dormir, me siento cansado igual que mi hijo.— ¿Te duele verla con otro?— Ada, esto no es necesario, de la única manera que me dolería es si tú estuvieras ahí.— ¡No lo creó!— Pues crees lo que te dé la gana, no es mi problema. — Él apaga la Tv y se marcha, dejándola sola en medio de la sala.••••••••Amanda y Jhon estaban
Al día siguiente Carlos se despierta y no encuentra a su esposa por ningún lado. Después de la conversación de la noche anterior, no supo más de ella. Él regresa a la cama, toma Aarón que acaba de despertar y va hacia el comedor a desayunar.— ¡Buenos dia señor! El desayuno está listo y servido. — Lo recibe la señora del servicio.— ¡Buenos días! — Responde mientras observa en toda dirección buscando a su esposa. — Ada ¿Dónde se encuentra?— Ella... ella — La señora del servicio tararea, y en eso Ada le responde.— Aquí estoy.— Te busque en cuanto abrí los ojos y no te encontré.— Anoche cuando fui a la habitación, estabas durmiendo con tu hijo, y al no encontrar un espacio para mi, me fui al cuarto de huéspedes.Él la mira y la invita a sentarse a su lado. Le entrega el niño a la sirvienta y pide que los dejen solos.— No era necesario, solo debiste llevarlo a su cuna, sabes bien que no despierta durante la no