Marcus
Llegamos al bar. Hay fuego dentro, pero parece poco, así que Dante y yo entramos con las esperanza de poder apagarlo.
Corremos hacia el fondo sin prestar atención a lo demás. Un error. Nos damos cuenta cuando ya es demasiado tarde. Hay unos diez hombres tapando la salida. Nosotros somos solo dos, no hay mucho que podamos hacer, pero si sé una cosa, Marcus Moretti nunca se rinde, muere luchando y por como Dante está preparando los puños estoy seguro de que él piensa igual.
Pasamos de diez a ocho en un instante. Un golpe fuerte y contundente deja fuera de combate a dos.
Peleamos sabiendo que nuestras vidas y la de nuestras. Mujeres depende de que salgamos de aquí, pero nos llevamos unos cuantos golpes que en otro momento me habría dejado en el suelo, pero no hoy, no con Mía necesitándome.
Me levanto después de recibir una patada en el estómago, coloco mis manos sobre la ca
MíaComienza a salir gente del castillo para auxiliar a Marcus. Lo montan en una camilla y se lo llevan. Corro tras ellos para ayudar en todo lo que pueda ¿Qué le ha pasado? ¿Por qué ha perdido el conocimiento?Killian me agarra de la muñeca y me frena.- A ti también tienen que verte los médicos.Me suelto de un tirón, pero no avanzo mucho antes de que vuelva a sujetarme. ¿Es imbécil o que le pasa? ¿No entiende que tengo que ver cómo está Marcus? Yo estoy bien.- Mis médicos pueden esperar.- De eso nada. Ahora - Contesta serio sin darme la opción de replicar.Camina seguro hacia el interior del castillo. Parece que se ha convertido en la zona cero de una guerra. Hay separadores de cortinas blancas con médicos y enfermeras caminando de un lado a otro.- Tu debes de ser Mía. Estábamos esperándote.Un médico j
MarcusEscucho atento la historia de Mía, como acabó ella sola con el hombre en la consulta donde trabajaba, como la dejaron inconsciente y se despertó en el barco, junto a Lea y Ricky, el hermano del hijo de puta que maté.Cada palabra que sale de la boca de mi mujer me cabrea más. El tal Ricky va a morir, pero acabo de decidir que su muerte va a ser lenta y dolorosa, y una advertencia por sí alguien, en algún momento decide volver a retarme.- Killian, llama a todos nuestros socios de Verona y concerta una reunión.No se quien es o que hace, pero voy a saberlo muy pronto. De momento, lo que tengo claro es que ese tío no es un mierda como su hermano. Ha conseguido introducir alguien en el castillo para intentar matarme. Este desgraciado sabe lo que hace. Tenemos que tener mucho cuidado.- Ya lo había pensado. Algo se nos está escapando, no se el que, pero ten
MíaNo estoy acostumbrada a estar todo el día con Marcus a mi lado. He estado demasiado tiempo sola y deprimida y ahora de pronto, mi vida vuelve a ser la misma, con las mismas personas y los mismo peligros.Mi marido se preocupa mucho por mi, agradezco las atenciones que me da, pero me siento extraña.He salido un rato al jardín, pero el día es especialmente frío. Entro de nuevo, justo cuando voy a subir las escaleras, escucho a Marcus y a Killian discutiendo sobre algo. Me pongo de puntillas y camino con cuidado para no hacer ruido hasta el salón.- Marcus, tenemos que ir, no hay otra opción - Killian levanta la voz intentando imponerse.Pego un salto cuando un golpe en la mesa me asusta.- No pienso dejarla sola con ese loco suelto. ¿No lo entiendes?- Si, claro que lo entiendo, pero para acabar con él debemos ir a Manhattan.T
MíaDesayuno en el jardín. Estoy de buen humor. La noche con Marcus ha sido simplemente perfecta. Nos queremos y estamos casados y eso nadie puede negarlo. Podemos rompernos en mil pedazos, podemos herirnos en lo más profundo, en la oscuridad más negra, pero siempre estaremos para el otro, siempre volveremos a encontrarnos y a limpiar nuestras heridas, porque así es este mundo.Aparece a mi lado, me deja un beso en la mejilla y se sienta conmigo. Tiene puestas las gafas de sol, unos vaqueros que le sientan como si lo hubieran hecho a medida y una camisa blanca.- En media hora tenemos que irnos - Explica cogiendo una tostada - Pero si prefieres que me quede, me quedaré.Sé que lo primero para él soy yo, no es el trabajo, ni los negocios, no siquiera la venganza, soy yo. Me lo ha demostrado una y otra vez.- No, no, tenéis que ir, es la única manera de terminar con todo este lío
MarcusHemos conseguido que varios enemigos de Ricky accedan a trabajar con nosotros. Sus hombres vienen con Killian y conmigo y cuando comprueben que es seguro, vendrán ellos.Veo lógico que tomen esas medidas, si se hubieran fiado a la primera de cambio del primer tío que te dice que vengas con él, demostraría que es un mierda que no sabe dirigir nada.Antes de entrar en nuestro terreno me doy cuenta de que algo no anda bien. Hay demasiado silencio, todas las luces están apagadas y según me contó Dante, Mía ha comprado todos los adornos de Navidad y las luces de Verona, esperaba ver la iluminación desde el aeropuerto.- Para el coche Killian, algo va mal - Apaga las luces y sin hacer ruido frena poco a poco.Los coches que nos siguen nos imitan. Abro la puerta despacio y me bajo con cuidado. Camino hasta el primer coche que abre la puerta como si fuera una bomba a punto
MarcusTerminamos de instalarnos en el piso de Mía. Un edificio de diez plantas con un total de veinte pisos. La mitad están vacíos y de la otra mitad nos hemos encargado. No podemos dejar que nadie ocupe el mismo lugar y más después de comprobar el poder de Ricky.Tenemos hombres camuflados en coches, vigilancia en la entrada y dentro del portal. En cada nivel del edificio y por supuesto dentro de la casa. Esto debería ser lo más parecido a una fortaleza.Paso con mi mujer todo el tiempo que puedo, pero también tengo que ayudar para encontrar a ese desgraciado. Leonardo dejó a unos cuantos hombres con vida y ahora lo que intenta es sacarles información, de momento ha conseguido poco, en cuanto termine aquí voy a ir directo al castillo y me ocuparé yo mismo de esos hombres. Van a cantar con pajaritos.- ¿Te gusta? - Me pregunta emocionada.El piso está en la décima planta, la o
MarcusUno de los placeres de mi vida es despertarme con la cabeza de mi mujer apoyada en mi pecho, su brazo rodeando mi cintura y su pierna sobre la mía.Suena un mensaje en mi teléfono. Estiro el brazo intentando no moverme. No quiero despertarla. Esta noche ha descansado poco. Toda ella es adictiva y no puedo dejar de adorar su cuerpo.Deslizo el dedo sobre la pantalla y lo desbloqueo. Un mensaje desde el mismo número que ayer.<<Si te interesa salvarlo, ya sabes donde encontrarme.>>Tiene un archivo adjunto. Es una imagen. Es Paul, el hermano de Mía, atado a una silla y con el rostro ensangrentado. Todos creíamos que estaba de viaje de negocios ¿Cómo han podido capturarlo? Y lo peor de todo ¿Por qué cojones no sabíamos nada?Este maldito hijo de puta nos tiene cogido por los huevos. Por mi dejaría que Paul se pudrier
MíaMery y Bonny me esperan en el jardín. Hace muchísimo que no las veo, me arrepiento de haberlas dejado de lado, pero me he pasado tantos meses encerrada en mi misma, que no era capaz de pensar en nadie más.- ¿Tu que vas a hacer? - Le pregunto a Marcus antes de alejarme.Ha estado todo el día raro, nervioso, como si no quisiera contarme algo, y eso en Marcus es algo terrorífico, porque sus planes ocultos suelen ir acompañados de balas y malas decisiones.- Echarte de menos en casa.Me abraza y me aprieta contra su cuerpo, escucho como respira oliéndome el pelo. Después de unos segundos se separa y me beso despacio, disfrutando de este pequeño instante.- ¿No vas a ir a ningún sitio? - Vuelvo a insistir.- A ningún sitio. Diviértete, te lo mereces.Desde que conozco a Marcus, poco a poco he ido adquiriendo lo que yo llamo