— ¿Madison?.— contesto.

— Kiara, debes ir al Hospital ahora mismo.

— ¿Qué ocurre?

— Es Noah. Tuvo un accidente.— informa llorando.

Se me corta la respiración. Mis manos tiemblan sin parar y me cuesta sostener el móvil, siento que se me caerá en cualquier momento.

— ¿Él... él cómo está? — tartamudeo. Ni siquiera puedo decir una frase completa.

— No lo sé, con mi madre vamos llegando al Hospital y no he podido localizar a Aiden.

— Voy para allá. Aiden no está en la ciudad, Maddie.

Cuelgo la llamada y rápidamente me cambio de ropa, me subo a mi auto y conduzco lo más rápido posible para llegar al Hospital. Sólo espero que esta vez no me pare ningún policía. A pesar de los nervios que traigo mis habilidades para conducir siguen siendo las mismas.

Esto no tenía que ser así, pasamos una noche de mierda encerrados en un calabozo. Hoy se suponía que sería distinto, en este momento deberíamos estar juntos en mi casa, cenando mientras le comento mi conversación con Steffano.

Me limpio las lág