Siendo húmeda mi cara, abro los ojos y Duque se encuentra encima de mi lamiendo mi rostro.

- Hola perrito bonito, ¿tienes hambre? - Mi perro mueve su cola emocionado por la atención que le estoy dando mientras a los pies de mi cama se encuentra Kima todavía durmiendo.

Hoy Miércoles por fin es mi día libre, tuve dos días muy agotadores en el trabajo, realice unas cuantas cirugías de emergencia y hoy por fin podré cuidar a mis propios perros y no los perros de otros.

Luego de almorzar, se me ocurre llevarlos al parque que queda al frente de mi nuevo departamento, les pongo sus correas más el arnés y ellos caminan emocionados delante de mí, aprovecho de llamar a Gaby para ver si quiere venir a hacerme compañía pero no me contesta su teléfono, unos minutos después me llega un mensaje de ella que pone:

"Kiara, perdón por no atenderte pero estoy con una terrible resaca luego de emborracharme y pasar la noche con dos hombres, estoy arrasando amiga! Y la queso! Te quiero! "

Gabriella me hace tanto reir pero como siga así un día va a terminar con una ETS.

Levanto la vista de mi celular cuando derrepente veo un Doberman negro corriendo directo hacia Kima, ella tira de la correa y lo alcanza, el gran perro la intenta agarrar con su hocico hasta que mi perra muerde su pata adelantera y alcanzo a tomarla en mis brazos mientras Duque solo se queda a mi lado ladrando. Más atras veo a un tipo correr hacia mi, aparentemente es el dueño del Doberman, me quedo embobada viendo su manera de correr y lo sexy que se ve.

Por dios Kiara concéntrate, otro perro pudo haber matado a Kima.

Voy directo donde el hombre vestido con ropa de gimnasio y lo enfrento.

- ¿Estás loco? Cómo es que tienes a ese perro sin una correa, casi le hace daño a mi bebe - Le digo molesta mientras lo escaneo y me fijo en sus lindos ojos azules y un cuerpo que se nota que está trabajado, el hombre está para comerselo.

- ¿Disculpa?, ¿loco yo? - Me dice con un sexy acento británico mientras le pone una correa a su perro - Boss sólo quería saludar, fue tu pequeña rata la que lo atacó y puso nervioso al mío. - ¿Este imbécil acaba de insultar a mi bebé? Muy guapo será el moreno pero eso pasa a segundo plano cuando me doy cuenta de lo idiota que es además de mentiroso.

- ¿Quién te crees que eres maldito estúpido para decirle rata a mi pequeña? - grito furiosa mientras Duque le gruñe a mi lado.

El queda sorprendido - No me vuelvas a insultar que no te conozco de nada y todo esto pasó por tu culpa - Se nota que el chico está molesto.

- ¿Mi culpa? - me acerco mas a él para enfrentarlo y con su gran altura me hace sentir más pequeña - Eres tú el que tiene un perro sin correa que casi se come al mío por tu irresponsabilidad y más encima le dices rata, tu insultaste primero, estoy segura que si Kima hablara estaría de acuerdo conmigo.

- Tú realmente eres un poco loca e inmadura pequeña fiera, pero sabes, creo que empezamos con el pie izquierdo, es una lastima que seas tan sexy pero tan amargada - me dice con un tono coqueto y una sonrisa que a cualquiera se le bajarían los calzones - Por cierto, soy el Doctor Noah Miller, comencemos de nuevo - Habla el idiota mientras estira su mano para darmela y me repasa el cuerpo de pies a cabeza.

Este hombre es raro, debe tener bipolaridad o algo parecido, pasó de un enojo e insultos al coqueteo en medio segundo. Le doy la mano solo para no parecer una mal educada pero sigo molesta - Soy Kiara, Doctora Kiara Ferretti para ti. Y no creas que coqueteandome y mostrándome esa sonrisa conseguirás algo de mi - suelto derrepente y luego me arrepiento de mis palabras.

- ¿Te gusta mi sonrisa? - me dice con un tono arrogante el tipo que ahora sé que se llama Noah - Gracias por eso, no esperaba un complido después de que me dijeras que era un estúpido. Asi que eres una Doctora, ¿Que especialidad? - Pregunta cambiando de tema rápidamente.

- Nunca dije que me gustaba tu sonrisa Doctor egocéntrico, pero respondiendo a tu pregunta soy una cirujana veterinaria.

- ¿Veterinaria? Entonces no eres una Doctora de verdad - dice el muy imbécil con una sonrisa en la cara que espero borrarle muy pronto.

- ¿Te das cuenta que mereces que te insulte? Primero tratas de rata a mi yorkie y luego me insultas a mí, soy una doctora y una mucho mejor que tú y ahora no perderé más mi tiempo contigo. Espero no volver a verte por aquí Dr Idiota - le dije molesta mientras camino rápido con mis perros a mi lado hasta llegar a mi casa.

No tengo idea que acaba de suceder. Lo único que sé es que ese chico Inglés es un privilegiado de Dios, era guapísimo pero también un idiota.