El Sábado llega más rápido de lo esperado y es la famosa fiesta en honor a mi hermano, busco en mi armario que ponerme y encuentro un vestido negro con una apertura en la pierna sin estrenar, como buena italiana que soy amo la moda, compro bastante ropa de diseñadores reconocidos y trabajo mucho para poder darme esos gustos. Me pongo unas sandalias de tacón a juego, tomo un bolso negro con cristales de Prada y salgo de mi departamento antes de que se me haga tarde y mamá quiera estrangularme.

En la fiesta me recibe mi hermano Steffano con un gran beso en la mejilla. - Felicidades por tu ascenso, hermano mayor. Te mereces eso y mucho más, eres mi hermano favorito pero no le digas a Alonzo - dije bromeando.

- Creo que acabo de escuchar mi nombre, hermana. Ven aquí a darle un abrazo a tu hermano favorito - me dice mi hermano del medio con los brazos abiertos.

- ¡Alonzo! que bien te ves. Por supuesto que eres mi hermano favorito pero no le digas a Steffano - le digo en su oído mientras le doy un cálido abrazo. A su lado está su esposa, Valentina Rinaldi a quien también saludo con un abrazo. Son tan lindos juntos, solo llevan casados tres meses.

- Háganse a un lado los dos, acabo de escuchar llegar a mi hija - habla mamá envolviéndome en un abrazo.

- Mi niña te ves guapísima pero delgada, ¿estas comiendo bien? ¿Necesitasbque vaya a tu departamento a cocinarte? ¿Estás falta de dinero? - Dice mamá osa.

- Madre estoy bien, estoy comiendo bien, por favor no te preocupes por eso, te extrañé- le digo a mi latina favorita.

- Violeta, en estos tiempos no debes opinar de otros cuerpos, eso dicen los jóvenes - regaña con cariño mi padre a mi madre.

- ¡Papá! - digo lanzandome a sus brazos.

- Mi principessa, cada día estas mas hermosa, que gusto me da verte - me dice Alessandro, mi padre.

- No puede ser, a Kiara la llenan de elogios y a mi ni siquiera me han dicho lo guapo que éstoy hoy - cuestiona Alonzo a mis padres.

- Alonzo no seas envidioso, todos mis hijos son bellísimos y estan hoy perfectamente vestidos para la ocasión - Le dice madre. - Además, tu tienes una esposa que siempre te llena de elogios y será mejor que se pongan hacer algo más que dormir en la cama para que me den un nieto pronto.

Alonzo escupe el vino que estaba tomando al escuchar las palabras de madre mientras que Valentina abre los ojos de forma exagerada y toma una servilleta para limpiar el traje de mi hermano manchado con vino.

Mis padres y mis dos hermanos llegaron a Estados Unidos desde Milán cuando yo estaba en mi segundo año de universidad, cuando supieron que mi hermano Steffano vendría a California a realizar su especialidad médica y Alonzo que estaba recién egresado quería trabajar aquí, mis padres se dieron cuenta que no querían estar lejos de nosotros así que dejaron su vida en Italia, vendieron sus dos floristerías y se instalaron aquí a comenzar desde cero.  Hoy en día son dueños de una florería bastante reconocida en la ciudad.

Mi hermano mayor, Steffano de 32 años, es ginecólogo obstetra de un hospital privado donde solo se atiende gente rica, su vida gira en torno a su trabajo y no tiene novia actualmente.

Mientras que Alonzo es el del medio, tiene 29 años, es el hermano bromista y el que siempre mis padres regañaban dr pequeño, hasta el día de hoy no cambia y sigue siendo el mismo desordenado de siempre pero está profundamente enamorado de su esposa Valentina, quién es una vendedora italiana de bienes raíces y junto con Alonzo que es arquitecto tienen su propio negocio.

Analizo el patio de mis padres notando la bella decoración de la fiesta, siento el timbre de la casa, sé que mi hermano invitó a varios de sus colegas así que no le presto atención hasta que miro a Steffano que se acerca a donde estan mis padres con un hombre a su lado que reconozco perfectamente.

Ay no! Por qué todo me pasa a mi, esperaba no volver a encontrarme al Británico.

Tierra tragame y escupeme en Marte