Un día más entrando a este edificio donde debo fingir tal como lo hacen los espías en sus misiones. Saludo de manera amable a quienes ya se animan a decirme algo, aunque sea tan simple como "buenos días", y voy hacia el elevador. Las puerta está por cerrarse cuando una mano masculina interfieres y hace que se vuelva a abrir —Buenos días. — Me dice un hombre de cabello rubio, ojos verdes bastante alto y joven. Cabe destacar que su porte elegante y bien parecido le hacen parecer un gran ejecutivo de la empresa. Él presiona el mismo piso que yo y me mira.
—Buenos días. — respondo de manera cortés.
&mda
He intentado indagar por todos los medios medianamente posibles el nombre de la difunta esposa de Raúl, pero aún no lo consigo. Entre el almuerzo con los empresarios tailandeses, la cantidad de recados que he recibido de mi jefe; sumado a que en una semana es el aniversario de la empresa y me han pedido colaborar con todos los preparativos, apenas he podido investigar más a fondo.Apago la computadora, organizo los papeles de mi escritorio y busco mi bolso para irme a casa. Hoy la cena será interesante, Lucas y yo le diremos a mi padre que estamos juntos nuevamente... sólo con pensarlo me pongo nerviosa. Los nervios me invaden al escuchar el ruido del timbre. Sé que nada se compara al día de mi boda con Lucas, y el hecho de que mi padre se haya enterado de todo en el momento, pero decirle que hemos regresado es algo que también me pone de esta manera. ¿Cómo reaccionará? ¿Sospechará algo de todo lo que ha sucedido?—Tranquila mi amor. — me susurra al oído Lucas y deposita un tierno beso en la comisura de mis labios para después dirigirse a la puerta e ir a la puerta. Abre y saluda a mi padre con entusiasmo.« Pensar que hasta hace poco le odiaba...» Después de casi tres horas entre la cena y la sobremesa, Lucas cierra la puerta de entrada una vez que mi padre sale de la casa y me mira desde allí —no ha ido tan mal — comenta haciéndome reír.—Para nada, es más han armado planes de boda y todo — me quejo cruzándome de brazos mientras apoyo mi espalda contra la columna que está detrás de mí.Él camina hacia mi tal como si yo fuese su presa y se sonríe — ¿y eso te molesta?— pregunta divertido. Al día siguienteLlevo más de la mitad de mí día laboral trabajando en el reporte que se le entregará a cada uno de los miembros de la junta directiva, y a medida que voy preparando cada uno de los folders, voy apuntando sus nombres en las notas de mi móvil.—Leonardo Sanabria—Marta Indigo—Saul V55. Visitas y Propuestas
56. Despejar La Tormenta
57. Una Parte Del Misterio
Me tiemblan las piernas y las manos mientras me ayuda a bajar de su lujoso auto ahora ubicado en el área del valet parking de este restaurante que tan bien conozco. Sólo puedo rogar que Matías, el gerente de este lugar, que no esté hoy o al menos que no me llame por mi apellido paterno; si lo hace, todo mi teatro se caerá y quedaré completamente expuesta ante Alejandro.—Espero que te guste el lugar— me comenta el cuando ya he terminado de bajar del auto y suelta mi mano.Le sonrió fingiendo amabilidad « Si tan sólo supieras que es uno de mis sitios
Escucharles hablar de la vida tal como si fuesen amigos de hace muchísimos años me tiene totalmente confundida « ¿Acaso Lucas me ha estado engañando todo este tiempo?» Me cuestiono una y otra vez. «Y¿si su supuesto arrepentimiento es tan solo un engaño más? ¿si me está utilizando nuevamente?» No puedo más, siento que me va a estallar la cabeza con tantas dudas que tengo en estos momentos. No sé muy bien si han pasado minutos u horas, únicamente les veo acercarse a la mesa nuevamente, pero la mirada de Alejandro está perdida. Le noto agobiado y ¿triste?—Sienna, lo siento. — me dice con un hilo de voz —espero que no te moleste si Lucas te lleva a tu casa, no me encuentro bien. — Se disculpa y deja dos billetes de cien sobre la mesa.—No te preocupes, nos vemos mañana en la oficina. — Propongo, pero él no dice nada; tan solo asiente y se aleja.60. Misterios Por Descubrir
Tan sólo cruzar el umbral de la entrada, de la que ahora es nuestra casa, comenzamos a comernos a besos como si fuese la primera vez. Sus brazos amarrados a mi cintura no me permiten alejar de él y para ser sincera, no tengo la mínima intención de hacerlo.Mis labios tan sólo responden a los suyos y le doy mayor acceso a mi boca para que su lengua y la mía se encuentren en un baile de esos que son capaces de quemarlo todo a su alrededor. De alguna manera me va guiando hasta la escalera y provocando que nuestros besos sean un poco menos coordinados, vamos subiendo mientras que en el camino