—¡Qué ni se te ocurra hacer lo que piensas hacer!—Grité como desquiciada desde mi asiento.
—Pero, si va ser divertido.
—¡Qué vengas a sentarte a la mesa!
—Pero...
—Sabes que si me levanto de aquí va a ser peor.
—¡Eres una aguafiestas!—Bufó irritado.
—Me da igual lo que me digas. Sólo, aleja esa salsa picante de la zona de los postres.
Mi hermano no tiene arreglo. Aprovecha hasta la más mínima oportunidad para hacer travesuras.
—¡Eres una aburrida!—dijo muy enfadado mientras se sentaba frente a mí, en la silla que quedaba junto a Dakota.
—Gracias. Yo también te quiero.—Me mostró su lengua en señal de burla.—A mí no me importa si quieres carbonizarle la boca a alguien—le expliqué con tono de indiferencia y tomé un trozo de queso para probarlo—. El problema es que si lo haces nos pueden echar aquí, con una demanda o algo peor.
—¡Qué ni se te ocurra hacer lo que piensas hacer!—Grité como desquiciada desde mi asiento.—Pero, si va ser divertido.—¡Qué vengas a sentarte a la mesa!—Pero...—Sabes que si me levanto de aquí va a ser peor.—¡Eres una aguafiestas!—Bufó irritado.—Me da igual lo que me digas. Sólo, aleja esa salsa picante de la zona de los postres.Mi hermano no tiene arreglo. Aprovecha hasta la más mínima oportunidad para hacer travesuras.—¡Eres una aburrida!—dijo muy enfadado mientras se sentaba frente a mí, en la silla que quedaba junto a Dakota.—Gracias. Yo también te quiero.—Me mostró su lengua en señal de burla.—A mí no me importa si quieres carbonizarle la boca a alguien—le expliqué con tono de indiferencia y tomé un trozo de queso para probarlo—. El problema es que si lo haces nos pueden echar aquí, con una demanda o algo peor.
¡Auxilio!¡ Por favor! ¡Qué alquien me ayude!—¿Quién ha dicho eso?—Busqué con la mirada a la persona que pedía socorro.Había una chica dentro del agua movimiento los brazos desesperadamente, luchando por salvar su vida. No lo dudé. De un salto entré a la piscina y nadé lo más rápido que pude en su dirección. Entre más me acercaba menos escuchaba su voz. Cuando llegué al lugar donde estaba la chica sus gritos de socorro ya no oían. Su cuerpo había quedado por completo debajo del agua. Tomé una última bocanada de aire antes de zambullirme.Ella estaba descendiendo, y descendiendo hacia el oscuro fondo. Era como si la profundidad de la piscina fuera eterna. Estiré mi brazo derecho y conseguí sujetar una de sus manos. Pude sentir que tenía la piel extremadamente fría.Gracias a que la estaba sosteniendo quedó estática: no descendía, pero tampoco flotaba.Sus cabellos se movían libremente alrededor de su cara y alguno
El sábado a las tres y media de la tarde escuché como el sonido de un motor se acercaba a mi casa, seguido de un bocinazo que me hizo saltar. Salí a mi balcón. Comprobé que había una furgoneta negra muy linda aparcada delante de mi casa.De la zona del conductor salió un chico que conocía a la perfección. Su cabello negro se desorganizó un poco con el viento. Era Frank, el salvavidas tatuado.Al final resultó que me gustó la idea de nombre de contacto que le puso Jenna. Lo dejé como estaba, claro que, corriendo el riesgo de que Lucas lo leyera si algún día revisaba mi celular. Pero no importaba, siempre me ha gustado tentar a la suerte."Si Lucas ve eso, tu cabeza va rodar" me advertía mi conciencia. Yo no lo hacía caso.—¡Natasha, baja que tenemos que irnos!—Gritó Frank con su mano izquierda rodeando su boca para que el sonido se escuchara más alto.—¡En un segundo estoy abajo!—Contesté a gritos también.
Alexander Robbin se veía notablemente enfadado con la derrota de su equipo. Incluso, luego de que terminó el juego, pateó la pelota con tanta fuerza y rabia que casi golpea a algunas de las personas que aún se encontraban sentadas.—Ese chico...—Dijo Calvin arrugando su frente.—Nunca ha sabido controlar su maldito mal genio—Kevin continuó la frase.Al parecer mi mente y mis ojos estaban aprendiendo a diferenciar a los gemelos. Después de todo, sus voces y sus rasgos faciales no eran exactamente iguales.Alex caminó entre los chicos. En línea recta y sin separar su intimidante mirada de la de Lucas. Cuando estuvieron uno frente al otro, encarándose, hubo un silencio atemorrizante entre ellos. Lucas lo miró con la frente alta y dio el primer paso para romper el silencio.—¿Te
Alexander Robbin se veía notablemente enfadado con la derrota de su equipo. Incluso, luego de que terminó el juego, pateó la pelota con tanta fuerza y rabia que casi golpea a algunas de las personas que aún se encontraban sentadas.—Ese chico...—Dijo Calvin arrugando su frente.—Nunca ha sabido controlar su maldito mal genio—Kevin continuó la frase.Al parecer mi mente y mis ojos estaban aprendiendo a diferenciar a los gemelos. Después de todo, sus voces y sus rasgos faciales no eran exactamente iguales.Alex caminó entre los chicos. En línea recta y sin separar su intimidante mirada de la de Lucas. Cuando estuvieron uno frente al otro, encarándose, hubo un silencio atemorrizante entre ellos. Lucas lo miró con la frente alta y dio el primer paso para romper el silencio.—¿Te
Alexander Robbin se veía notablemente enfadado con la derrota de su equipo. Incluso, luego de que terminó el juego, pateó la pelota con tanta fuerza y rabia que casi golpea a algunas de las personas que aún se encontraban sentadas.—Ese chico...—Dijo Calvin arrugando su frente.—Nunca ha sabido controlar su maldito mal genio—Kevin continuó la frase.Al parecer mi mente y mis ojos estaban aprendiendo a diferenciar a los gemelos. Después de todo, sus voces y sus rasgos faciales no eran exactamente iguales.Alex caminó entre los chicos. En línea recta y sin separar su intimidante mirada de la de Lucas. Cuando estuvieron uno frente al otro, encarándose, hubo un silencio atemorrizante entre ellos. Lucas lo miró con la frente alta y dio el primer paso para romper el silencio.—¿Te
Para el viaje de vuelta nos sentamos en diferentes lugares. Michael ocupó el asiento del conductor. A su lado estaban Kevin y Calvin.En los puesto de atrás quedamos en este orden: Frank, mi hermano, yo y Lucas. En la parte trasera del vehículo iba Dylan.—¿Qué les parece si vamos a celebrar nuestra aplastante victoria en un club nocturno?—propuso Michael y giró el volante rápidamente hacia la derecha en una esquina.Todos nos inclinamos a la izquierda bruscamente.—¡Vamos a morir por tu culpa, inútil!—prostestó Dylan porque se había golpeado la cabeza en medio de la maniobra—¡Última vez que te dejamos conducir!—Para tu información DyLan yo soy un conductor excelen...–¡Mira, luz roja!—Gritó Dylan señalando el semáforo que estaba en frente.Michael pisó el freno a fondo haciendo que la furgoneta parase en seco. Poco faltó para que salieramos disparados por el parabrisas
Subí a mi cuarto a descansar un poco antes de tener que ir a la misión de cuidar al hijo de la amiga de mamá. El Wi-Fi de la casa estaba activado. Conecté mi celular para ver si había alguna novedad en mis redes sociales. Mi F******k, casi llora al verme. Me había extrañado mucho y el I*******m ni te cuento.Las notificaciones llegaban a mi teléfono. Eran tantas que hacían que vibrará frenéticamente. Creí que en cualquier momento explotaría. Entré a mi verde y también abandonado W******p. Tenía muchos antiguos mensajes sin leer de grupos a los que me habían agregado mis amigos. También me habían escrito familiares lejanos. Concretamente en el chat con Jenna tenía dos mensajes de ella que no había mirado. Jen: Nat, recuerda que el sábado es mi boda. Va a ser en la Iglesia Principal a las