Capítulo 1
Escucho mi teléfono zona, es la alarma que he colocado, anoche me acosté tarde terminando unos deberes, es mi último año y deseo entrar a la universidad con el mejor promedio. No es algo que a mi padre le agrade y la verdad es que es algo que no comprendo muy bien, cualquier otro padre se sentiría orgulloso de mis calificaciones y metas, pero él no.
Me visto y peino cuidadosamente mi cabello, recogiéndolo en un moño alto dejando unos mechones sueltos que ondulo con la piza caliente, una vez quedo satisfecha con lo que veo en el espejo, me coloco algo de polvo, rímel en mis pestañas y un brillo en mis labios, por ultimo un poco de perfume.
Salgo de la habitación sintiendo todo en silencio, mis hermanos y padres al parecer no se han despertado. Dejo mi mochila en el mueble y me dirijo a la cocina, desde aquí puedo oler las tostadas y el chocolate.
—Buenos días señorita —me saluda la cocinera, su nombre es Belkis, es uno de las personas con quien mejor me llevo— siéntese ya le sirvo su desayuno.
Saco uno de los bancos altos que está en el mesón recibiendo una mala mirada de Belkis.
—No me veas así, mis padres aun duermen y como siempre comeré rápido y me iré —muevo rápido mis pestañas para convencerla de que me deje comer en la cocina.
—No tiente al diablo señorita, ya falta poco para que vaya a la universidad y se aleje de aquí, no haga que eso se vaya a la basura —me aconseja dejándome las tostadas con queso frente a mi y una taza caliente de chocolate.
—Lo sé, ya quiero que estos meses pasen rápido, estoy ansiosa y emocionada porque ese día llegue —le cuento emocionada, solo espero que esto no sea un sueño del que me despiertan de pronto.
Desayuno rápido al ver a Belkis viendo hacia las escaleras cada dos minutos, es que mi padre siempre nos dice que nosotros somos personas de clase y no debemos comer en ciertos lugares porque se ve mal o hablar con algunas personas por que mancha nuestra reputación y cosas tan absurdas como esas.
Lo cierto es que, la última vez que me consiguió aquí, me dio una fuerte bofetada que caí desmallada en el suelo, necesite de cinco días de reposo, los ligamentos del cuello se vieron afectados, además de mi audición del lado derecho.
Agarro mi mochila y salgo de la casa despidiéndome de Jorge, nuestro mayordomo, el cual me insiste en que espere a preparar uno de los carros para llevarme, declino su oferta. Me encanta caminar al instituto, aunque me queda un poco retirado, es un tiempo que me gusta disfrutar porque es solo mío.
Continuo mi camino al instituto y veo a una pareja llevando a su hijo a la escuela, después me pasan por un lado un par de viejitos tomados de las manos charlando muy animados, más adelante sale de un carro una chica de unos veinte años, se le ve molesta y más atrás un chico que me imagino es su novio, la toma por el brazo y la atrae hacia él le da un beso en su mejilla y ella le sonríe... ¿Por qué mi vida no puede ser así de sencilla?
Llego al instituto y todavía faltan unos cuantos minutos para empezar la primera clase, saco uno de mis libros favoritos y empiezo a leerlo. Siento que me tiran algo al ver hacia abajo veo una hoja arrugada, la recojo y al ver a mi alrededor veo a un chico sentado en la mesa diagonal a la mía, desdoblo la hoja y me encuentro con un mensaje:
Hola ¿Cómo te llamas?
Volteo a ver otra vez al chico y él me sonríe, es extraño primera vez que lo veo, pienso por un momento si debo o no responderle, a la final me decido responderle de todos modos se va a enterar. Me giro hacia él respondiendo a su pregunta.
—Ailén y ¿tu? —extiendo mi mano hacia él.
—Andrew ¿Por qué eres tan tímida? —estrecha su mano con la mia y se estira en su puesto cruzándose de brazos.
—¿Por qué lo dices? —pregunto sin comprender por qué lo dice.
—Estuve llamándote y no respondías... soy nuevo por aquí ¿podrías enseñarme un poco el lugar? —tiene esa sonrisa de medio lado que a las chicas les suele derretir el corazón, me guiña su ojo derecho esperando mi respuesta.
—El instituto te asigna a una persona para que te muestre el lugar —le informo negándome.
No suelo ser el tipo de chica que los muchachos buscan para este tipo de cosas, soy más bien, el tipo de chica que los hombres no suelen voltear a mirar, no porque sea fea ni nada, es solo que las cosas con mi familia son difíciles y el porte de papá es lo suficientemente intimidante para que los chicos se mantengan al margen.
—No me refiero al instituto sino a la ciudad... ¿podrías? —vuelve a insistir. Pasa su mano derecha por su cabello desordenándolo un poco.
Es moreno, de cabello oscuro y ojos color miel, parece que hace mucho ejercicio pues se nota que tiene los músculos bien formados. Se levanta y rodea la mesa que tenía frente a él y se inclina un poco hacia mi, haciéndome retroceder, no respeta mi espacio personal haciéndome sentir un poco nerviosa.
—Lo siento estoy muy ocupada —le doy la espalda, recojo mis cosas y cuando me voy a levantar me detiene agarrando mi brazo izquierdo.
—No muerdo y tampoco se me da el de secuestrar, a menos que tú quieras claro está —pasa su mirada por mi cuerpo con todo el descaro del mundo. Sus ojos se oscureces provocando un leve temblor en mi cuerpo
Empiezan a entrar el resto de los alumnos del curso en manadas al final entra la profesora, él me suelta y regresa a su puesto, me siento al otro extremo del aula buscando estar lo más lejos de él. La clase empieza y no logro concentrarme, siento su mirada. Un par de veces voltee y allí estaba él mirándome de una manera muy extraña, analizándome a cada instante y eso me ponía nerviosa, ya quería que la clase acabara rápido.
Cuando al fin la clase llega a su fin, recojo mis cosas lo más rápido que puedo y salgo de allí casi que corriendo, me voy hacia uno de los jardines que tiene el instituto y me siento en el banco que está más alejado, la siguiente clase es una de las que me complican la existencia, así que necesito despejar mi cabeza de tantas inquietudes.
Saco nuevamente mi libro y siento que alguien se ubica a mi lado, es Andrew, lo observo un instante, lleva unos lentes oscuros, él también me ve y sonríe, trato de ignorarlo y concentrarme en mi libro pero sus planes son diferentes, coloca una hoja sobre mi libro impidiéndome leer.
—¡Hola! —dice la molesta nota sobre mi libro.
—¿No tienes otra cosa que hacer? —me giro molesta hacia él.
—No, ¿Por qué me tienes tanto miedo? Honestamente me causas curiosidad, eres muy diferente a las demás chicas que he conocido —me dice con una sonrisa en sus labios, sin tanta intensidad en su mirada.
—Pues lamento decepcionarlo, si quieres un tour por la ciudad o la escuela pídeselo a otro, soy una persona muy ocupada y no tengo tiempo para ser el pasatiempo de un imbécil como tú, así que déjame en paz. —Respiro profundo, nunca me pongo de esta manera así que intento tranquilizarme— además, me gusta estar sola, te agradezco que te retires y dejes de perseguirme.
—¿Me estas corriendo? —pregunta incrédulo, al parecer nunca lo habían rechazado.
—si —respondo con simpleza lo obvio.
—Lo siento pero tengo el mismo derecho que tú de estar aquí —se acomoda en el banco recostándose del árbol que está detrás de él.
—¡Que infantil eres! —me quejo furiosa.
Agarro mis cosas y me voy, ya me está haciendo perder mi autocontrol. Me dirijo al salón, me tocara esperar aquí hasta que empiece la clase, faltan unos quince minutos. Me siento en la misma mesa de siempre e intento leer mi libro nuevamente, sumergiéndome en la trama hasta olvidar por completo en donde estoy.
Al fin logre terminar el capítulo, entre tantas cosas ni un capitulo puedo leer en paz. Al levantar la mirada ¿a que no saben a quién me encontré a poca distancia? Andrew... ¡hasta cuando! Se levanta de su asiento y se dirige hacia mí, volteo la mirada a la ventana y me entretengo viendo a través de ella, como caen las hojas de los árboles y justo en el momento que se sienta a mi lado el profesor y los alumnos que faltaban entran al salón.
¡Esto debe ser una broma de mal gusto!
¡Ya, al fin! mi última clase ha terminado y antes de que Andrew quiera seguirme, recojo mis cosas y salgo del instituto a paso rápido, cuando voy llegando a la salida volteo para asegurarme de que no me sigue, pero para mí mala suerte siento chocar con alguien y todo lo que tenía en mis manos lo dejo caer, cierro los ojos pero a pocos centímetros del suelo me sostienen evitando mi caída.
—Deberías ver al frente cuando caminas— dice en mi oído el hombre que me tiene sujeta entre sus brazos.
Abro mis ojos de apoco, encontrándome a un hombre de unos veintiséis años aproximadamente, cabello negro peinado hacia atrás, ojos negros de mirada intensa, nariz perfilada, sus labios gruesos, es un adonis en todo su esplendor, trago grueso separándome de él, siento mis piernas de gelatina.
¡Bendito día el de hoy! Debo estar soñando.
Veo todas mis cosas en el suelo esparcidas, me agacho para recoger mis cosas, él me imita ayudándome y ofrece su mano para que pueda levantarme una vez tengo todo en mi mochila, me regala una sonrisa pero su mirada me atrapa, tiene apariencia de empresario, debe ser algún ejecutivo va de traje negro. Además de que hay dos hombres cerca de nosotros, supongo que son para reguardar su seguridad.
—Gracias— logro decir, me doy media vuelta y emprendo mi recorrido a casa.
Antes de doblar la esquina volteo y esta el chico entrando a su BMW, su mirada se conecta a la mía pero lo que me trasmite no me agrada para nada. Esa conexión inicial que alboroto mis hormonas es remplazada por una completamente diferente.
Capítulo 2Al llegar a casa me encuentro con mi hermana que es dos años mayor que yo, Bridge, escuchando Adele mientras cocina, utiliza el batidor como micrófono y canta a todo pulmón el coro de Send My Love, pega un brinco cundo se da cuenta de mi presencia.—Hola hermanita, me asustaste ¿Cómo te fue hoy?— se acerca a mí y me abraza.—Bien, ¿a ti que tal?— le regalo una gran sonrisa.—Genial, me aceptaron en la escuela de modas— las dos empezamos a brincar como locas de la emoción.—Me alegro mucho por ti... ¿y mis padres? ¿Alex? ¿Belkis? —me sorprende que no este aquí sacando a mi hermana de la cocina.Bridget termina de ordenar la cocina y nos encaminamos al piso de arriba, donde se encuentran nuestras habitaciones.
Capítulo 3—Ya debemos salir, recuerda sonreír y parecer muy enamorada, acabo de pedirte matrimonio así que debes actuar como tal, eres la prometida del soltero más cotizado... debes sentirte dichosa. Y colócate esto— dice entregándome un anillo de compromiso, ni siquiera tiene la decencia de colocármelo.Me siento atrapada, confundida y muy asustada, pero dichosa jamás. El coloca una mano en mi espalda para hacerme caminar, mientras más me acerco a la puerta más nerviosa me siento, tengo que buscar el modo de salir de todo esto.Al llegar a las escaleras, veo a todas las personas reunidas en el salón principal. Me imagino que mi padre los hizo pasar, hay personas con cámaras y otras con pequeñas grabadoras. Al darse cuenta que estamos bajando las escaleras, enseguida se aglomeraron al pie de estas, él me detiene
Capítulo 4Me acomodo en mi lugar, cierro los ojos y trato de relajarme, no le voy a permitir que él me amargue mi mañana. Siento el carro detenerse y abro los ojos al sentir su mano en mi pierna.—Mantén tu mano alejada de mí— digo quitando su mano con brusquedad.—¿A que le temes?— dice acercándose peligrosamente hasta quedar casi arriba de mí.Trago grueso, mi corazón se acelera. Acaricia mi brazo erizando mi piel, su mira intensa hace que detenga mi respiración.—Te recuerdo que aun soy menor de edad y si quiero puedo denunciarte por acoso— intento controlar mi respiración, lo empujo pero no logro moverlo ni un milímetro.—Soy tu prometido y dentro de unos meses serás mía— su sonrisa socarrona me hace enojar.
Capítulo 5A la hora de la cena, estamos los tres sentados con nuestra cena frente a nosotros, cada uno sumergidos en sus pensamientos, algo fuera de lo normal, pues siempre estamos bromeando. Por lo general Alex nos relata todo lo que pasa en sus prácticas de música y Bridge sobre ese chico misterioso que la tiene loca, pero del que no revela su identidad.—¿Mal día el de hoy? —levanto la mirada hacia ellos, alejo el plato de mi sin apetito.—Ni lo preguntes, nos cambiaron de profesor y para el nuevo no estoy a la altura— dice mi hermano, Alex, muy enojado. Hace el plato a un lado y se cruza de brazos.—Recuerda que cada día debemos aprender a superarnos, tómalo como un reto y esfuérzate mucho más para alcanzarlo, tú lo haces muy bien, lo vas a lograr— lo animo, él me regala una sonrisa.<
Capítulo 6Al parecer nunca se imaginó que le preguntara algo como eso, su semblante cambio por completo, de estar relajado paso a tenso, su entrecejo se arrugo. Se quita los lentes, aprieta levemente el puente de la nariz y se vuelve a colocar los lentes.—Hay cosas que no podemos controlar, hay personas que siempre buscan su propia felicidad a costa de otros, lo que nosotros queramos no importa... mucho antes de nacer ya todo lo tenían planeado. Sin ninguna escapatoria. Así se manejan los negocios hoy día— recupera la compostura, su voz es plana, sin emoción de ningún tipo.—Entonces nosotros somos simples marioneta, tenemos que dejar que otros nos manipulen a su antojo. Pensé que esa cultura había queda atrás hace mucho tiempo. ¿Cuál es mi destino? —No sé de donde estoy sacando el valor para hablar de est
Capitulo 7Umar se mantiene en silencio por todo el camino, no me mira ni busca escusas para acercarse a mi. Me deja en el instituto y se marcha sin despedirse, solo espero a que entrara para irse.Ajusto mi bolso en el hombro y me dirijo al aula que me corresponde. Las miradas de los demás alumnos caen sobre mí, los comentarios nada agradables empiezo a escuchar, acelero el paso ignorando a todos a mi alrededor, al entrar al salón solo hay dos chicos conversando entre ellos, ni siquiera notan mi presencia, lo cual agradezco. Me siento cerca de las ventanas, dejo mis cosas sobre la mesa y me coloco los auriculares escuchando algo de música.Ya estaba en mi última clase de la mañana, cuando la puerta del salón es abierta bruscamente, todos nos sobresaltamos ante el ruido, mi padre estaba en el umbral de la puerta, su expresión era seria, dirigió su mirada a la
Capítulo 8Estoy en mi habitación acostada boca arriba en mi cama, tengo música puesta. No dejo de darle vueltas en mi cabeza lo que hemos descubierto ¿Cómo no me di cuenta antes en donde estoy metida? ¿Bridget sabrá de esto? Muchas cosas empiezan a encajar a la perfección, solo hay algo que no me cuadra para nada, ¿Por qué a mi y no Bridget? ¿Qué tengo para ofrecer que mi hermana no?“Mis padres, es decir, nuestros padres”¿Qué habrá querido decir cuando se le escaparon esas palabras? Umar debe saber más de esto, pero parece una bóveda de máxima seguridad, como cuesta sacarle información. Además que dé a momentos me amenaza hasta intimidarme, luego se comporta tierno y atrevido haciéndome sofocar. Aunque cuando esta Andrew cerca parece un bruto, pe
Capítulo 9—No creo que eso valla hacer posible— Umar esta de espalda a nosotros, mi piel se eriza y mis piernas y manos tiemblan.Me levanto rápido de mi puesto sintiendo mi corazón latir con fuerza por la impresión de verlo frente a mi ¿Cómo pudo llegar hasta aquí?—Umar... ¿a qué debemos el honor de tu presencia?— Andrew se acerca a él, su expresión es divertida y es algo que despierta mi interés.—Olvidas muy rápido— me recrimina Umar, su mirada es acusadora.—¡Oh vamos! ¿Acaso la castigaras por querer saber la verdad? Puedo darte los honores, aunque quería esperar un poco más— Andrew se coloca a un lado de Umar, y apoya su brazo en el hombro de él.Umar lo aparta y se aproxima a m&iac