Burak ayudó a Jaqueline a subir al auto de él, un hombre de seguridad manejó el auto de ella hasta el edificio. Él miró a Jaqueline quien seguía con el trozo de tela en su nariz, luego revisó para ver si seguía sangrando, pero pareció que no.
―Te debo una camisa. ―dijo ella mirando la tela rota en Burak. Él sonrió.
―Está bien. Tengo centeneras de estas. ―Jaqueline presionó sus labios con dureza.
―No importa que tengas muchas, voy a reponerte una camisa. ―Burak asintió para evitar discutir con ella. La puerta del lado de ella se abrió, al igual que la de él. Ambos caminaron hacia el elevador del estacionamiento subterráneo del edificio. Jaqueline miró de reojo su vestido, notó el rasguño del vestido, luego entre dientes gruñó algo que Burak no alcanzó a escuchar, la
— ¿Qué? —Burak se preguntó casi atónito al ver las fotos en sus manos, aun con el temblor, se aventuró a ver más, una mujer de espalda, cabello castaño, viste ejecutivo, el corazón de Burak se aceleró al ver una similitud con…Jaqueline. —No. —negó, pensó que quizás estaban despidiéndose o platicando como amigos, pero miró la última foto…en esa se ve a Kerem besando en la boca a la mujer, esta lo tiene rodeado del cuello, no puede ver la cara, el edificio a espalda de él, no lo reconoce, no es el suyo, levantó la mirada a su jefe de seguridad. — ¿Quién entregó este sobre?—El personal de la paquetería—Burak regresó la mirada a las fotos, luego a la nota. Repasó cada palabra escrita a mano, apenas y pasó saliva de la impresión. Volvi&oac
El doctor revisó por segunda ocasión el golpe marcado en el rostro de Jazleen, ya había revisado dónde le había dicho ella que le dolía, Jodie estaba al pie de la gran cama, estaba cruzada de brazos, observando, estaba trinando de ira en su interior.—No tiene ninguna fractura, los moretes desaparecerán según avance los días, no tiene por qué preocuparse.Jazleen arqueó una ceja, irónica.—Es lo que más me importa, ¿Cree que saldré al mundo para que miren como esa maldita me golpeó enfrente de todos? ¡Claro que no saldré! ¡La odio! ¡Odio a todo el maldito mundo! —Jazleen se volvió una histérica, el doctor retrocedió al creer que le iba a soltar un golpe, miró hacia Jodie.—Señora Ward, aquí está la lista de los medicamentos que necesit
Burak le cedió el paso a Jaqueline para que entrara al ático. Ella entró, él cerró la puerta detrás de sí, sin dejar de mirar a la mujer frente a él.— ¿Tienes hambre? —preguntó Burak, ella se acercó al primer sillón que estaba cerca, dejó su bolso y se giró hacia a él.—Un poco, pero puedo esperar para más tarde…—Jaqueline miró a Burak caminar hacia la cocina.—Por qué esperar, ya ha dejado lista la comida mi ama de llaves—Burak se giró a hacia ella y le señaló el banco de la isla de granito para que tome asiento, ella sin rechistar se acercó y tomó lugar, miró detenidamente como el hombre de traje oscuro se movía con agilidad por toda la cocina.—Puedo comer lo que sea, no soy quisquillosa. —Burak detuvo su mano e
Jaqueline estaba sentada en la barra de la cocina de Burak, dio un sorbo a su café turco que le había ofrecido el ama de llaves, sonrió la mujer al ver que le había gustado a la invitada.—Sabe delicioso—confesó Jaqueline a la mujer, ella sonrió, después volvió a dar otro sorbo, cerró los ojos y lo saboreó, sintió el líquido tibio deslizarse por su garganta, hasta creyó haber soltado un pequeño gemido, abrió sus ojos y dio un respingo en su lugar.—Buenos días—Burak estaba de pie frente a ella, vestido con un traje elegante, tenía la americana en su brazo, caminó hasta la entrada, la colgó en él, regresó hacia la cocina, —para eso, Jaqueline miró como ese pantalón se ajustó a su trasero descaradamente, regresó la mirada cuando Burak se iba a girar&
Burak se quedó quieto, parpadeó, luego su sonrisa se formó lentamente en sus labios, intentó llevarse aire a sus pulmones, acarició con su pulgar el labio inferior de Jaqueline, quién parecía esperar una respuesta.— ¿Yo te gusto? —Jaqueline asintió lentamente y luego presionó sus labios, haciendo que sus hoyuelos aparecieran, Burak le encantó tanto verlo, que con su otra mano acarició el hueco de la mejilla de ella. —Te gusto. —confirmó esas dos palabras, se inclinó para besarla, pero antes de tocar sus labios, la chicharra del elevador sonó, haciendo que después se pusiera en marcha, Jaqueline salió de su trance, Burak se ajustó su corbata al sentir mucho calor, se sintió como un adolescente, antes de siquiera decirse algo por lo que estaba a punto de pasar, las puertas del elevador se abrieron, haciendo q
Jodie apretó su mandíbula al escuchar a Burak decirle eso, Jaqueline se acercó a su asiento.—No te preocupes, Burak, ella suele hacer eso. ¿Necesita algo, Jodie? —Jodie lanzó una mirada de odio contenido a Jaqueline, quien parecía importarle una mierda decirle eso delante de aquel hombre. Jodie se aclaró la garganta, miró a Burak.—Mi esposo ha preguntado por usted, dijo que, si estaba aquí, pasara un momento a su oficina. —Burak arrugó su ceño.Burak asintió, luego miró a Jaqueline.—Regresaré en un momento, no te muevas de aquí, cariño. —Jaqueline apretó sus muslos con el calor que había provocado la cercanía de aquel hombre y más cuando le ha dicho “cariño”, Burak esquivó a Jodie y salió de la oficina de Jaqueline.Jodie se c
—Está todo listo, señora—dijo la asistente personal cuando colgó la llamada. La mujer vestida de un traje rojo elegante, con un peinado en ondas perfectas, estaba cruzada de brazos viendo el panorama de la ciudad, al escuchar a su asistente, se giró a ella e hizo un movimiento de barbilla.—Gracias, Sharon. ¿Y el agente de bienes raíces? —Sharon revisó la hora de su reloj de marca, luego miró a la mujer.—Estará en el restaurante que eligió para verse, —la asistente se quedó algo inquieta y la mujer lo notó.—Dilo. —pidió amablemente.—No creo que sea buena idea que sea en ese lugar.La mujer sonrió, caminó por la gran suite y se sentó en el brazo del sillón de la sala mirando hacia la rubia que tenía su tableta en mano.—Tranquila, no puedo seg
La puerta del servicio de mujeres se abrió, apareció una mujer pálida, cabello castaño oscuro en ondas perfectas y tenía ojos azules, lucía un traje elegante en color rojo de dos piezas, Burak notó algo familiar en ella. ¿Acaso la conocía?—Por favor. —suplicó Jaqueline, Burak no pensó más, la llevó por el pasillo, antes de salir, miró hacia a atrás y notó que la mujer los miraba, él le cedió el paso entre las mesas, llegaron a la suya, Jaqueline miró a Damián, este ajeno al momento, se levantó al ver a Jaqueline pálida como un papel.— ¿Qué pasa? ¿Te encuentras bien? —Jaqueline no pudo decir más, su pecho subía y baja, Damián miró a Burak para que le diera una respuesta al semblante de su sobrina. —Burak, ¿Qué p