Capítulo 2
Escucho mi teléfono timbrar al número que acabo de marcar, pero por más que lo desee este no me levanta la llamada en los primeros timbres.
– ¿Por qué me llamas tan temprano? Ni siquiera es medianoche – me pronuncia esa voz que tanto conozco desde el otro lado de la línea.
– Necesito que vengas por mí, quiero ir a casa – digo con mi voz bastante cansada, pero solo recibo un suspiro de su parte.
– ¿Sabes que no lo haré verdad? Estoy cansado de verte sola en casa, aún eres joven y necesitas divertirte Rebeca.
– Por favor Alexander ven por mí, no me siento bien y ya me han arruinado anoche. Sé mi hermano protector en esta ocasión y ven a buscarme.
– Está bien, pequeña ¿Estás dónde siempre?
– Por supuesto – digo haciéndole señas al mesero de turno para que me atienda y poder comer algunas rebanadas de pizza.
Veo la camioneta Cherry de color rojo de la familia y suspiro aliviada al ver que mi hermano no tardó mucho en llegar. No obstante, me doy cuenta de que este no viene solo, sino que también está su mejor amigo Alan y mi hermano menor Kevin.
– ¿Qué pasó? ¿Por qué andan todos juntos? – le pregunto una vez este está a mi lado.
– Alan tuvo un problema con su coche y se quedó varado en la carretera y aproveché que iba a buscarle unas pastillas a Estefani para ir a buscarlo. Kevin solamente me está haciendo la media porque no quería ir solo.
– Espero que Estefanía esté bien, no me gusta para nada esos dolores que está teniendo.
– Lo sé, a mí tampoco me gustan, pero por más que vamos al médico ninguno sabe decirnos que es lo que tiene exactamente. Para ellos son dolores menstruales normales, pero yo estoy seguro de que hay algo más porque siempre son demasiado fuertes.
Estefanía es la esposa de mi hermano y últimamente ha presentado muchos dolores pélvicos antes de que llegue su pedido y después de este se va. Muchas noches me he despertado en la madrugada y la he visto llorando de los terribles dolores que le dan, sin embargo, los doctores por más análisis que hagan no han logrado detectar qué es lo que sucede exactamente con ella. Además, hay veces en las que mi hermano se desespera al no saber que hacer con ella y se culpa una y otra vez por no poder llevarla a uno de esos hospitales súper costosos. Donde de seguro descubrirán que tiene al instante, pero desgraciadamente nuestra situación económica no nos permite darnos ese lujo.
Los cuatro ya juntos en la camioneta, nos mantenemos todo el viaje en silencio hasta llegar a la casa. Yo solamente quería llegar para acostarme a dormir junto con mi bebé, la que ahora ocupa el cuarto que antes era mío y que ahora sus abuelos lo adaptaron para ella y para mí.
– Bueno, muchachos, yo los dejo. Quiero ver a mi bebé así que buenas noches – digo caminando hacia la entrada de la casa, pero Alan me detiene y yo lo miro extraño.
– Espera un momento Rebeca, quiero hablar contigo si me regalas cinco minutos.
– Si Alan, no te preocupes ¿Qué pasa? – le pregunto viendo como mis hermanos nos dejan solos y creo que ya sé por donde viene está conversación.
– Bueno, es que yo quería saber cómo estabas. Hace tiempo que no hablamos y me gustaría invitarte a salir un día de estos – dice él muy amablemente, pero para ser sincera nunca me ha interesado como hombre.
– Alan tú sabes que conozco tus intenciones con eso de invitarme a salir, pero sabes que no puedo aceptarlo. Yo tengo y un hijo y tú...
– Yo estaría más que contento si tú me dieras una oportunidad de estar al lado tuyo y de tu hijo, sabes perfectamente que yo te quiero.
– Por favor, no sigas. Mi respuesta siempre va a seguir siendo la misma, porque yo no te puedo ver como algo más que un amigo de mi hermano.
– Ah claro, a mí no puedes verme como algo más que un amigo de tu hermano, pero bien que pudiste con el mal nacido de Esteban.
– No te voy a permitir que me hables así, lo mejor es que te vayas si no vas a entender mis palabras, no pienso volver a cometer el mismo error. Lo de Esteban ya me ha acostado bastante caro, así que buenas noches – digo dándome la vuelta marchándome de ahí y en cuando entro a la casa y cierro la puerta me permito liberar mi furia con un pesado suspiro.
– Mañana mismo me sentaré a hablar con ese idiota, no pude tratarte de esa manera y mucho menos decirte una barbaridad como esa – dijo mi hermano con su rostro bastante serio y al parecer escuchó mi conversación con Alan.
– No le prestes atención Alexander, él solamente se siente frustrado porque no le puedo corresponder a sus sentimientos y es normal que reaccione así. Solamente que no puedo darle falsas esperanzas porque yo por ahora solamente siento un cariño de amistad y nada más.
– Aun así le dejaré un par de cosas claras, él debe entender que por más que lo intente tú no vas a darle esa oportunidad y ya ha tenido tres años para darse cuenta de eso. Alan será mi amigo y todo, pero por encima de eso tú eres mi hermana – dice este llegando hacia mí para abrazarme entre sus fuertes brazos.
– Está bien, haz lo que quieras. De nada me sirve tratar de convencerte de algo porque cuando se te mete una idea fija en la cabeza eres igual de terco que yo. Ahora sí me disculpas, me voy a la habitación necesito abrazar a mi pequeño príncipe y dormir muy largo rato.
– Está bien, pero espero un momento. Quiero que me digas qué fue lo que sucedió en el bar para que me llamaras.
– Ah eso, ya lo había olvidado, pero un idiota me nalgueo cuando estaba caminando hacia las chicas y tuve que ponerlo en su lugar. No solo le tiré a mi bebida encima, sino que también le pegué una fuerte cachetada que hizo que todos a nuestro alrededor mirarán la escena.
– Esa es mi hermanita, pero me hubiese gustado estar ahí para romperle la cara al idiota que te nalgueo
– Ya olvida eso, yo me defendí muy bien y afortunadamente el patán no hizo nada más. No obstante, ahora sí buenas noches y que descanses bien.
Capítulo 3RebecaLo primero que hago al entrar en la que fue por mucho tiempo mi habitación en esta casa, es ver a mi pequeño príncipe durmiendo plácidamente en su cuna. Todavía no me puedo creer como pasa el tiempo y como ha crecido tan rápido. Siempre que me siento a ver a mi bebé dormir, me acuerdo de todo lo que pase cuando él apenas tenía días de nacido y a mi mente llegan las noches en vela sin poder dormir porque simplemente él lloraba por todo. Oh las veces que no supe como cambiarle el pañal y lo hacía llorar por cualquier cosa. Claramente recuerdo como hasta yo me unía a su llanto sin saber qué hacer y mi madre tenía que calmarnos a los dos con sus grandes conocimientos.Sin embargo, ya nada de eso importa si la vida me permite verlo crecer sano y fuerte, demostrándome que la vida se vive un paso a la vez. Nadie nunca ha dicho que ser madre es tarea fácil, ya que uno aprende todos los días un poquito más.Luego de cambiarme y de tomar una ducha, me acuesto en la cama para
Capítulo 4Rebeca¿Qué cómo me fue en la entrevista? Pues me fue bien, demasiado bien diría yo como para que me dieran dos semanas de prueba. Sin embargo, algo que me desencajó mucho, fue el hecho de que la persona que me entrevisto no era mi jefe. Más bien era alguien al que habían dejado encargado para esta tarea y esa misma persona me estaba explicando minuciosamente todo lo que tenía que hacer.– Bien, entonces. Lo que harás es bastante sencillo, pues tus funciones básicamente son contestar las llamadas llevar su agenda, revisar y ordenar documentos para tener a la mano todo lo que el jefe te pida. Debes tener listo su café mucho antes de que él llegue y lo hace todas las mañanas a las 8:30, por lo que tu responsabilidad es tenerlo listo. En esa puerta de ahí hay un mini bar donde puedes calentar tu almuerzo y puedes hacer el café. Además, la otra puerta es el baño y el jefe tiene uno personal en su oficina ¿Alguna duda?– Pues no, hasta el momento no. He ido anotando mentalmente
Capítulo 5Esta mañana me había levantado mucho más temprano de lo habitual, ya que era uno de esos días en los que solamente me despertaba y daba vueltas en la cama sin parar. Por lo que debido a esto, decidí ir a la empresa aun cuando esta estaba completamente vacía Y el personal no llegaría hasta las 7:30.Al llegar como siempre solamente estaba el hombre de vigilancia, el cual me dejó pasar y luego de pedirle que no le dijese a nadie de mi presencia en la empresa. Me decidí a subir a mi oficina para ponerme a trabajar, necesitaba mantener mi mente ocupada en algo para no pensar en las desgracias que tiene mi vida o en como esta cambio en un abrir y cerrar de ojos luego de descubrir la traición de mi ex prometida con mi padre.La verdad era que tenía demasiado trabajo atrasado y todo es por culpa de las anteriores asistentes que he tenido. Ninguna ha sabido llevar mi ritmo de trabajo, ni ha sabido organizar bien el manejo de la empresa. Esta solamente vienen para dejarme meterme en
Capítulo 6DamonAyer había sido un día, que después de la desagradable visita de Daniela a mi oficina, me había pasado el resto del día de mal humor. Tanto que terminé tomándola con Rebeca, hablándole de manera grosera y aunque esta se defendió de mi actitud. Sé perfectamente que me pasé con ella, tal vez debería de pedirle disculpas una vez llegue a la oficina. Sin embargo, desgraciadamente me cuesta dar mi brazo a torcer cuando soy yo el que tengo las de perder.Como cada mañana, me adentro a la empresa y como siempre, la gente me saluda aun cuando yo ni siquiera volteo a verlos. No es que sea maleducado, pero a ciencia cierta no me importa quién me saluda o quién no porque no estoy para personas hipócritas desde las primeras horas de la mañana.Cuando por fin salgo del ascensor, lo primero que veo es a mi secretaria, la cual tiene su semblante bastante serio y creo que en verdad me pasé ayer con ella. No obstante, cuando camino dos pasos y pretendo hablar con ella, esta ni siquier
Capítulo 7RebecaEl día de hoy acabo de firmar mi contrato oficial de trabajo, ya que he pasado las dos semanas de prueba. Sin embargo, a diferencia de otras veces en el día de hoy voy a salir más tarde del trabajo. Tenía que entregar un informe demasiado largo que me pidieron y es por eso que a las nueve de la noche estoy apagando la computadora de mi escritorio.Afortunadamente para mí, había llamado a casa para decir que iba a llegar un poco tarde y mi madre se estaba haciendo cargo de mi pequeño bebé. Por lo que estaba más tranquila al saber eso.Una vez me monto en el ascensor y bajo hasta el primer piso, me asombro a ver una oficina encendida todavía. Se supone que ya a esta hora nadie quedaba por aquí, pero al acercarme para ver quién estaba trabajando, un cuerpo grande y fuerte me hace tropezar al chocar con él.Otra vez al igual que el primer día que empecé a trabajar aquí, me encuentro en el piso, pero a diferencia de la primera vez en esta ocasión me he torcido el tobillo.
Capítulo 8RebecaLa noche de ayer luego de que mi jefe me dejara en mi casa, digamos que fue bastante dura no solo porque mi bebé se despertó llorando y apenas si durmió. Si no también porque mi hermano no la estaba pasando nada bien, ya que los últimos resultados que le practicaron a mi cuñada, arrojaron que Estefani desafortunadamente tiene un tumor envuelto en sus ovarios. Así que dicho tumor es el que le está causando todos esos dolores tan terribles y mi pobre hermano no sabe qué hacer. Además, toda la familia está devastada porque ella es una mujer demasiado buena y no se merece estar pasando por una situación como esa.Bien dicen que Dios le da barba a quien lo tiene quijada y habiendo tantas personas malas en el mundo no puedo creer como a ella que es un cielo le esté pasando algo como esto. Aun así, nosotros no nos vamos a dejarla sola y siempre vamos a estar con ella apoyándola y queriéndola. Más aúnporque el proceso puede ser duro y tal vez su sueño de ser madre se puede
Capítulo 9DamonDecir que quiero despedir a media empresa en este momento es decir poco, ya que luego de que el jefe de recursos humanos llegar a mi oficina. De inmediato le reclamé por el hecho de que Daniela se autonombró trabajadora de esta empresa solo por tener algunas acciones. A lo que este me dijo que no tuvo otra opción más que cumplir su capricho, ya que esta lo había amenazado con despedirlo a él también y entiendo al hombre. Nadie se jugaría el puesto y mucho menos por llevarle la contraria a alguien que tiene acciones de la empresa, como fue el caso de Rebeca que también tuvo que hacer lo que le dijo.Sin embargo, aunque yo traté de echarla de aquí en cuanto esta llegó a mitad de mañana. Aunque tuvimos una fuerte discusión se me hizo imposible sacarla, ya que alegando que tenía acciones, ella podría ocupar una oficina sin ningún tipo de problema. Algo que obviamente yo traté de impedir, pero esta dijo que convocaría una junta. Lo que obviamente llevaría a más problemas y
Capítulo 10RebecaEl día de hoy había llegado algo tarde al trabajo y solamente esperaba que el gruñón de mi jefe también lo hubiese hecho para que así no me echara una bronca por los minutos de retraso.Pues resulta ser que mi pequeño bebé se enfermó anoche, debido a que sus dientes estaban comenzando a salir y esto le produjo algo de fiebre. Afortunadamente para mí el médico me dijo que era algo que se le pasaba fácilmente, pero que tenía que vigilarlo y darle un jarabe para la fiebre. Luego de salir de la consulta a la que fui bien temprano, vine de inmediato a la empresa, en donde desde hace un mes. Dejo a mi hijo en la guardería al cuidado de una chica muy responsable, la cual me cae bien y se ha hecho muy buena amiga de Darío.Como iba tan deprisa, ni siquiera tuve tiempo de saludar a los que pasaban por mi lado y en cuanto llegué a la guardería que quise dejar a mi pequeño. Este no quería soltarme, desde anoche estaba más ñoño y llorón de lo normal, algo que era entendible po