Jackson caminó hasta estar cerca de Olivia quien estaba que reventaba de ira, no podía creer que Darwin quisiera estar a solas con él.—Esperame afuera cariño, solo quiero hablar con mi abuelo. —El cinismo en las palabras de Jackson eran demasiado grandes. —No te atrevas hacerle algo malo, o te prometo que está vez te mato —vociferó Olivia, rodó sus ojos, caminó hasta la cama de Darwin dejó un beso en su frente y salió de ahí con su corazón en sus manos por no poder hacer nada.—Voy a ser breve contigo Jackson, ¡No quiero que te atrevas a tocarla! Te quiero lejos de ella —dijo Darwin, respiro profundo acomodo sus manos detrás de su espalda y se sentó.—¡Jajaja!, por lo visto la zorra te lleno la cabeza de cucarachas. No ves es solo una arribista que solo quiere acabarlos —hablo Jackson con bastante seguridad. Caminó hasta estar cerca del enorme ventanal.—¡Cállate! No te atrevas hablar de ella, te quiero lejos de ella, o no me detendré hasta acabarte —exclamó Darwin.—Está bien, me a
Paula arqueó su espalda, en verdad que Héctor hacía que todo se borrara de su cabeza.Héctor terminó por quitar la blusa de Paula, la tiró a un lado, y siguió chupando uno a uno de sus pezones, estaban erguidos, ella con mucho cuidado clavó sus manos en el cabello de Héctor, quería más.Héctor sonrió internamente, ella lo estaba volviendo loco, su pene estaba duro, grueso, y clamaba por ella.Paula empujó un poco el cuerpo de Héctor, ella quería probar su pene, quería sentirlo dentro de ella. Con una mirada lasciva, y una sonrisa curva en sus labios, llevó sus manos al cinturón de Héctor desabrochando con gran velocidad.Su boca fue directo al pene erecto de Héctor, era como la miel, rico, delicioso, un verdadero manjar en su boca.Paula empezó a chupar con gran intensidad, haciendo que Héctor dejara salir gemido agudo.Su voz se había vuelto ronca, ella sabía cómo llevarlo hasta el cielo. Paula succionaba mucho más rápido, mientras sus manos ayudaban a masajear su enorme pene. Hécto
Paula se puso de pie, tomó una de las toallas colgadas, enredó su cuerpo y salió del baño.Héctor seguía durmiendo plácidamente, Paula en verdad lo había dejado realmente cansado, no acostumbraba a dormir en el día, hoy era la excepción.Paula salió despacio sin hacer ningún ruido, tomó algo de ropa y volvió al baño. Su cabeza estaba hecha un ocho, ni siquiera sabía que debía hacer ahora que acaba de recuperar la memoria, no sabía si decirle todo a Héctor, tal vez él entendería, solo que no quería romperle el corazón.«LO MEJOR ES VOLVER CON LIAM, ÉL ME AMA, NOS ÍBAMOS A CASAR» dijo Paula..Su cuerpo temblaba, su cabeza dolía, su mente divagaba en que debía hacer. Lo correcto era huir de ahí y volver con el hombre que ella amaba.Tan pronto se vio de nuevo en el espejo, pasó sus manos alrededor de su cuello, recodo a Liam, besándola apasionadamente, ahora ya no había razón para martirizarse.Salió del baño, vio como Héctor seguía durmiendo, camino suavemente hasta que salió de la habi
Olivia Steward corrió lo más rápido que pudo, evitando que ellos la alcanzaran, cayó un par de veces, pero los gritos eran en vano porque la oscura noche no permitía que ella fuera vista.Tan pronto vio un bote de basura corrió, era meterse ahí y dejar que aquellos hombres se alejaran, o que la siguieran golpeando aún más.Abrió la tapa y metió su maltratado cuerpo, no dejaba de maldecir todo por lo que estaba pasando, si tan solo pudiera regresar el tiempo atrás de seguro y ella no estaría ahora en ese lugar.Su pecho subía y bajaba desmesuradamente. A tan solo unos pasos estaban aquellos hombres, que juraban que la acabarían si la encontraban.«Diosito por favor hazme invisible, sé que no te debería estar pidiendo esto, solo una vez más y te juro que no vuelvo a pedirte nada». Olivia respiró profundo una vez más y llevó las manos a su boca, sabía que tenía que aguantar demasiado, los hombres de Jackson cada vez estaban más cerca.—¡Ahhhh! —El fuerte dolor en su vientre hizo que ella
Tres días, fueron tres días en que Olivia se había memorizado absolutamente todo sobre Liam Cooper. Una vez más mordió su labio inferior al ver de nuevo aquella foto de revista, en verdad era guapo, pero no tan guapo para caer rendida a sus pies, seguramente era otro hijo de pu ta como lo era Jackson, pensó OliviaPegó un brinco al sentir que la puerta de la habitación por poco y la tiran abajo.—¡Vaya ahora la princesita le coloca seguro a la puerta! —exclamó Jackson entrando con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.El pecho de Olivia volvió a subir y bajar desmesuradamente, todavía no se acostumbraba estar bajo el poder del mismo demonio, esa fue una condición que puso Jackson para mantenerla completamente vigilada.”vivir en la misma casa”.—Solo quería tener un poco de privacidad —respondió Olivia.—Bueno, no quiero tus malditas explicaciones, mejor ponte tu mejor traje, hoy mismo irás con mi primo, y espero que ese puesto de secretaria sea tuyo, o sabrás muy bien a qué atener
Contestada Olivia mordió su labio inferior, estaba echando a la basura absolutamente todo, ni siquiera había tenido ni una sola oportunidad. Liam la miró fijamente deteniéndose justo en sus labios, era extraño, esa mujer se le hacía conocida, movió su cabeza repetidas veces, definitivamente estaba loco, se parecía a ella, más no era ella. Liam volvió su vista a Olivia quien estaba apunto de estallar, ella se había contenido demasiado, y por supuesto que no dejaría que nadie la humillaran.—¡Está bien señor Paterson! Me voy de su empresa, nunca creí que el dueño de todo esto fuera un arrogante, prepotente y egocéntrico, además de un troglodita. En fin, hasta nunca —dijo ella, sin ni siquiera pestañear.Ella sabía que Jackson la iba a matar, y de paso sus niños estarían desamparados. Solo le quedaba hacer una cosa, y era trabajar se dijo así misma, así le tocará vender su alma al mismísimo lucifer.Liam sintió que su ira subió, si ya más antes lo había insultado, no lo iba a permitir
Una sonrisa se dibujó en la comisura de los labios de Jackson, él sabía cómo hacer irritar, y estaba seguro que estar ahí, era un motivo más para que Liam se saliera de sus casillas.—¿Qué haces aquí? Te deje muy en claro que no puedes colocar un solo pie en mi casa, ¡Así que lárgate! —dijo Liam caminando hacia Jackson, quien tenía una sonrisa grande, como si acabará de sacar el premio mayor, o en su defecto amargarle la noche a su primo.—Lamento decirte primito que no, como te puedes dar cuenta aquí está mi abuelo, y por lo tanto tengo todo el derecho de estar aquí, además deja de ser tan amargado. —Jackson camino hacia el minibar tomó una copa y sirvió una copa de whisky.Liam estaba apunto de estallar, y lo haría si Jackson no se cargaba en ese mismo momento de su casa.—¡Lárgate Jackson! —dijo una vez más Liam, apretó sus puños, está vez no lo permitiría de nuevo en su casa, se dijo una y otra vez en su mente, y menos después que por culpa de Jackie por poco y lleva la empresa a
Olivia abrió sus ojos de par en par, ni loca se iba a desvestir delante de Jackson, así le costará la vida nunca lo haría.—¿Acaso estás sorda?, ¡Quítate la maldita ropa! —bufó nuevamente Jackson, mientras golpeaba fuertemente el escritorio.Olivia lazo la mirada, y negó repetidas veces, era cierto estaba en manos de Jackson, solo que eso no incluía estar con él.—¡No! estás loco si crees que lo voy hacer —gritó ella mirándolo fijamente.Jackson sonrió, se colocó de pie y caminó hacia ella. Ella estaba colmando su paciencia, y era cuestión de tiempo para que el estallará.—¡Te dije que te quites la maldita ropa!, y lo vas hacer quieras o no! —dijo Jackson, mientras la zarandeaba de lado a lado.—No, yo no me voy a quitar la ropa, porque no me pienso acostar con un ser tan despreciable como tú —exclamó Oliva tratando de zafarse de su agarre.Jackson sonrió, levantó su mano y le dió una bofetada a Olivia tirándo la al piso.—Vaya que si eres ilusa, ¿Quién demonios te dijo a ti que me