Arrepentimiento Liam frenó en seco, mientras sus manos golpeaban con fuerza el volante, le dolía el corazón, el alma, la mujer que amaba lo acaba de traicionar, ahora todo tenía sentido, las palabras de Paula, absolutamente todo.Darwin abrió sus ojos, y miró a todos lados en busca de Olivia, se acomodo rápidamente a notar que ella no estaba con ellos en el auto, todo había llegado a su mente como un ráfaga de aire.—¿Dónde está Olivia? —dijo Darwin llamando la atención de su nieto, Liam levantó su rostro del volante y miró a Darwin y dejó salir una pequeña sonrisa de emoción, al ver que su abuelo estaba bien.—Ella está donde tiene que estar —respondió, mientras colocaba de nuevo el pie en el acelerador.Darwin llevó sus manos a la cabeza, su nieto en verdad era un completo idiota.—¡Detente!, tenemos que volver por ella —exclamó, se quitó el cinturón. Darwin estaba angustiado por lo que le pudiera pasar a Olivia, ella le había dicho miles de veces de decirle todo a Liam, y él no l
Liam se colocó rápidamente de pie, tiró casi todo lo que había sobre el escritorio al piso y maldijo varias veces.—Señor Paterson, no creo que sea hora de arrepentimiento, creo que es mejor que usted vaya ahora mismo por su esposa e impida que su primo la toque, créame, él siempre estuvo detrás de ella, acechandola, si usted en este momento no hace nada, se arrepentirá toda la vida —exclamó George.Liam suspiro profundo, mientras una lágrima resbalaba por sus mejillas, era un completo idiota, solo esperaba poder recuperarla y que ella lo perdonará.—! George!, no podemos ir sin nada, Jackson tiene varios hombres a su servicio y yo en cambio no —dijo Liam.—No se preocupe señor, yo me encargue de avisarle al comandante de la policía tal y como me lo pidió su abuelo.Jackson, iba en uno de los autos, no iba a dejar que Leonardo se quedará con Olivia, ella era de él, y por supuesto que haría lo que fuera por tenerla en sus brazos.Leonardo, aceleró a un más, debía ir rápido a la casa qu
Héctor trago saliva, mientras miraba a Paula como se desnudaba ante sus ojos, era hermosa no lo podía negar, aunque también tenía presente que no podía caer de nuevo en sus brazos.—¿Qué haces Paula? —dijo con su voz carrasposa.—Solo quiero demostrarte que lo que hubo entre nosotros significó mucho para mí, aunque no estemos juntos —exclamó Paula .Con sus manos empujó el pecho de Héctor hacia atrás mientras se colocaba encima sobre el Su boca viajó a la de Héctor, quien apenas podía comprender lo que ella estaba haciendo. Paula empezó a restregar su sexo sobre la entrepierna de Héctor, “Dios”, se sentó tan maravillosp que seguramente se correría ahí mismo.Héctor trató de contenerse, vaya que si, tenerla de nuevo completamente expuesta para él, hizo que toda la cordura que le quedaba se fuera al infierno.Llevo una de sus manos al cabello de Paula lo tomó con fuerza y lo echó hacia atrás y haciendo que ella arqueara su cuerpo hacia atrás —¡Ahhh!. —Un gemido agudo desgarró la gar
Leonardo estaba que estallaba, Héctor era un inconsciente, ni siquiera era capaz de contestar su propio celular.Leonardo subió rápidamente las escaleras, sus pasos eran rápidos, no tenía tiempo para pensar, y mucho menos para ser delicado con su hermano menor.Sin dudarlo un segundo, Leonardo abrió la puerta de par en par, sin ni siquiera avisar. El grito de Paula acompañado de un insulto de Héctor hizo que Leonardo cerrará la puerta rápidamente.—¡Joder Leonardo!, ¿acaso no te enseñaron a tocar antes de entrar? —vociferó Héctor, se bajó de encima de Paula, y le pasó una sábana para que ella cubriera su cuerpo desnudo.—Ahora no tengo tiempo para disculpas, vístete, te espero en la biblioteca en dos minutos, y es mejor que lo muevas o de lo contrario seremos hombres muertos —dijo Leonardo, se rasco la cabeza.Acaba de ver a su hermano, y lo peor con otra mujer completamente desnuda, nunca le había gustado meterse en las relaciones de su hermano, solo esperaba que la mujer que estaba
Olivia se miró al espejo, y no pudo evitar llorar, se sentía miserable, el hombre que ella amaba ni siquiera la había querido escuchar.«Juro que nadie, nunca nadie va a volver a lastimarme» dijo mirándose al espejo, limpio sus lágrimas y se quitó el vestido de novia que aún llevaba puesto.Caminó hasta el baño abrió el grifo y se metió bajo la ducha, le dolía el corazón, el alma, solo que no se dejaría derribar por un hombre que la había dejado sin ni siquiera escuchar.Tan pronto salió del baño Olivia tomó una de las toallas que había sobre una mesa, enredó su cuerpo en ella, lo secó y caminó de nuevo hasta la habitación tomó unos jeans que estaban sobre la cama se los colocó junto con una blusa no podía negar que estaba destrozada, aún así estaba asombrada los jeans y la blusa encajaba perfectamente en su cuerpo.Tan pronto estuvo lista Olivia salió de la habitación recogió su cabello y caminó de nuevo hacia la biblioteca donde estaban los dos hermanos Mancini organizando todo pa
Leonardo se rasco la cabeza, él no podía poner en peligro a Olivia, miró a Héctor, y asintió. Leonardo dió dos zancadas se acercó a Olivia, se inclinó y tomó a Olivia de la cintura y la colocó sobre sus hombros.—¡Leonardo, no!, ¡Bájame! —gritó Olivia, aunque sus gritos eran en vano, Leonardo se encargaría de protegerla, así que la llevaría hasta la segunda plata, y pondría a sus dos mejores hombres a cuidarla.Paula apenas podía respirar tranquila, la enorme explosión había hecho que su corazón por poco y se saliera de su pecho. Ella terminó de ponerse sus zapatos y salió de la habitación, solo para encontrarse con Leonardo cargando a una mujer sobre sus hombros.Héctor, venía detrás de Leonardo, el también debía colocar a Paula a salvó, por nada en el mundo permitiría que algo malo le sucediera.—¿Héctor qué está sucediendo? —dijo Paula al ver que él venía detrás del hombre que cargaba a una mujer en sus hombros.—Hermosa, ahora no tengo tiempo de hablar contigo, por favor ven conmi
Paula maldijo, una y otra vez, Olivia alzó su mirada, y vio como Paula maldecía, cosa que llamó su atención.—Creo que el encierro te está afectando, debes salir de aquí —dijo Olivia colocándose de pie, se giró dejando ver su espalda un poco descubierta.Paula abrió sus ojos al darse cuenta del lunar que Olivia tenía en su espalda, era igual al que ella tenía en su espalda. Paula negó rápidamente, definitivamente estaba alucinando.—¡Espera!, aunque no me gusta la idea de estar juntas, ¿se te olvida que no podemos salir de aquí? —dijo Paula.—No, voy a salir de aquí,¿Acaso no escuchas los disparos?, debo ayudar a Leonardo y a Héctor, así como ellos me ayudaron a mi —dijo Olivia, ajustando el arma, no sabía mucho, pero sabía muy bien a quien disparar si era necesario.—¡Espera!, antes de que salgamos de esta habitación quiero hacerte una pregunta —dijo Paula llamando la atención de Olivia.—¿Qué quieres saber? —respondió Olivia.—¿Dónde están tus padres?, ¿Tienes familia? —preguntó Pau
Liam había logrado desarmar a varios hombres, logrando llegar hasta la casa sin que nadie notará su presencia.—¡Así que los hermanitos Manzini, no piensan abrir la boca!, entonces me tocará actuar para que hablé —dijo Jackson.Héctor tensó su mandíbula, estaban en manos de Jackson, aún no sabía cómo había conseguido tantos hombres, logrado reducirlos en menos de nada.Liam se escondió detrás de una pared al escuchar la voz de Jackson. Héctor alcanzó a ver cómo Liam le hacía señas, así que asintió, debía entretenerlo y así Liam reduciría a Jackson.—Está bien no le hagas nada a mi hermano, te diré en dónde está Olivia —eiji Héctor.Olivia quien iba llegando escucho a Héctor decirle su paradero a Jackson, se detuvo, mientras Paula la miraba con intriga.—Vaya, así que por fin me dirás en dónde está mi princesa —dijo Jackson quitando su arma de la cabeza de Leonardo, quien estaba inconsciente.—Ella…ella se fue, no está con nosotros, fue a casa a hablar con Liam —dijo Héctor.Olivia arr