Capítulo 99 ¡Mi papá es bueno!Rafael llevó del brazo a Melissa hacia la salida de la mansión, a pesar de su resistencia y sus gritos no se detuvieron hasta que llegaron a la puerta de salida de la mansión.Rafael estaba harto de bailar al son de Melissa y aguantar sus ínfulas de superioridad. Ella pretendía manejarlos a todos, inclusive a Carina, su propia hija, sin importarle cuánto la hacía sufrir.Melissa se resistió a su agarre, pero la fuerza con la que él la agarraba le hizo imposible soltarse.— ¡Suéltame! ¡Déjame en paz!— ¡Qué quieres para dejar en paz a esa niña! Es obvio que ella no te necesita— ¡Es mi hija!— ¡No seas hipócrita! Eso no basta, como yo lo entiendo el amor hay que ganárselo. Lárgate y te daré dinero suficiente para vivir, de lo contrario iniciaré un proceso para que te pudras en la cárcel por estafadora.— ¿Te volviste loco? ¿Estafadora? ¡Yo no te he estafado nada!, protesto.—Me negaste el derecho de estar al lado de mi hija todo este tiempo. Creaste una f
Capítulo 100 ¡Soy un hombre libre! Melissa estaba junto a una de las ventanas de su apartamento, pero no contemplaba la vista, sino que tecleaba furiosamente en el teléfono. Aun así, la luz que entraba hacía juegos de luz y sombras con sus facciones descompuestas, realzando sus rasgos. Había sido notificada por los abogados de Matteo que el proceso de divorcio había finalizado, y solo faltaba que se diera por notificada. Matteo y ella estaban separados oficialmente. Acababa de caer en cuenta de lo que esto significaba. Antes, a pesar de la tensión producida, nunca había analizado lo que esto significaba. Todavía recordaba con furia que estuvo en la mansión de Matteo, Carina y él solo miraban a Samantha para todo, ellos se mantenían cercanos, unidos. Parecía que ahora sus vidas se centraban en ella y eran la verdadera familia. Ya la habían excluido, esa traidora ocupaba su lugar. Incluso el estúpido de Rafael Salomón, también la defendía. No era tonta. El arreglo económico por el
Capítulo 101 ¿Estás embarazada?— ¿Qué sucede?, la interrogó Matteo al verla terminar la llamada.— ¡Disculpa, tengo que ir con Eva!, le respondió ella sobresaltada.En la expresión de Matteo se reflejó su frustración. Nunca tenían tiempo para ellos, siempre estaba con Carina o ahora la llamaba Eva.— ¡Esa mujer lo hace a propósito! ¿De verdad te tienes que ir?, pregunto con frustración —Sí, ella estaba llorosa, tiene un problema ¡No la puedo dejar así! ¿Me entiendes?Él extendió la mano y abrazo a Samantha—Bueno, deja que el chofer te lleve en mi automóvil y que te espere.—Bueno, es posible que tenga que quedarme, ella al parecer tiene un gran problema…Matteo aparentó estar de acuerdo en que ella debía estar al lado de su amiga, pero había soñado con una cena romántica y que después harían el amor. Se resistió a dejarla ir, él la besó apasionadamente y sintió los latidos acelerados del corazón y sus pezones duros pegados a su cuerpo.En este momento Matteo solo pensaba como un h
Capítulo 102 ¡No tenemos nada que hablar!Rodrigo se quedó de piedra y soltó una exclamación:— ¿Estás… estás…? —balbuceó Rodrigo.Era la primera vez que Samantha veía al hombre con una expresión seria y no burlona.—Embarazada, sí —contestó envalentonada—. No tenía la intención de decírtelo. Estoy en la cúspide de mi carrera profesional. No me puede pasar esto. ¡Todavía no lo puedo creer!Eva siguió llorando sin parar, recostada en el hombro de Samantha. Las dos se habían sentado al borde de la cama.— ¡Espera un momento, Eva! ¿Te hiciste la prueba de embarazo?— ¡Sí!— ¿Qué piensas hacer? —balbuceó Rodrigo, apenas recuperando el habla.Samantha lo escuchó y puso mala cara—. No le preguntes qué piensa hacer ella, pregúntate ¿qué piensan hacer los dos?— ¿Es mío?, pero… llevamos poco tiempo. Nos cuidamos —insinuó él con una expresión sombría, sintiéndose estúpido desde el mismo momento en que lo dijo, haciendo que la expresión de la cara de Eva se tornara más triste.— ¡Imbécil! ¡Eres
Capítulo 103 ¿Te casarás con Samantha?Melissa bostezó y abrió los ojos con pereza. Se incorporó y trató de ubicarse. Anoche había bebido. Miro alrededor y reconoció que no estaba en su apartamento sino en un dormitorio enorme. No pudo evitar detectar que la habitación era totalmente masculina.Observó al hombre que dormía a su lado. Trato de recordar quién era, vino a su memoria su nombre… Salvatore.Grito ese nombre varias veces durante la noche. No era mal parecido. Estaba claro que lo de anoche no había sido un sueño, como había creído.Los labios de Melissa se curvaron con una pequeña sonrisa de superioridad. ¡No estaba mal! Era guapo, por supuesto, y tan sexy! Debía de ser rico, ya que vestía bien y vivía bien. Estaba claro que ni borracha se fijaría en un pobretón.— ¿Me estás admirando? ¿Por qué despertaste tan temprano?, se estiró él con un bostezo.— ¿Quién eres?, le pregunto intrigada.—Salvatore Luchessi, te lo dije anoche— ¿Quiero saber más de ti?—Lo único que necesitas
Capítulo 104 ¡Soy tuyo y viviré para hacerte feliz!— ¿No crees que…? ¡Me gustaría saberlo! ¿Es posible que en algún momento yo te hubiese gustado?El pánico se apoderó de ella. No quería alejar a Matteo. Era su apuesta segura para estar cómoda en la vida.— ¡Melissa! ¡Retírate!— Seamos adultos —instó ella—. No puedes actuar como si no me conocieras… Quizás pueda actuar en una de tus películas, he escuchado que las cosas aquí en tu empresa están mejorando…—¡¡Melissa, retírate!! ¡No deseo verte más a mi alrededor! ¡No seas descarada!—Una pregunta más Matteo ¿Tuviste algo que ver con que me retiraran de la película en los Estados Unidos? ¡Lo he estado pensando y tiene sentido! Lo mejor para indemnizarme debidamente sería darme un papel en una película.Matteo enarcó las cejas. — ¡No! ¿Tú no cambias? ¿Verdad? ¡Vete o llamo a seguridad!Melissa se puso rígida. «»¡Maldito Matteo D Ángelo! », pensó y no tuvo más remedio que marcharse. Al salir casi choca con Rodrigo, el amigo de Matteo.
Capítulo 105 ¿Cómo está, Carina?Al día siguiente…Samantha se despertó primero. Observó a Matteo dormir tranquilamente a su lado, su pecho subiendo y bajando suavemente. Una dulce sensación de paz la invadió al verlo descansar después de la intensa conexión que habían compartido la noche anterior.Con cuidado, para no despertarlo, ella intentó levantarse de la cama cuando sintió que la sujetaban de un brazo.— ¿Adónde vas? ¡Es temprano! —exclamó Matteo.— ¡Le prometí a Carina que desayunaría con ella! Además, tú debes tener cosas que hacer.— ¡Hoy no quiero hacer nada! Solo estar contigo aquí en la cama —respondió él.— ¡Lo dicho, estás consentido! Casi prefiero al arrogante del principio.—Papito, ¿sabes dónde está mi tía Sami? No la consigo. —ambos escucharon la voz de Carina, afortunadamente anoche le habían pasado el seguro a la puertaAunque la puerta estaba cerrada, el pomo comenzó a hacer ruido, parecía que Carina estaba ansiosa por abrirla, e intentaba entrar. Por un momento,
Capítulo 106 ¿Qué hiciste?—Carina está bien, está con Antonina —dijo, tratando de mantener la calma. —Pero necesitamos asegurarnos de que tú estés bien. Matteo estaba todavía tirado en el suelo. Ella se acercó a él, se agachó y lo abrazó nuevamente. Luego comenzó a revisarlo con mucha delicadeza.Matteo asintió, un espasmo de dolor lo atacó. No obstante, seguía diciéndole que estaba bien. La veía muy nerviosa y no había dejado de llorar.—No puedo creer que eso haya sucedido —murmuró, su voz entrecortada—. ¿Quién conducía ese auto?Samantha miró hacia donde había desaparecido el vehículo.—No lo sé, pero esto no puede quedar impune. Debemos reportarlo, pero en este momento solo me importas tú —dijo, sintiendo que la ira se acumulaba en su pecho.Justo en ese momento, uno de los guardaespaldas se acercó.—Hemos llamado a la policía y a la ambulancia, dos de los nuestros todavía persiguen al vehículo. Vamos a hacer un informe —anunció, su tono grave.Matteo asintió, pero su mirada segu