Capítulo 34 ¡Me sentí feliz cuando la boda no se llevó a cabo! — ¡Eva tenías que ser tú! ¿Por qué te metes en lo que no te importa!?, le dijo enfurecido Francesco —Porque me da la gana y será mejor que te vayas antes de que llame a los chicos para que te den tus nalgadas ¡Aprovechado! — ¿Crees que te tengo miedo? — ¡Quizás a mí no, pero a los hombres de verdad sí! — ¿Pasa algo Eva?, preguntaron sus amigos acercándose al verla alterada —Si este tipo, que tiene las manos largas, quiere manosear a Sami Los tres hombres se acercaron y se enfrentaron a Francesco, a él no le quedó más remedio que retirarse. — ¡El muy cobarde! Y tú, no vuelvas a ir al baño sola, regla de oro de la supervivencia— le advirtió Eva a Samantha. —Está bien, dame un momento, déjame revisar el teléfono, ya sabes la fuerza de la costumbre — ¡Apúrate, y vamos a bailar! Mientras Samantha revisaba el celular, Eva conversaba con sus amigos muy cerca de ella. Samanta vio como 20 llamadas perdidas de Matteo, y va
Capítulo 35 ¿Solo para dormir?En la penumbra dentro del vehículo, tan solo iluminado por la luz de los faros de los otros vehículos, Samantha repetía, lo que había escuchado antes, tratando de no dormirse mientras recostaba su cabeza sobre su amplio pecho.— ¿Te sentiste feliz cuando la boda no se efectuó?—No tengo justificación clara para eso, me dolía mucho verlos juntos, a pesar de estar casado con tu hermana y tener una hija, no me sentí bien con eso. Explícame ¿Por qué quisiste casarte con él? Le exigí que se casara, para sentar cabeza, lo amenace con cortarle sus ingresos, pero jamás pensé que lo iba a hacer contigo.Las palabras de él le revelaron a ella que la boda fue prácticamente una imposición, un intento desesperado para que Francesco "sentara cabeza" y proteger sus ingresos. Esto dejó al descubierto la profundidad del engaño de Francesco, le fue tan fácil convencerla, en ese tiempo.Hablaban en tono bajo, él con su brazo alrededor de su hombro, sosteniéndola, su dedo
Capítulo 36 ¡Soy un verdadero estúpido!Samantha estaba demasiado excitada, se quitó su blusa y el pantalón del pijama, no escuchaba nada de lo que él le decía, estaba sorda, lo único que podía era dejarse llevar por sus propios deseos. Se dejó controlar por su instinto, se montó en su regazo, abriendo las piernas, con sus rodillas dobladas a cada lado, como si fuera una vaquera, mirándolo de frente, tomo sus manos, y lo hizo acariciar sus senos.De inmediato Matteo sintió que sus manos tuvieron vida propia, acaricio, la atrajo hacia sí y comenzó a chupar sus senos sin ninguna misericordia.Ella levantaba el torso desafiante, movió la cabeza hacia atrás, mientras la acariciaba, cerró los ojos en éxtasis.Entre besos, toques y gemidos, ella le quitó el bóxer rápidamente y al hacerlo lo contemplo sin poder ocultar su deseo, le pareció que Matteo estaba esplendidamente dotado.Matteo se sentía nervioso, como si fuera su primera vez, tenía miedo a fallarle, podía tener una erección, per
Capítulo 37 Al día siguiente… Andrea observó con rencor cómo Samantha se alejó de ellos. La ira la consumía por dentro, pues jamás la habían humillado de esa manera. Si no tomaba cartas en el asunto, todos sus planes se derrumbarían. —No te reconozco, Matteo. Te has convertido en un títere de esa mujer. Te maneja a su antojo. Deberías estar acusándola de ser la responsable de la fuga de información, quien más puede ser, es la única posibilidad. Entiendo perfectamente que desde tu accidente te sientas feliz cuando alguien te presta un poco de atención. Pero no te equivoques, esa mujer al igual que su hermana solo buscan tu fortuna. —Insinúas que no valgo nada por mí mismo —No es eso lo que quise decir, Matteo. Me disculpo. Solo que es posible que las mujeres que se acerquen a ti lo hagan teniendo un interés personal. Es duro aceptarlo, pero mírate ahí, en esa silla de ruedas, paralizado. ¿Qué más se puede pensar? La voz de Andrea intentaba sonar bondadosa, pero sus palabras sonaban
Capítulo 38 Siempre tendrás a tu abuelaSamantha, después de mucho pensar, decidió llamarlo. Renegaba de cómo se había ido sin siquiera despedirse. ¿Estaba él arrepentido de lo que sucedió?Con una sonrisa vacilante, marcó su número.—Te fuiste sin despedirte. ¡Tengo a Carina a mi lado preguntando por ti!Su voz fue como un bálsamo para él. Matteo se dejó caer sobre el respaldo de la silla, recordando los momentos vividos y dejándose acariciar por su dulce voz.— ¿Están juntas?—Sí. ¿Quieres hablar con ella un ratico? ¡Sé que estás ocupado, pero te extraña!— ¡Pásala! Hablaré con ella. Su voz susurrante era como una caricia para los oídos de Samantha.— ¿Ya te la paso? ¿Vendrás a comer?—No creo, tengo trabajo retrasado. ¿Te duele la cabeza?—Un poco, ya me tomé un analgésico.A Matteo le pareció que hablaban del clima, por lo suave de la conversación.— ¿Saliste corriendo esta mañana? Samantha no pudo evitar preguntar. ¿Estás arrepentido?—Yo no, es solo que todo es muy complicado en
Capítulo 39 Solo estoy llenando un espacio vacíoAndrea, al observar la respiración agitada de la niña, tomó la decisión de marcharse. No podía seguir incitando a Matteo, y para llevar a cabo sus planes era fundamental permanecer dentro de la casa. Fuera de ella, todo sería más complicado.Con furia en su mirada, se dirigió a la que consideraba una mocosa malagradecida:— Está bien, mi niña hermosa, jugaremos otro día. Recordé que tengo que atender otros asuntos pendientes.Su tono de voz, aunque aparentemente dulce, ocultaba su ira contenida. Se alejó de la niña, dejando tras de sí un ambiente de tensión y confusión.La partida de Andrea dejo a Samantha con una sensación de inquietud y preocupación. Sabía de sobra que lo que pretendía esa mujer era molestarla.—Titi, ¿No te irás Verdad?, las palabras dicha por Carina en un tono lloroso, conmovieron a Samantha y le rompieron el corazón.—Mi amor escúchame, en algún momento tendré que trabajar, como cualquier otro adulto responsable, p
Capítulo 40 ¿Crees que Melissa merece tu lealtad?— Te fijas en lo que te digo, Samantha y Matteo se están llevando muy bien, tenemos que hacer algo Francesco.— ¿Qué puedo hacer Samantha a mí no me hace el menor caso?, afirmó con rabia—Conquístala como la vez anterior, si no para qué te sirve esa cara y ese cuerpo, ¡Eres un inútil!— ¡Mamá!, protesto Francesco—Tenemos que sacarla del escenario. Aun la empresa no es nuestra. Un Matteo deprimido nos sirve más que un Matteo alerta a todo lo que hacemos… Ni siquiera quiso pasarle el control a Sebastiano, su propio padre.—Mamá, tú tampoco has podido con ella, has hecho muchas cosas y ninguna ha servido—Al menos he hecho algo, tú que has hecho, imbécil es por tu bien y tu futuro— ¿Mi futuro? No me hagas reír, estás protegiéndote a ti misma mamá, temes que Matteo te dé un golpe de gracia y nos deje sin nada—En vez de reírte deberías ayudarte, al menos yo lo intento, dime ¿Tú que has hecho para asegurar nuestro futuro?, al menos sirve
Capítulo 41 ¿Quieres el divorcio?— ¿Qué quieres que haga Matteo?, suspiro, Samantha agotadaÉl respiró profundamente y no pudo evitar decirle—No lo sé, solo sé que te deseo como un desesperado y te quiero tener de nuevo ¡Quiero que me hagas el amor como ayer y exploremos eso que sentimos sin importarnos nada más!Ella se estremeció al sentir el roce de sus dedos en el cuello. Sintió que se le secaba la garganta y temió que su corazón se acabara rompiendo en mil pedazos, ponía mucho en riesgo, mientras más tiempo pasara, podría hacer que…. lo amara, por esa razón tenía que irse antes.Él posó la mirada con evidente deseo sobre los pechos de Samantha, apenas ocultos por su blusa y su sostén de encaje.— Siento que llevo todo el día esperando por ti y se ha hecho muy largo el tiempo de espera —murmuró, antes de reclamar la delicada boca de ella en un beso casi salvaje a la vez que acariciaba sus senosEl cuerpo de ambos revivió de inmediato, queriendo cada vez más. La erótica exploració