Capítulo 38 Siempre tendrás a tu abuelaSamantha, después de mucho pensar, decidió llamarlo. Renegaba de cómo se había ido sin siquiera despedirse. ¿Estaba él arrepentido de lo que sucedió?Con una sonrisa vacilante, marcó su número.—Te fuiste sin despedirte. ¡Tengo a Carina a mi lado preguntando por ti!Su voz fue como un bálsamo para él. Matteo se dejó caer sobre el respaldo de la silla, recordando los momentos vividos y dejándose acariciar por su dulce voz.— ¿Están juntas?—Sí. ¿Quieres hablar con ella un ratico? ¡Sé que estás ocupado, pero te extraña!— ¡Pásala! Hablaré con ella. Su voz susurrante era como una caricia para los oídos de Samantha.— ¿Ya te la paso? ¿Vendrás a comer?—No creo, tengo trabajo retrasado. ¿Te duele la cabeza?—Un poco, ya me tomé un analgésico.A Matteo le pareció que hablaban del clima, por lo suave de la conversación.— ¿Saliste corriendo esta mañana? Samantha no pudo evitar preguntar. ¿Estás arrepentido?—Yo no, es solo que todo es muy complicado en
Capítulo 39 Solo estoy llenando un espacio vacíoAndrea, al observar la respiración agitada de la niña, tomó la decisión de marcharse. No podía seguir incitando a Matteo, y para llevar a cabo sus planes era fundamental permanecer dentro de la casa. Fuera de ella, todo sería más complicado.Con furia en su mirada, se dirigió a la que consideraba una mocosa malagradecida:— Está bien, mi niña hermosa, jugaremos otro día. Recordé que tengo que atender otros asuntos pendientes.Su tono de voz, aunque aparentemente dulce, ocultaba su ira contenida. Se alejó de la niña, dejando tras de sí un ambiente de tensión y confusión.La partida de Andrea dejo a Samantha con una sensación de inquietud y preocupación. Sabía de sobra que lo que pretendía esa mujer era molestarla.—Titi, ¿No te irás Verdad?, las palabras dicha por Carina en un tono lloroso, conmovieron a Samantha y le rompieron el corazón.—Mi amor escúchame, en algún momento tendré que trabajar, como cualquier otro adulto responsable, p
Capítulo 40 ¿Crees que Melissa merece tu lealtad?— Te fijas en lo que te digo, Samantha y Matteo se están llevando muy bien, tenemos que hacer algo Francesco.— ¿Qué puedo hacer Samantha a mí no me hace el menor caso?, afirmó con rabia—Conquístala como la vez anterior, si no para qué te sirve esa cara y ese cuerpo, ¡Eres un inútil!— ¡Mamá!, protesto Francesco—Tenemos que sacarla del escenario. Aun la empresa no es nuestra. Un Matteo deprimido nos sirve más que un Matteo alerta a todo lo que hacemos… Ni siquiera quiso pasarle el control a Sebastiano, su propio padre.—Mamá, tú tampoco has podido con ella, has hecho muchas cosas y ninguna ha servido—Al menos he hecho algo, tú que has hecho, imbécil es por tu bien y tu futuro— ¿Mi futuro? No me hagas reír, estás protegiéndote a ti misma mamá, temes que Matteo te dé un golpe de gracia y nos deje sin nada—En vez de reírte deberías ayudarte, al menos yo lo intento, dime ¿Tú que has hecho para asegurar nuestro futuro?, al menos sirve
Capítulo 41 ¿Quieres el divorcio?— ¿Qué quieres que haga Matteo?, suspiro, Samantha agotadaÉl respiró profundamente y no pudo evitar decirle—No lo sé, solo sé que te deseo como un desesperado y te quiero tener de nuevo ¡Quiero que me hagas el amor como ayer y exploremos eso que sentimos sin importarnos nada más!Ella se estremeció al sentir el roce de sus dedos en el cuello. Sintió que se le secaba la garganta y temió que su corazón se acabara rompiendo en mil pedazos, ponía mucho en riesgo, mientras más tiempo pasara, podría hacer que…. lo amara, por esa razón tenía que irse antes.Él posó la mirada con evidente deseo sobre los pechos de Samantha, apenas ocultos por su blusa y su sostén de encaje.— Siento que llevo todo el día esperando por ti y se ha hecho muy largo el tiempo de espera —murmuró, antes de reclamar la delicada boca de ella en un beso casi salvaje a la vez que acariciaba sus senosEl cuerpo de ambos revivió de inmediato, queriendo cada vez más. La erótica exploració
Capítulo 42 Firma el divorcio—No firmaré el acuerdo de divorcio, la voz de Melissa sonaba agitada—He esperado mucho tiempo Melissa—Seguirás esperando, ¿Cuál es tu prisa?, Acaso quieres volver a casarte, a Matteo le pareció escuchar un dejo de burla en su voz.Melissa después del accidente siempre había sabido como bajar su autoestima, bastaban dos palabras dichas con lástima y enseguida él se deprimía.—Eso no es asunto tuyo, firma el acuerdo de divorcio,—No lo haré, sabes que los amo a los dos, no puedo dejarte la custodia, de mi hija como tú pretendes— ¡En dos años la has visto solo unas cuantas veces! ¿A quién quieres engañar? ¿Y qué harás con ella si se va contigo, llevártela a tus fiestas o a tu set de grabación?—No estoy haciendo nada malo, solo quiero perseguir mi sueño, ser actriz, tú nunca me diste esa oportunidad, no me divorciaré de ti, solo tienes que tener paciencia, al terminar de grabar la película regresaré a ti y a mi hogar, los amo de verdad no quiero perderlos
Capítulo 43 Solo te quedaste allí mirando Matteo fue en busca de Samantha en la cocina, quería ver lo que estaba preparando. Al empujar la puerta se quedó pasmado y decepcionado con lo que vio allí.Francesco estaba casi encima de Samantha, ¡¡¡él estaba besándola!!! Se sintió traicionado, jamás pensó que ella le correspondería a ese inútil. Entonces todo lo sucedido entre ella y él no fue real ¿Fue por lástima como pensó al principio o estaba divirtiéndose un poco con él?No quiso quedarse y observar más, sintió que su corazón se le partía en dos, una rabia inconmensurable, lo lleno, quería molerlo a golpes por atreverse a besarla. Casi estaba por dar la vuelta cuando se armó el escándalo.Samantha tenía una cuchara grande de madera y comenzó a golpear a Francesco, acercándolo a la cocina y golpeándolo, como Matteo hubiese querido.Francesco empezó a dar gritos destemplados, ya que al parecer se había pegado mucho a la olla de sopa, esta era grande y aún estaba caliente. La olla se
Capítulo 44 Le pedí el divorcio hace meses— ¡Eres un inútil! ¡No sirves ni para quitar del medio esa mujer!— ¡Ya viste como me trato! ¿Qué querías que hiciera?, le replico molesto Francesco a su madre.—Te lo dije claramente, necesitamos que Matteo siga deprimido, de esa manera podemos seguir con nuestras actividades dentro de la empresa, si se entromete nos quedaremos sin nada.—Estás segura de que ellos tienen algo íntimo, ¡No lo creo!, Samantha es una mojigata, insistía Francesco.— ¡Me provoca molerte a golpes y terminar lo que inicio Samantha, por ser tan estúpido! ¿Cómo puedes ser mi hijo? ¡Ya te lo dije, esos dos se traen algo! ¡Buscaré a un médico para que atienda tus golpes y la quemada! ¡Hay que cuidar lo único que tienes! ¡Y eso es tu atractivo físico, porque cerebro, ese si no tienes!— ¡Mama!, ¡Bueno, dejaré pasar tus palabras, haré como que no te escuche y apúrate! ¡La desgraciada me golpeo duro!, Quien se hubiera imaginado que una cuchara de madera golpeara tanto!, se
Capítulo 45 La tercera en discordiaUn leve toque en la puerta los interrumpió, y se escuchó la voz de Antonina. Samanta fue y abrió— ¿Qué sucede Antonina? ¿Le paso algo a Carina?—No mi niña, todo está bien, dejaste tu teléfono en la habitación de Carina y no ha dejado de repicar, yo… es tu hermana, debe ser urgente porque ha sonado insistentemente, desde hace rato, fui a tu habitación y al no encontrarte pensé que estarías aquí. ¡Mira si es urgente!—Está bien, muchas gracias, me iré a hablar con ella en privadoMatteo tenía una idea del porqué llamaba Melissa, lo más seguro es que quiera encomendarle a Samantha que hable con él para detener lo del divorcio. Esa mujer nunca aprendería, y nunca dejaría de utilizar a las otras personas en su favor.****Samantha atendió la llamada de Melisa con un tono de voz culpable y preocupada.— ¿Qué pasa Melissa? Espero que llames para preguntar por la salud de tu hija.— ¡Ay, Sami! ¿Por qué te adelantas? Sé que mi hija está bien, si no fuera a