Las dos caminan hacia el auto negro que descansa tranquilo pegado a la acera, cuando entran en él, regreso la vista al camaro, mientras que Ania ha entrado al asiento del copiloto, Edward abre la puerta de atrás para mí y Sam; entro en el auto con cuidado de que Sam vaya lo más cómoda, llevo su cabeza contra mi pecho mientras mis brazos la envuelven con cuidado, acaricio su cabello alejándolo de su rostro y durante todo el camino su hermano no deja de vernos por el retrovisor, claramente incómodo porque yo sea el enamorado de su hermana, después de lo que nuestra historia en común ha contado entiendo perfectamente su molestia, pero no significa que vaya a hacer algo por hacerlo sentir mejor, con que Sam desee estar a mi lado después de toda la verdad y todo lo que ha ocurrido estoy más que satisfecho.
Después de darle las indicaciones necesarias llegamo
—No es cierto…— dice Ania sorprendida y después levanta la mirada hacia mí. —¿Sabes quién es el padre?—Si… por el tiempo que maneja ahí de gestación estoy más que segura de quien es el autor de esto— le digo bajando la mirada, intento respirar y controlar mis nervios.—¿Hay más de un posible padre?—No estás para saberlo ni yo para contarlo, pero por un momento de debilidad me metí con Kurt hace unos días.—Wao… bueno… si fue hace unos días por el tiempo no pudo haber sido él, entonces… supongo que el padre es…—se queda en silencio esperando que yo sea la que termine de completar su frase.—Nikolai Belinski, el demonio ruso— volteo hacia ella y no sé qué pensar, no sé que decirle ni como tomarlo, de repente todo se me viene
—Vamos rusalka… eso cualquiera lo hace— su aliento chocando contra mi oído me enchina la piel y me hace temblar.—Apuesto a que no— bajo mi brazo intentando darle un codazo en las costillas, pero brinca hacia atrás evitándolo.Doy media vuelta y empiezo a lanzar patadas altas, girando una y otra vez, se vuelve un baile para mí, cuando baja mi pierna y mi pie por fin toca el suelo giro sobre la punta y me apoyo para levantar la otra pierna y lanzar la patada, así sigo repetidas veces mientras él simplemente esquiva cada golpe hasta que de repente logra alcanzar una de mis piernas y la atrapa entre su torso y su brazo.—Las rusalkas dependen mucho de sus piernas, rómpele una y logras incapacitarlas— cuando dice eso abro mis ojos de par en par, no lo creo capaz de romperme una pierna o ¿sí?Le lanzo un golpe buscando que me suelte, pero con su otra mano
—Lo estuve pensando… — dice contra mi piel haciéndome voltear hacia él— …entraré contigo— dice retomando nuestra negociación del día anterior. —Hablaré con Dusha, entraremos a ese edificio, necesito que revisen el cambio de guardia de ese lugar y trabajaremos sobre eso, entraremos ahí, llegaremos hacia el laboratorio y provocaremos un incendio, al mismo tiempo dejaremos algunas cargas en sitios estratégicos para terminar de completar el show, ese edificio colapsará con todo ese suero dentro y con algo de suerte incluso con Shun— cuando dice eso se apoya en sus manos recargándolas hacia atrás y de nuevo la seriedad regresa a su rostro.—Creo que… tengo que hablar con los demás— cuando digo eso regresa la mirada hacia mí con curiosidad.—¿Con los demás?— parece consternado.—
—Tranquila, él exageró, no tenía por qué hablarte así— dice Ed mientras vuelve a sentarse en la mesa sujetando su cabeza con ambas manos. —Quien habló fue su orgullo como hombre, dale tiempo.—Aun así no tenía por qué ofenderla de esa forma— dice Ania sentándose a lado de Edward mientras vuelve a insistirle que se tome la medicina.—Pero hay que entender que no es fácil aceptar al líder de la mafia rusa en este club de perdedores— dice Irene avanzando hacia nosotros, parece otra, la seriedad se ha apoderado de su rostro y se ve serena y contenida. —No pienso regresar a sus filas, me rehúso a ser una rusalka al servicio de los rusos, esa es mi única condición para no salir huyendo de aquí en este preciso momento— volteo hacia Nikolai quien parece tranquilo.—No he venido aquí a esclaviza
—Lo siento… lo siento— no quita esa sonrisa arrogante de sus labios. —La verdad es que sí, lo secuestré, lo torturé hasta que me cansé y lo maté, mis hombres se encargaron de dejar el cuerpo donde ellos consideraron prudente, aunque sabía a lo que me arriesgaba ya que ese doctor era el motivo por el cual te tenía, simplemente no quería que te siguiera molestando y la forma más contundente de lograrlo era matarlo— levanta los hombros como si hablara de cualquier cosa.—¿Mina? ¿Ella que te hizo?— me cruzo de brazos mientras espero su explicación, no puedo negar que me siento algo horrorizada por la facilidad con la que habla de sus asesinatos.—Ah… Mina… ¿Qué hizo? Te intentó alejar de mí, ella me advirtió que de saber su muerte te alejarías y me dejarías… no es que sea m
Por un momento se queda descansando en mi pecho, siento su respiración agitada, lo abrazo con ternura mientras acaricio su cabello suavemente, si esta va a ser nuestra última noche juntos o una más de las que nos quedan por el resto de nuestras vidas no me importa, solo sé que quiero estar con él en cada segundo, disfrutarla al máximo hasta que mi cuerpo ya no pueda más. Levanta su rostro hacia mí y lo beso tiernamente dispuesta a entregarme una y otra vez a él, las veces que el desee hasta quedar dormidos.Hemos decidido llegar temprano al teatro donde está Dusha, ahí veremos a Óscar quien nos dirá los por menores de su investigación del día de ayer, después de eso tenemos que ir a la casa de Kurt a organizarlos, la idea es llegar hoy en la noche a ese lugar y acabar con todo, tal vez con suerte hasta con el mismísimo
—Yo también iré— dice Kurt y mi corazón da un vuelco, voltea a ver a su madre quien asiente con la cabeza como si le estuviera dando su autorización.—Bien, entonces Kurt, Óscar y yo pondremos las cargas, ustedes encárguense del incendio— dice Ed suspirando como si todo ya estuviera dicho.—Los que portarán las cargas esperen hasta que les demos la señal para activarlas, después de eso solo tendremos diez minutos para salir de ahí, no puede haber fallas, esto es de vida o muerte— dice Nikolai, claramente esta temeroso porque no somos sus hombres de confianza, un error puede ser catastrófico.—Pues démonos prisa, el tiempo apremia— dice Óscar mientras le ofrece uno de los uniformes a Nikolai.Me meto a la habitación de Rose y mientras me desvisto veo que la pared donde colgaban sus fotos ya no están, se ve
—Salgan de aquí, nos vemos afuera, con o sin Kurt— dice Nikolai seriamente mientras avanzamos hacia el elevador, ya ha sacado la pistola y está listo para lo que se avecina.En cuanto las puertas del elevador se abren algo golpea la mano de Nikolai haciéndolo perder la pistola, yo me pego a la pared sorprendida por lo ocurrido, cuando volteo hacia el elevador veo a uno de los guardias, pero viene solo lo cual se me hace raro, se quita el pasamontañas lentamente y sale del elevador permitiendo que las puertas se cierren, me doy cuenta de quien en verdad es y no puedo evitar sentirme traicionada.—¿Kurt?— pronuncio su nombre con acidez en la boca, él levanta su arma hacia nosotros y Nikolai solo levanta las manos conteniendo casi su respiración. —¿Qué se supone que estas haciendo? — le pregunto mientras veo como el elevador se va, levanto las manos junto con Nikolai y retro