Iker, mantenía a Miranda abrazada a él, sintiendo su cuerpo delgado y delicado. —¿Estás segura de que estás bien, mi amor?— preguntó preocupado. —Si, estoy bien, siempre estoy bien cuando tu estás cerca— lo abrazó con más fuerza— la verdad si me impresionó muchísimo, debí suponer que en algún momento, algo como ésto ocurriría. Lamento decepcionarte—dijo triste, entonces el ruso le tomó el mentón, elevándolo y obligándola a mirarlo. —¿Quién dijo que me has decepcionado?— preguntó con ternura. —Yo, te esforzaste para que tuviese buen entrenamiento, para que aprendiera a pelear, a disparar y ocurre está situación y me sentí tan expuesta, tan asustada, tan vulnerable, soy tu mujer, se supone que debo ser fuerte, y alli estaba aterrorizada. —No serías humana si no te hubieses sentido asi— le besó la frente— es natural que al verte en peligro, sientas terror. —Pero Irina, ni siquiera se inmutó, de hecho, podría jurar que si hubiese sido por ella, habrían salido a disparar, sencillamen
Miranda, desayunó tranquilamente con Iker, compartiendo un lindo momento matutino, luego lo acompañó hasta la entrada para despedirlo, lo estrechó entre sus brazos y le ofreció su boca, él no la hizo esperar y de inmediato tomó sus labios en un ardiente beso.—Que tengas un excelente día, mi amor.—He comenzado con buen pie— le dijo sonriendo— ¿tienes planes para hoy?—Ninguno, me quedaré en casa para esperarte, quizás podamos tener una cena. . . íntima— le sonrió con picardía.—Si lo deseas, puedo quedarme a tu lado— le besó la punta de la nariz.—Entiendo que tienes muchas obligaciones, no debes preocuparte, estaré bien— sonrió.—De acuerdo, si sucede algo o si me necesitas, no dudes en llamarme— le pidió.—Lo haré— sonrió y volvió a besarlo.Él se marchó, y ella decidió pasar la mañana en la biblioteca, quería leer un poco, pensó en que quizás debía pedirle a Iker, repasar su entrenamiento, no estaría de más recordar las técnicas que había aprendido, el manejo de armas, y todo lo c
—¿Seguro que harás lo que sea? — le preguntó frunciendo el ceño.—Lo que sea— sollozó desesperada— pero le ruego, no mate, no lo haga por favor, se lo juro, haré lo que sea, lo que usted me pida— sus verdes ojos brillaron inundados por las lágrimas, y la maldad inundó el masculino pecho.—Bien— la soltó con fuerza alejándola un poco de él—Muchachos, cubran su cabeza, la llevaremos con nosotros— sus hombres se miraron confundidos, pero ninguno se atrevió a decir nada— desaparezcan los otros cuerpos en ácido— sonrió— he descubierto que sigo teniendo una puntería magistral.La jóven no supo si suspirar de alivio o de horror cuando nuevamente la dejaron sin visión, para luego liberar sus manos de las cadenas, sin embargo, la ataron con lo que parecía ser unas esposas.—Daremos un viaje— escuchó que alguien decía y contuvo un gemido, estaba viva, al menos tenía algo de tiempo, necesitaba idear un plan, no sabía en manos de quién estaba, pero no quería morir.*******************************
La jóven sintió cómo la dejaban sobre algo cómodo que supuso era una cama o un sofá la puerta se cerró con el inconfundible sonido, pero ella se negó a moverse, no sabía si había alguien con ella y no estaba dispuesta a tener nuevamente la pistola frente a su cara. Maldijo internamente, no debió volver sola a casa, si pudiese devolver el tiempo, tomaría otras decisiones, pero no, no podía, ahora estaba a merced de ese hombre.Pareció que transcurrió una eternidad, hasta que la puerta volvió a abriste y un par de segundos después, le quitaban la bolsa de tela de la cabeza, permitiéndole ver el lugar, parpadeó varias veces para acostumbrar la vista a la luz, y se encontró con una mujer que la miraba fijamente.Annette, liberó a la chica de la bolsa sobre su cabeza y la miró directamente a los ojos, comprendiéndolo todo de inmediato, la mujer había sido secuestrada, lo que no tenía muy claro era la finalidad. ¿Suplantar a la señora Lara? Su cabello era largo, rubio como el de ella, sus o
—No— negó mirando sus ojos.— No soy virgen— Giovanni, se sintió un poco decepcionado, si su respuesta hubiese sido positiva, eso la acercaría más en su parecido a su amada Lara.—Entonces, no te comportes como una, mostrándome una falsa inocencia— sus dedos parecían querer quebrar los huesos de su mandíbula— odio que traten de engañarme, es más que claro cual será tu papel aquí— sus ojos mostraban locura y eso la aterrorizó.—Lo siento, lo siento— se disculpó con los ojos llenos de lágrimas.—¡Ya deja de disculparte, maldita sea!— dijo furioso— odio a la gente débil— la arrojó con fuerza, la chica cayó al suelo lastimándose un poco, pero contuvo las lágrimas y lo miró desde el suelo— Está noche vendré y espero que hayas cambiado tu estúpida actitud, de lo contrario me olvidaré del trato y acabaré con tu vida— sin decir nada más, se marchó. Elysa quedó allí, en el suelo, completamente humillada mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.Elysa, no paraba de dar vueltas al asunto, l
Miranda, despidió a Iker, como todas las mañanas, después de desayunar con él y tener una agradable charla matutina.—¡Que tengas buen día, amor mío!— le dijo prendiéndose de su cuello y ofreciendo sus labios como tributo de amor, él aceptó la ofrenda, rodeándole la cintura y estrechándola con calidez hacía él. —Volveré temprano para que cenemos fuera— besó la punta de su nariz— tendremos una agradable cita. —Oh, me vestiré muy guapa para tí— lo besó ligeramente. —Tu siempre estás guapa, guapísima. Pasaremos un noche agradable. Pasó la mañana repasando su ruso, aunque hablaba de manera fluida el nuevo idioma, aún tenía palabras que lograban confundirla a la hora de pronunciarla, encerrada en el despacho fue interrumpida por el ama de llaves. —Señora, lamento interrumpirla, ha llegado la madre del señor.—¡Oh qué alegría, siempre es bueno recibir a Annika, vamos!— Fue apresuradamente a encontrarse con su suegra.—¡Hija mía!— le dijo Annika en cuanto la vio llegar, acercándose a el
Seis meses habían transcurrido desde que Angelo y Lara, habían llegado a la isla, seis meses de paz, seis meses de amor desenfrenado, de estar amándose sin medidas o control, el amor y la pasión cobraban vida en cualquier lugar de la isla, bien fuese dentro de la casa, en la cascada, en la entrada de la casa, en la orilla del mar, dentro de las aguas saladas, cualquier lugar era bueno para amarse.Dos días antes Lara, había pasado un susto terrible, Angelo había viajado por provisiones, por lo cual ella se había quedado sola en la isla y todo parecía muy normal, ella se aburría mucho en la eterna espera de su amado, pero la angustia había llegado a ella al descubrir que comenzaba a oscurecer y él no llegaba y lo que parecía ser peor aún, se aproximaba una tormenta que se veía como avanzaba rápidamente hacía la isla.Afortunadamente, Angelo había vuelto, llegó antes que la tormenta, la había encontrado en medio de un ataque de pánico, una crisis nerviosa que se había apoderado de ella
—Aleja las manos de la pistola, de forma lenta, las quiero arriba dónde pueda verlas— retiró el seguro de la pistola, el hombre lentamente obedeció, Angelo tomó el arma de la cintura.—Que malagradecido, Billy del mar, comes en nuestra mesa y planeas entregarnos, debiste llamarte Judas— le dijo con desprecio.—Ya me habían advertido de tu inteligencia, Angelo Caruzzo— lo miró burlón— lo que no me dijeron era que la dama también era de temer— comenzó a reír.—Bien, Billy del mar— dijo Lara— prepara el pico para que comiences a cantar.—La verdad sea dicha, no hay mucho qué decir— dijo el hombre observándo fijamente a Angelo, quién permanecía serio e inmutable.—¿Giovanni, te contrató?— preguntó Lara, aunque por fuera estaba muy tranquila, internamente temblaba ante la posibilidad de que Giovanni, pudiese aparecer en cualquier momento.—No directamente— dijo serio Billy— me contrató un hombre, dijo ser uno de los muchos investigadores privados que contrato Giovanni Di Luca, para dar con