Lara, fue directamente a la cama, dónde subió y se hizo un ovillo, estaba realmente preocupada, solo rogaba porque Giovanni, no los encontrara, quería disfrutar de una vida tranquila junto a Angelo, y olvidar de los horribles momentos vividos junto al hombre que creyó, sería el amor de su vida. Sus emociones estaban divididas; Estaba feliz de poder estar junto a Angelo, y pensar en qué podría empezar a aflorar todo lo que sentía por él, durante esos meses había llegado a desarrollar sentimientos muy fuertes hacía él, pero, estaba aterrada, completamente asustada, temiendo la venganza de Gio, era obvio que no los dejaría vivir felices y tranquilos, aquello no sucedería, no sabía cuánto tiempo podrían estar juntos antes de ser encontrados por él, pero solo le rogaba a Dios que nunca los consiguiera, sí, sabía de arm
En cuánto hubo pronunciado aquellas palabras, uno de los hombres llegó hasta él.-Señor, acaba de llegar el bote que pedimos por radio- decía con voz sería.-Bien, recogan todo lo necesario porque nos vamos. Bernardo y Ricardo estarán al frente de la operación, quiero que me traigan a Angelo y a Lara, los quiero vivos, tráiganme a esos traidores, recuerden que pueden usar en rastreo de GPS de las joyas de Lara, aunque a estas alturas, Caruzzo, sería muy tonto si aún ella las tuviese, pero confirmen, vayan y traiganmelos- los miró con frialdad- lo quiero de rodillas ante mi- dijo tenso- esos malnacidos van a darme la cara.-Si, señor- dijo Bernardo.-En cuánto a tí- miró a Alonso- de momento te mantendrás en la mansión, hasta que pueda asegurarme de tu lealtad- lo miró a los ojos- Car
Bernardo observó la pantalla del aparato en sus manos.—¿Se mueve?— le preguntó su compañero.—Se detuvo, esperemos un momento.—¿Realmente crees que sean ellos?— la voz de Ricardo daba muestra de lo obvio.—No. Caruzzo, es muy inteligente, demasiado preparado, para mí es obvio que no son ellos.—Entonces deberíamos intentar buscar en otro lugar.—Debemos descartar las posibilidades, por muy tontas o absurdas que parezcan— dijo Bernardo— Al menos tendremos un informe que darle al diablo.—El jefe no quiere informes, los quiere a ellos— declaró— me preocupa llegar a él con las manos vacías y sin información. No estará feliz.—No, no lo estará — suspiró— Caruzzo, es un idiota, ¿ cómo se dejó envolver en ésto por esa mujer?—La señora es muy hermosa— argumentó Ricardo— es una mujer que haría perder la cabeza a cualquier hombre.—Si lo sabré yo, que fui de los primeros en conocerla, pero jamás me atrevería a poner los ojos en alguna mujer propiedad de Di Luca, eso es un suicidio, ahora, m
La mujer en la recepción los miró asombrada, se giró para comprobar que faltaba poco para que fuesen las cinco, ni siquiera había salido el sol.—Se van ustedes muy temprano, señores Smith.—Solo necesitábamos descansar un poco— sonrió él. — recuperar fuerzas para continuar con nuestro viaje, iremos a Australia por nuestra luna de miel.—¿Australia?, nunca he ido allá— la mujer sonrió de forma soñadora, como imaginandose viajando a Australia en aquel mismo instante.—Debería ir algún día, es un lugar precioso, aprovecharemos de visitar a mi familia. Gracias por la atención y el buen lugar de descanso.—¿Necesitan un taxi?—No hace falta— él sonrió y ella también— que esté muy b
Lara, observaba la isla a la que lentamente se acercaban, las aguas azules brillaban, mostrándose hermosas y casi cristalinas.—Pronto llegaremos— dijo Angelo, con las manos en el timón de la pequeña embarcación.—Desde aquí se ve increíble— dijo ella con una enorme sonrisa— estoy segura de que me encantará el lugar.—Es lo que yo espero— le dijo él con una enorme sonrisa. Mientras seguía dedicado a su tarea de dirigir la nave, pronto no pudo avanzar más, así que arrojó el ancla— Vamos, revisaremos todo y luego descargaré— la ayudó a bajar, el agua recibió los pies de ambos, y los cubrió hasta cerca de las rodillas mientras lentamente seguían avanzando hasta la orilla. La arena se veía muy limpia y caliente por el sol, Angelo sostenía la mano de Lara, con sus dedos entrelazados.—Este lugar es precioso, Angelo. — le dijo maravillada.—Te enamorarás de él, lo juro— sonrió orgulloso— por mucho t
Poco fue lo que logró dormir Giovanni, y su sueño no había sido para nada reparador, pues estuvo contantemente perturbado por los traicioneros ojos de Lara. Su humor no había mejorado al descubrir que sus hombres habían logrado conseguir imágenes de Angelo y Lara, en el centro comercial dónde fueron abandonadas las joyas, pero que a parte de eso, no habían logrado nada más. No avanzaba en su objetivo y aquello no era nada agradable. —No puedo creer lo agotador que ha sido esto— dijo Lara sentándose a la mesa para comer unas galletas saladas con un poco de atún enlatado, además de algunos trozos de fruta. —Te dije que no sería tarea fácil— sonrió Angelo— pero lo logramos. —Asi es, somos un buen equipo, todo quedó mejor de lo que hubiese esperado— dijo con una sonrisa— la casa quedó muy limpia, libre de polvo y lista para ser habitada. Además, amo ese colchón— sonrió— lo digo en serio, lo amo, es increíble que sea tan suave y esponjoso, dormiremos como reyes. —Así es. . .Lara, pront
Angelo, disfrutó con los ojos cerrados, mientras, Lara lo acariciaba lentamente y el parecía anclado con sus dos manos en sus pechos. Abrió los ojos y la observó, ella sonreía, una enorme sonrisa iluminaba su rostro.—Eso. . . se sintió increíble— en cuánto lo dijo, Lara se acercó a él y lo besó.—Será mejor, lo sé. Ahora, vamos al agua— sonrió para darle un beso y caminar al agua, se sentía tan refrescante contra su piel que Lara, no pudo evitar zambullirse, disfrutándo del contacto contra su piel. Cuándo salió nadando a la superficie, buscó a Angelo, pero no pudo verlo, por lo cual comprendió que él también se había sumergido, un par de segundos y él emergía junto a ella. Lara, sonrió— el agua está deliciosa.—Si— sonrió él, hace calor, pero durante la noche notarás frío.—No me preocupa— se acercó a él y lo abrazó, rodeándolo por el cuello— dormirás junto a mi, tu calor junto al mío, el frío no me angustia— el sonrió, abrazándola de la cintura. De forma juguetona, los hundió a ambo
Giovanni, abrió la puerta de la habitación, para que ella pasara, Emily le agradeció el gesto y entró a la elegante habitación. Era una de las mejores, de esas que sólo podía visitar cuando entraba con un cliente como Di Luca, claramente, el jefe pedía lo mejor para él.La elegancia y exquisitez del lugar era impresionante, las luces tenues, la enorme cama, el sofá destinado a facilitar diferentes posturas, la mesa con muchas cosas que podían implementar, además de un cajón que contenía una serie de juguetes , todo en aquella habitación exudaba sensualidad. Se giró hacia Di Luca con una ámplia sonrisa.—Ven aquí, traes mucha ropa— su voz, sus suaves movimientos, ella manejaba perfectamente el arte de la seducción. Pronto estuvieron uno frente al otro, mientras ella con cuidado se iba deshaciendo de las prendas y las arrojaba con cuidado hacía él sofá.Cuando Giovanni, tuvo el torso si nada que lo cubriese, Emily, se dedicó a acariciarlo, haciéndolo estremece Emily sonrió girándose, dá
Emily estaba adolorida pero infinitamente satisfecha de las horas junto a Gio. Terminó de acomodar su vestido, ya no tenía bragas gracias a él, pero poco le importaba.Él parecía no tener intenciones de salir de la cama, con las sábanas de seda cubriéndolo de la cintura para abajo, su pecho expuesto, las manos detrás de su cabeza y actitud serena.—¿No saldrás de la cama?— preguntó girándose hacia él.—De momento, no. Estoy muy cómodo— sonrió.—Bien, me la pasé increíble, fue una noche satisfactoria.—Hermosa Em, te devuelvo el cumplido. Ahora déjame descansar, toca y permite que Bernardo entre— ella obedeció tranquilamente, golpeando la puerta con los nudillos, la misma se abrió y ella observó a Bernardo que la miraba fijamente.—Di Luca, quiere que entres— él asintió tranquilamente, ingresando a la habitación.—Señor, estoy a su disposición.—Bernardo, hoy me siento generoso, Triplica el monto que habíamos acordado la ultima vez con ella, entregaselo a Emily.—Así lo haré, señor.— e