Gael, abandonó la boca, que se delizó con tiernos besos por el mentón hasta llegar a su cuello, Lara poco a poco se iba perdiendo en un mar de sensaciones, que ya no eran ajenas a su cuerpo. Las manos de Gael fueron a su cintura y como si no pesara la levantó colocándola sobre la encimera de la cocina.-Ga. . . Gael. . . - quería que aquello fuese una queja, un reclamo, pero había sonado exactamente como un gemido de absoluto placer.-Lara. . . - gimió también él, volviendo a besarla, las manos de ella se enredaron en el cuello de Gael y acariciaron su espeso cabello, las manos de él que estaban en su cintura, ascendieron por el cuerpo llevándose la tela, y apoderándose de sus firmes pechos, Lara tomó un puño del cabello de él, a la vez que gemía ahogadamente dentro de la boca masculina. Pero en ese preciso instante algo hizo clip dentro de ella, abrió los ojos de golpe volviendo a la realidad.¿Qué rayos estaba haciendo?Estaba permitiendo que otro hombre la tocará, su cuerpo estaba
Iker dejó a Miranda, en la entrada del edificio, se despidió con dos largos besos, asegurándole que a las diez en punto pasaría por ella para emprender el viaje. Subió en el ascensor sintiendo la emoción del momento, esperaba que su hermana no lo tomara mal, ni lo sintiera como un abandono, a fin de cuentas Giovanni, en cualquier momento querría llevarla a Italia y ella quedaría sola, debía pensar en ella, ser un poco egoísta, había tenido una vida muy dura y no podía desperdiciar ahora la oportunidad de estar con Iker. Introdujo la llave y giró la cerradura.-¡Estoy en casa!- dijo en tono animado.-Estoy viendo una película- le dijo su hermana, Miranda caminó hasta llegar al sofá dónde se dejó caer junto a la rubia quién tenía un enorme envase lleno de crispetas, mientras disfrutaba de una película.-¿Terror?- le preguntó en tono de burla.-Romance- respondió la menor de los Adam, con una sonrisa- pensé que te quedarías con Iker.-No, hoy no- dijo en tono neutral.-¿Sucede algo?- pre
Iker, pasó por Miranda a las diez de la mañana, asegurando que debían pasar por el hotel primero y recoger sus cosas, antes de seguir al aeropuerto.-Por favor Iker, cuida bien de ella- le dijo Lara- la voy a extrañar mucho, pero me quedo tranquila sabiendo que está bajo tu protección.-Te aseguro de que no tienes motivos para preocuparte, me ocuparé bien de ella, la cuidaré, la protegeré, y estaremos felices si vienes a nuestra casa a visitarnos, serás bien recibida en Rusia- tanto Lara, cómo Miranda, se sintieron conmovidas por el gesto de él, "nuestra casa", él no se preparaba para darle la bienvenida a Miranda, él ya se hacía a la idea de que su hermana era una más de la familia, aquello las enterneció en sobremanera.-Yo estaré encantada- luego se giró estrechando fuertemente a su hermana, luchando porque su voz no temblara y las lágrimas no se hicieran presente- cuídate mucho y por favor, avísame cuándo estén llegando.-Por supuesto que sí, cuídate. Te amo.-Tambien te amo, Mira
Los días de Lara, estaban siendo demasiado deprimente. Agradecía las dos conversaciones que había tenido con su hermana y estaba feliz de que ella ya se encontrara instalada en Rusia, se escuchaba tan feliz. Pero, ¿Qué había sucedido con Giovanni?, siempre que le marcaba, la enviaba directamente al buzón, hacía ya tres días y medio que no tenía ningún tipo de noticia de él.Sólo rogaba porque estuviese bien, muy ocupado, pero bien.Agradeció cuando recibió una llamada, era del celular de Gio, pero no era él quien estaba realizando la llamada.-¡Giovanni, mi amor! - respondió emocionada.-Buenas noches, señorita Lara, soy Alonso.-Oh, Alonso, ¿cómo estás?-hubiese querido sonar animada, pero realmente su tono estaba cargado de una profunda decepción.-Muy bien, espero que usted también se encuentre bien.-Lo estoy, pero también estoy muy preocupada por Gio, hace ya mucho que no me deja saber de él y realmente comienzo a ponerme nerviosa por no tener noticias suyas- dijo con voz tembloro
Los ojos de Lara, se abrieron enormes, por unos segundos dejo de respirar, para luego sentir como su pecho subía y bajaba, buscando desesperadamente controlar la respiración.-¿Estás loco?-¿Por desearte?, si es así, si lo estoy- dijo en tono tierno- acarició sus cabellos y luego su mejilla- no puedo controlar este deseo que me quema el pecho, estoy ardiendo por ti.-Esto no puede ser- dijo con voz temblorosa, entonces la mano de él se deslizó por el femenino cuello, arrancándole un gemido suave.-Sé que te excita mi toque, también me deseas aunque intentes controlarlo.-Esta conversación debe terminar aquí- se puso en pie con la intensión de alejarse, pero él la tomó de la muñeca y tiró hacia él, Lara giró bruscamente y fue a tener sobre las piernas de él, sentada en su regazo intentó levantarse pero Gael la abrazó de la cintura.-¿Por qué huyes de mi?- le preguntó.-Porque. . . quiero mantener la poca cordura que me queda- dijo sincera- porque me asusta todo este deseo que me despier
A pesar de que eran altas horas de la madrugada, Lara seguía sentada en la cama, con la espalda recargada en el espaldar y una sábana cubriendo su cuerpo, mientras observaba el inmovil cuerpo de Gael, quién dormía plácidamente junto a ella, su pecho subía y bajaba de forma rítmica, delatando la profundidad de su sueño.Y allí estaba, mientras él dormía, ella seguía allí llena de culpa. Negar que había disfrutado de aquella noche sería una hipocresía de su parte, le había encantado, su cuerpo estaba muy satisfecho, dolorido, pero satisfecho, ahora que todo había pasado, que la lujuria se había apagado y el libido volvía a la normalidad, la culpa la estaba consumiendo.Era una tonta, ¿cómo pudo hacerle eso a Giovanni?, mientras él estaba lejos, dedicado a sus negocios, trabajando de manera extenuante, ella le había sido infiel con su vecino.¿En qué estaba pensando?¡Era obvio que no había pensado!Y no, no lo había hecho, no había pensado en lo más mínimo, hasta se había olvidado de la
Lara, se decidió a limpiar y cambiar de lugar algunas cosas, era medio día cuando llamaron a su puerta, resultó ser Gael, quién le decía que debían hablar pero ella le pidió que se marchara sin abrir la puerta, al día siguiente llamó muy temprano, invitándola a correr juntos, ella se negó sin abrirle la puerta. Por la tarde salió a hacer algunas compras, merendó un poco de cereal.Su teléfono timbró y corrió a atenderlo, era Giovanni.-Hola- dijo dudando, la última vez había llamado Alonso, quizás fuese él de nuevo.-Mi dulce y amada Lara, que alegría escuchar tu voz- el tono afectuoso de él generó que una ola de vergüenzala recorriera y agradeció que no estuviese para verla.-¡Oh Giovanni, al fin!- le dijo a modo de reproche.-Lo siento tanto, querida, han sido días duros, he estado muy ocupado- se excusó.-Tan ocupado como para llamarme, yo. . . te he extrañado mucho, mi amor.-Lo siento, lo siento cariño, discúlpame.-¡Oh, Gio!-Pero tengo buenas noticias, mañana podré volver, muero
El auto se detuvo después de cruzar la reja de seguridad y avanzar un par de minutos, Angelo se estacionó y bajo, abriendo la puerta de la camioneta.-Señorita- le dijo con voz gruesa a la vez que extendía una mano hacia ella para ayudarla a bajar, en cuánto sus manos se tocaron, Lara tuvo la necesidad de apartarla, pero la reprimió, apresurándose a salir del auto.-Gracias- dijo con voz tímida, luego Giovanni salió y colocándose junto a ella, le rodeó la cintura, acercándola con cariño.-Hemos llegado, mi querida Lara.-Giovanni- fue casi un gemido lo que dejó salir al contemplar la fachada de la enorme casa- es enorme, y preciosa- dijo ignorando a los cuatro hombres que estaban en la puerta- me encanta la fachada.-Te gustará aún más, en cuánto veas el interior- sonrió orgulloso- tiene espacios encantadores.-Estoy ansiosa por verla- dijo sonriendo.-Entonces, entremos- él tenía razón, la casa era enorme, preciosa, no había en ella ni una gota de humildad pues desde la entrada y en