La anciana se pone en pie, con el bastón en las manos… encamina sus lentos pasos hacia su hijo.
—Hijo, en algún momento debes aceptar que Valery está casada con Peter y que ahora formaran una familia.
—¡Ya lo sé madre! Responde con molestia.
—Como sigas con esa actitud hacia la niña, no la volverás a ver en Grecia ni a tus futuros nietos. Ella solo quiere que ustedes sean parte de su vida, debes entenderla vive lejos de su familia. Conjuntamente, hizo un viaje muy lejos solo para notificarles sobre su estado.
—¡Madre!
—Te mereces el sermón… lo sabes. Le dice siguiendo el camino hacia el interior de la casa.
Este chasqueo la lengua… por una parte su madre tenía la razón, se ponía de muy mal humor cuando veía a Peter. Pero quien lo podía culpar, primero enamorado de su esposa y termina cas&aac
Casiopea tiro las carpetas sobre su escritorio, cuando de pronto una voz masculina y bastante ronca hablo. —Así que serás la nueva jefa. La chica miro a Lester parado en el marco de la puerta atraviado con su traje gris y ambas manos dentro de los bolsillos, era tan ególatra. —Si. Y espero que eso no es un problema para ti. —¿Por qué? ¿Porque eres mujer? yo no tengo problema por eso, lo único que me intranquiliza es que eres demasiado joven para que tu padre delegue todo su poder a ti. —Como ya te dijo mi papá, estaré lista para cuando llegue ese momento. Esta lo fulmina con la mirada. Lester amusga los ojos, luego los lleva a mirarla de abajo hacia arriba… ese día se había puesto una falda de corte alto conjuntamente con una blusa de chiffon color salmón. —Ya veremos si resultas no ser tan niña después de todo. La chica frunce el ceño pensando que ese sujeto era un pesado. Por desgracia era un accionista, aunque no estaba segu
—Entonces la niña de la casa tiene coche propio. Ella se gira para ver a Lester subiendo las escaleras de la entrada del edificio.—¡Buenos días, señor Lester! ¿Qué lo trae por aquí? No recuerdo a mi padre decir que lo visitara con mucha frecuencia, de hecho hasta pensé que casi ni se pasaba por aquí. Responde dándose la vuelta para entrar en la empresa.—Bueno, no debes culparme por querer saber cómo marchan mis negocios. Responde siguiéndola muy de cerca.—Le confirmo que todo está muy bien, le recuerdo que mi padre sigue siendo el jefe. Apenas solo soy su asistente. No tiene por qué estar viviendo todos los días. Lo mira de reojo.Lo pilla medio sonreír… todo le causaba gracia a ese sujeto, y porque tenía la sensación que solo iba hasta la compañía cuando su padre no estaba. Ese
Ella sabía que debía moverse, salir corriendo o mejor aún empujarlo… pero sus malditas pernas no estaban obedeciéndola. Simplemente se quedó allí, permitiendo que Lester se acercara a ella tanto que sus rostros ya estaban solo a un pequeño suspiro de un beso.Este aspiro profundamente llenándose del aroma de Casiopea… cerro los ojos un momento para luego volverlos abrir.—Definitivamente me gustas… solo estaba esperando el momento en que te separaras de tu padre para tenerte solo para mí. Espero que esto no te moleste.Termina la última palabra para luego probar los labios inocentes de Casiopea… quien tiembla ante el contacto carnal de ese hombre. Era su primer beso, un beso real… el de un hombre adulto. La peli negra cerro los ojos, dejándose arrastras por esas emociones que comenzaban a surgir en su interior.Deslizo las manos por el cue
—Bien… muy bien. Le dice retrocediendo dos pasos.Lester se aleja de ella… Casiopea aplana los labios da la vuelta para marcharse a su casa. Debía ser más racional. No podía hacer lo mismo que había hecho Valery, su padre pasó años molesto porque se casó con un hombre demasiado mayor. Y ella repetía sus pasos, le agradaba Lester. ¿Qué pasaba con las mujeres de esa familia?Tres meses después…Casiopea llegaba a la casa de su hermana, quien ya había dado a luz a una hermosa niña llamada Estrella. La peli negra tomo la decisión de acompañar a su hermana por unas semanas así la ayudaría con el bebé. Y por otro lado descansaría de la empresa, aunque en esos meses no había visto a Lester. Ni se acercó por aquellos lados.—¡Estoy feliz de que estés aquí!&md
—No puedo creer que me convencieras de hacer esta locura a mitad de semana… sabes que tengo mucho trabajo Lester. Papá te asesinara.—Casi no te veo, Antoni te acapara toda. Es injusto mi amor.—Sabias en lo que te metías conmigo hace un año, no soy una chica fácil. Tengo muchas responsabilidades que no puedo delegar.—Pero también conmigo soy tu novio, preciosa. Necesito de tu compañía para variar.—Llevamos dos días en alta mal, mañana me tienes que regresar.—Es un trato. Sonríe.Se inclina sobre su novia quien se encontraba sentada en el enorme sofá blanco que poseía su yate. Ambos bebían champagne, y disfrutaban de una agradable tarde. Los chicos llevaban un año de novios, teniendo citas cada vez que Casiopea tenía tiempo.Pero Lester ya estaba cansado de tener que verla solo por algu
Los movimientos de Lester eran suaves, no quería lastimarla. Sujeta por la cintura guiaba el cuerpo de su chica, era muy estrecha por dentro y eso lo enloquecía más de lo que ya estaba. Busco los labios de su novia, tomando su mentón con las manos para mantenerla pegaba a su boca. Los gemidos de esta se hicieron más intensos, Lester la penetraba con más urgencia. Sus cuerpos sudaban a mares bajo el intenso resplandor del sol. El oleaje de la marea ayudaba bastante, le permitía llegar mucho más profundo en el interior de ella. Hasta que sintió como las paredes vaginales de Casiopea contraerse, dejando salir su lado salvaje. La chica gemía de placer. Subiendo y bajando rápidamente sobre su pene… aferro ambas manos sobre sus hombros mientras se corría sobre él. Lester pudo sentir como un líquido tibio decencia por su miembro. ¡Cielos! Era la gloria, ella lo era. No se pudo resistir más, termino por explotar vaciándose en el interior de su mujer. Propinándole las últimas
Eran pasadas las cinco de la tarde en Colorado Springs, una pequeña localidad que se encontraba en la base de las montañas rocosas. Esa tarde era fresca, y Andrómeda estaba sentada en la inmensa cama de su novio Fernando, lo había conocido hace un par de años en la biblioteca, en la que actualmente aun trabajaba como acomodadora de los libros en otras palabras ella era una bibliotecaria.En fin, cuando lo vio por primera vez esa tarde estaba completamente mojado gracias a una gran tormenta que se había desatado ese día.Era la primera vez que lo había visto en su vida, y sintió como su corazón vibro con entusiasmo, era tan guapo y galán. Su atractivo rostro la envolvió de una vez invitándola a que lo besara, se enamoró a primera vista del chico, no tendría muchos años de diferencia era lo mejor de todo. Lo miraba mientras organizaba las estanterías, fa
No es que desconfiara de Fernando, pero algo muy dentro de ella le decía que debía aguardar. Que aún no era el momento.—Pero aún no quiero, lo lamento Fernando.Intento levantarse pero este se lo impidió, la tomo de los hombros acostándola bruscamente. Ella lo miro a los ojos confundida, pero él estaba serio.—¿Qué estas intentando hacer? Suéltame.—Ya me canse de que estés aguardando, que pretendes que pase años a tu lado y solo me conforme con unos besos, así no funcionan las cosas. Hoy mismo vamos a resolver ese asunto y veras que después que pruebes te aseguro que querrás hacerlo todos los días.Ella estaba horrorizada con cada palabra que salía de la boca de su novio, del hombre quien decía que la amaba, nunca imagino que él podría decirle una cosa semejante.—No basta &ique