Tanto Nathan como el comandante habían sido encontrados libres de micrófonos, al parecer, el único que había sido puesto en Nathan, había sido descubierto a tiempo. Roksana misma se había encargado de dejarlo en el mismo uniforme de la enfermera, se había percatado de la manera en la que ella interactuaba con su compañero, además del momento en el que ella aparentó haberse estrellado con él, con la intención de incrustarle el mismo. Todo eso lo había visto a través del reflejo de la ventana.—¡¿Por qué fui yo el único que lo tenía?! — se quejó Nathan de manera extremadamente infantil, lo que tomó a Taylor y al comandante por sorpresa, no habían llegado a ver esa faceta del teniente.—Querido… — susurró Roksana dándole unas palmaditas en el hombro intentando «animarlo» —justamente porque fuiste el único que se dejó manosear por la enfermera — gruñó Roksana negando con su cabeza —eres demasiado… demasiado… — masculló —no sé lo que eres, pero igual le diré a Vero, a ver si de esa manera
—¿Qué es eso? — preguntaron con un gesto de sorpresa. Por un momento pensaron que se trataba de un animal; sin embargo, era demasiado grande como para que un animal de ese tamaño se dejara encerrar en un bulto, por lo menos presentaría resistencia ¿No era de ese modo?—Esperen aquí, veré de qué se trata — expuso Roksana con un poco de curiosidad, desabrochó su cinturón de seguridad y abrió la puerta. «Es-espera, uno de nosotros debería ir, eres una mujer ¿Recuerdas?» masculló Taylor intentando detener a su compañera. —Tienes razón, yo soy la mujer aquí, por lo tanto, debo ir — sonrió de manera serena mientras retiraba con cuidado el brazo de Taylor del suyo, el cual le estaba impidiendo dejar el vehículo.Con pasos seguros y precavidos al mismo tiempo, la joven se acercó al revisar lo que había en el interior de la bolsa, era demasiado larga como para ser un cuadrúpedo ¿Podría tratarse de alguna serpiente? No, no lo era, parecía tener extremidades. Tomando una vara algo larga se aprox
—Lo mismo que hace un viejo como usted, tomando aire — gruñó ella rodando los ojos y retomando su camino, su paciencia había llegado a su límite minutos atrás, si no se controlaba, posiblemente cometería un crimen en medio del sitio abandonado. Ella esperaba a que el hombre comprendiera la indirecta y continuara con su propio camino, lo cual no fue así, sino que se acercó con mayor velocidad a Roksana.—Déjeme acompañarla, así me aseguraré de que nada le suceda — aceleró sus pasos para ir a la par de la chica.—Hace un par de metros encontré el cuerpo de una mujer, estaba completamente golpeado, y debo ir por ayuda, de casualidad ¿Usted es el causante de eso? — indagó intentando calmar su ira; por otro lado, y con una intención diferente, estaba esperando a que él confesara de la manera más descarada posible de que efectivamente lo había hecho él, de manera que, Roksana podría golpearlo libremente sin sentirse culpable después.—Acompáñeme, tengo algo que mostrarle — sugirió el hombre
Taylor quedó helado frente a las palabras de Roksana, no había llegado a imaginar que esa simple comparación hubiera hecho que ella reaccionara de esa manera. —No, no lo eres — susurró sentándose a su lado.—No mientas. No importa cuánto lo intente, siempre seré su hija y su reflejo — su voz estaba completamente ahogada, tanto que era difícil comprender lo que ella estaba diciendo. —He deseado tanto poder borrar lo que pasó con anterioridad, pero esa sombra me persigue, lo hace a pasos tan veloces que no puedo encontrar las fuerzas para enfrentarla; ni por más que corra podré escapar de ella, cada vez, se hace más y más grande.—Roksi, lo siento, no debí haber dicho eso… yo…—Simplemente dijiste la verdad. Hay aspectos de mí que yo misma quisiera borrar, desearía olvidar todo mi pasado y poder comenzar de nuevo, creí que lo lograría, hacer que todo esto terminara; ni siquiera al dormir puedo encontrar paz… Soy el monstruo que mi padre quiso crear y yo no mostré resistencia. Mis manos
El estómago de la chica comenzó a rugir, desde hace bastantes horas no había probado un bocado de comida, y cuando sus emociones se revolvían de esa manera, su apetito se ampliaba grandemente. Tanta hambre era la que tenía que se había olvidado del frío que estaba haciendo que su cuerpo se estremeciera, sus labios se habían vuelto un poco morados y su rostro había palidecido ligeramente. —Pediré algo de comer, es tu turno de darte una ducha — dijo Taylor sin terminar de salir del cuarto de baño. —Toma el tiempo que necesites, ¿está bien? — se acercó a la chica y acarició su rostro. Sus miradas se encontraron y pronto se dirigieron a sus labios, ninguno decía nada, de hecho, no eran necesarias las palabras en ese instante. —Me iré a bañar — expuso Roksana dando unos pasos para atrás y acelerando sus pies en dirección del baño. No era el momento adecuado para i
El comandante se había asegurado de que los dos hombres que se habían adentrado a Easterseals estuviera bajo vigilancia, y que una persona completamente diferente y a escondidas del resto, se encargará de vigilar de cerca a su enfermera. Los hombres estaban bastante conscientes y sus heridas habían sido curadas y vendadas, ninguna de ellas les presentaba problemas para su salud, lo que permitía que ellos fueran escoltados a prisión sin ningún problema.—Ya todo está controlado por esa parte, ambos se mantienen en silencio y se rehúsan a hablar acerca de lo sucedido o de la persona que los envió. De la manera en la que lo habías dicho, ellos son algunos de los señuelos de Ivanov para que desviemos nuestra atención de lo realmente importante — sus ojos se posaron sobre Verónica, a la cual él n
Taylor intentaba mantener la calma en ese momento; sin embargo, sentía como su cuerpo comenzaba a arder. Roksana por su parte lo observaba en silencio, ella disfrutaba ver ese gesto en su compañero, a pesar de eso, ella sabía perfectamente que no había cometido ningún pecado… Bueno, no a comparación de la persona que se encontraba en frente, con una sonrisa ladina y después de haber bebido un poco de vino, posó su mirada una vez más sobre Taylor.—¿Eso dice la persona que, a pesar de haberse comprometido con la hija del ministro, le echó el ojo a la enfermera de su padre? — ella aclaró con pudor su garganta, claro estaba que en aquella pequeña «lucha» ella había salido ganadora.Taylor se atragantó con su bebida e intentaba excusarse de diferentes maneras; sin embargo, esto no le había ayudado en lo absoluto. Él lo sabía, pero aun así, mantenía abriendo su boca.—Sé muy bien que no estabas de acuerdo con esa relación — expuso la joven intentando contener su risa. —Pero eso no signific
—¿Estás segura de que vas a ir a ver a Irene? Me refiero a que, a pesar de que ella no te reconozca, tú sabes muy bien quién es y qué tantas cosas habían llegado a hacerle — el tono de voz de Taylor era un poco suave, él no deseaba que Roksana se encontrara en una situación incómoda, además, él estaba reconsiderando la idea de ir al hospital por esa misma razón. Nathan perfectamente podía encargarse de Irene y de esta manera no tendrían que relacionarse con ella.—Sí, estoy segura. La curiosidad acerca de lo que pasó me está carcomiendo… y… ¿Quién sabe si esta vez podamos llevarnos de una mejor manera? — sus palabras se interrumpieron gracias a un suspiro que se escapó de sus labios. —Creo que deberíamos, por ahora, mantener en secreto que nos conocemos delante de ella, o por lo menos que tenemos algo ¿Recuerdas? Tú estabas perdidamente enamorado de Sharon, sería extraño que ella despertara y te viera con una persona diferente ¿No? Podríamos levantar sospechas y lograr una colaboració