Ragnar comenzaba a preparar su viaje hacia donde se encontraba Lucifer, las esperanzas de una nueva Daniels en cuanto a su manera de vestir y dejarse ver ante las miradas del público y de aquellos que eran cercanos a la Diosa dormida.

Banfield por su parte no desaprovechó la oportunidad para realizar un nuevo pacto con Samael y asegurar su linaje en la tierra y el poderío que recibía de parte del príncipe supremo infernal, siendo Banfield el emisor de Samael en la tierra. Los involucrados en esta encomienda no debían permitir que Gabriel y Miguel intervinieran en sus asuntos y recuperar principalmente a los Dioses infernales y del reino de la oscuridad era la prioridad desde las profundidades del abismo.

La noche anterior al viaje de Ragnar estaba por encima de ellos y Banfield mencionó con certeza. —¡Mañana será un gran día mi señor Ragnar! Le ruego que haga lo imposible por traer de vuelta a Lucifer al lado de mi señora Daniels.

Solo a Daniels se le ocultaba toda la verdad, por qué,