La diosa Hera sintiendo una gran emoción al instante que su amante e hijo de Ishmalkahama, desterró a su padre a las profundidades del abismo condenándolo así a un eterno sufrimiento y sin una aparente oportunidad para liberarse de la presión a la que había sido enviado.Su felicidad era inmensa y no se comparaba con nada existente. La diosa y quien ahora se convertiría en la suprema en el instante que tomará el trono que le pertenecía al padre de Helel, de alguna manera dejando con claridad y certeza que era el lugar que le correspondía desde mucho antes de la misma creación de los dioses.Era el lugar que se le había negado al instante que el padre de Helel la desterró juntamente con los otros dioses que en ese instante se encontraban cada uno a la espera de lo que de ahí en adelante llegará a suceder con lo con lo que parecía ser un nuevo reinado, así como también una nueva forma de vida.Hera no podría dejar por fuera a su amante y quién había sido el precursor de lo que ahora era
Tras haber quedado establecido el nuevo reino bajo los términos y las circunstancias que había decretado la nueva diosa. Helel después de haber sido un serafín se había convertido en un dios pagano.Hera la suprema sentándose en su trono qué había diseñado a partir de una estrella de cinco lados, teniendo a su amante a su disposición las ocasiones que ella así lo deseara. Hera la fuente inagotable e infinita de la misma oscuridad que daba lugar a la noche, preferiría permanecer en la oscuridad por su naturaleza y Helel no era completamente ajeno a la oscuridad en su totalidad si ésa fuera la decisión de parte de su amante.Considerando que Helel era la estrella de la mañana y por lo tanto llevaba en su interior la luz que irradiaba desde lo más profundo de su ser de forma natural sin que esta pudiera llegar a ser opacada por la misma oscuridad, sin embargo, a Hera esa situación no le preocupaba aun sabiendo que, al permanecer con su amante en esa situación de entrelazar sentimientos,
Hera la diosa suprema guardaba en su interior la intriga de averiguar, ¿Qué era lo que Helel deseaba más que a ella? Por lo que la pregunta no se quedaría sin respuesta. A pesar que Hera no sabía con exactitud los deseos de su amante, ella deseaba averiguar si Helel sería capaz de arrebatar el trono que ahora ella gobernaba.Helel sin despegarse de la intimidad con su amada Hera, le respondió la pregunta sin descuidar sus labios del cuerpo de Hera. —Lo único que deseo es que gobernemos juntos por la eternidad y que nos amemos hasta que el mismo infinito deje de existir.Hera satisfecha con la respuesta de Helel, le susurró con el deseo de su cuerpo divino. —¡Ámame tanto que no pueda mantenerme estable en este cuerpo divino! Deséame tanto que no soporté tu deseo en mi interior, bésame hasta que mi piel se desgaste y quede atrapada en tus labios. Poséeme hasta que mi ser divino quede arraigado a tu lujuria.Helel y Hera se encerraron en el gran salón y los siglos continuaron su curso mi
Ishmalkahama encontró a un ser condenado a profundidades más tenebrosas de las cuales no contaba con el conocimiento de esa existencia. Esa voz e información sorpresa causó intriga en saber, ¿Quién era ese personaje y cuál era su nombre o descendencia?Todo indicaba que Hera pertenecía a esa raza de seres existentes que no pertenecía a la raza de Ishmalkahama, pero, ¿cómo era eso posible? ¿En qué momento ellos existieron sin que Ishmalkahama estuviera informado?Resultó ser una aparición extraña y completamente sorprendente lo que estaba ocurriendo en la celda donde se encontraba el prisionero de Helel. ¡Así como también hacía suponer que ninguno de los gobernadores que pasaron el resto de su existencia en ese lugar, tampoco sabían de la existencia de ese ser extraño!Helel no conocía gran parte de las tinieblas más que solo la anterior profundidad de donde sus gobernadores fueron liberados. Existía mucho camino que desenterrar y secretos que salieran a luz en medio de una eterna oscu
Arariel se encontraba seguro que los deseos de Hera y Helel ahora los podrían haber condenado. Con Ananké segura de la misma situación exclamó. —De cualquier manera, Arariel esta situación tendría que salir de la manera correcta y por ello es que nunca podría permanecer al lado de ellos o quien sea que gobierne sobre la ciudad. De momento déjame ingresar a mis aposentos para escribir lo que con insensatez Hera le ha cumplido al ingenuo de Helel.Ananke se marchó de su trono para hacer los preparativos, de esa manera quedara escrito que Helel y Hera quedarían unidos por el deseo de sus seres espirituales, era como mencionar que lamentablemente fue un error de novatos lo que estaban haciendo.En este caso específico Hera que en verdad conocía o, ¡al menos eso consideraba Ananké! sobre ella, pero no tomaba en cuenta que en su momento a Hera le fue retirada toda su memoria anterior, por lo que solo contaba con su recuerdo más cercano al matrimonio establecido con Ishmalkahama.Gabriel com
Ishmalkahama se encontraba de regreso en la celda con la que ahora compartiría con Shiva, parte de otra trinidad de uno de los dioses antiguos, que al igual que el padre de Helel, era un creador, pero era temido por ser un verdadero destructor de creaciones.Ishmalkahama tenía mucho que aprender de sus antepasados, debido a que solo Hariel era quien los conocía y, ¡jamás entregó una explicación de la existencia de estos dioses antiguos! Ahora deseaban regresar y tomar su lugar en la ciudad santa que anteriormente fue llamada la ciudad de los sietes dioses.Entonces, ¿qué era lo que realmente estaba sucediendo? Shiva se encontraba en ese lugar para ayudar a Ishmalkahama y escapar de su prisión y tormento eterno, así como solo era una excusa para conocer al que en su momento se consideró el todo poderoso. Debido a que uno de los dioses que pertenecía a los dioses antiguos, se trataba específicamente de Hera.Ishmalkahama preguntó tras no recibir una respuesta inmediata. —Entonces Shiva,
Antes de la creación humana, existió una vida celestial que convivía con sus creadores ¡Nunca se ha contado a lo largo de la historia! Hijos de seres supremos que fueron relegados a servir y escuchar, sin lograr oponerse a ninguna decisión de ese ser creador que les imponía en cada reunión o convivencia familiar celestial sus estatutos y ordenes divinas.Entre los millones de legiones de seres divinos creados, comenzaron a dividirse por categorías, siendo los ángeles los seres divinos más bajos en el rango de poder y de esa pirámide en la que fueron creados para ser solo el coro de alabanza de los supremos creadores.Tras los ángeles, se denominaron a otra raza angelical con mayores poderes y obligaciones, obteniendo así un tipo especial de libertad para movilizarse en lo que en ese entonces solo era llamado “El Reino de los Creadores” esta raza angelical fue llamada Arcángeles, comandantes reales y divinos que al principio fueron siete los creados, pero así mismo fue creciendo el núm
Helel Ben Sahar quedó impregnado del inexplicable deseo del amor que la oscuridad llamada Hera estaba derramando sobre Helel. No se resistió en lo absoluto a esa oscuridad que lo abrazó e hizo ingresar a la profundad a la cual estaba siendo llamado y llevado sin encontrar un final.Helel completamente dispuesto a sentir más de ese “Amor” expulsó una gran cantidad de poder desde su interior debido al excitante placer que Hera le comenzó a provocar en cada sensor de su cuerpo divino y perfecto que poseía Helel, su gracia comenzó a derramarse por toda la oscuridad, provocando que se fusionara su deseo con el amor para dar vida al pecado de la “Lujuria”Conforme Helel comenzó a navegar por las entrañas de Hera, se liberaron todos los deseos de esa Diosa desterrada de los tronos supremos. El amor se hizo entre ellos de la manera más inaudita posible. Hera le dio todo aquello que en su momento les entregó a los otros cuatro padres celestiales y que cada uno de ellos disfrutó el contacto con