—¿Felipe?

—hola Fabián que pena molestarte

—no descuida sigue por favor— Fabián se hace a un lado y Felipe entra a la casa

—¿Emma esta?

—claro, aquí estoy Felipe— le grita ella y él camina con entusiasmo

—Emma he venido a hablar contigo por lo de ayer.

—¡olvídalo Felipe! toma asiento por favor, Fabi ¿NOS puedes traer café por favor?

—claro que si nena— Fabián va por el café

—Emma no quería ocasionar problemas

—más bien quiero disculparme contigo por el comportamiento de Charles

—entiendo que él siente miedo de perderte, pero Emma te quería preguntar si de verdad sientes algo por él ¿vale la pena?

Tocan el timbre de la puerta.

—yo voy— Emma a Fabián que aún está en la cocina —Felipe dame, un momento, no tardó.

Emma camina hacia la puerta y la abre, ve un gran ramo de rosas rojas y entre ella una carta, un sobre blanco con la firma de Charles que ella conoce perfectamente

—por favor firme aquí señorita— dijo el chico extendiendo la hoja de firma

—gracias...

Luego de firmar.

—ya te