8

—¿Cómo estuvo emergencias ayer?—me preguntó Cath, despertándome en el dormitorio asignado a los profesionales.

—Tranquilo, tuve que enseñarle a un residente a cerrar heridas. Estuve toda la guardia con ese chico—contesté, abriendo los ojos.

Me senté sobre la cama, mientras Cath me extendía un café caliente. Le agradecí con una voz ronca y soñolienta. Ella se sentó a mi lado, acomodando mi cabello y bebía el café. Era muy bueno, bastante fuerte. Noté a mi amiga mirándome con esos ojos azules penetrantes, no nos habíamos visto ni tiempo de ponernos a charlar desde ayer.

—Supongo que quieres saber sobre Darren—dije, mirándola.

—Por supuesto, ¿es que el café no te dijo que es mi consuelo por sí él te trato mal? Te juro que va a pagarlas.—confirmó Cath. Me reí.

—Llegué a la cafetería, él estaba esperándome ni siquiera pidió café.

—Respetuoso, eso está bien.

—Sí, le gusta el béisbol, me dijo que estaba viendo memes del partido de ayer.

—¿Estás segura que le gusta? Podría ser basquetbol o fú
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