—En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amen.
—Amen —repitieron todos.
Me mantuve firme viendo como los ataúdes desaparecían cuesta abajo. Las personas lloraban y declamaban sus lamentaciones y yo me limitaba a solo escuchar. No quería pensar, ni sentir ni nada, no lo merecía.
Cuando comenzaron a sellar las tumbas en el viejo Cementerio, me di la vuelta y comencé a caminar. Varias personas fueron tras de mí y los rechace. No quería hablar con nadie.
Era como estar presente en un lugar y no saberlo. Así me sentía. No podía llorar, ni gritar como aquella madrugada, cuando en mis brazos sostuve a las únicas personas que me han amado en esta vida.
Cuatro meses después.—No entiendo cómo Cristiano Ronaldo dice ser mejor que Messi. Esa jugada dio asco.—Ey, no cruces la línea. Sabes que R7 es lo mejor. —dijo Danny arrojándole un cojín.Cristóbal y Danny no podían ver un partido Barcelona vs Real Madrid sin caerse a golpes. Parecían niños. Termine de lavar los platos y luego limpie la encimera. Estos meses habían sido duros para mí, hasta tal punto de no hablar si no era necesario; en ocasiones había días en los que solo pronunciaba dos o tres palabras. Constanza siempre me lo reprendía y Cristóbal le pedía que me dejara en paz.&mdas
Cada noche era igual, lloraba con cada pesadilla. Veía mis manos ensangrentadas y los cuerpos de mi madre y Matilde inmóviles en el suelo. Detrás de mi aparecía él y diciéndome que era mi culpa se disparaba y caía. Tape mi boca para impedir los sollozos y entonces escuche un grito. Nerviosa me levanté y abrí la puerta. Los lamentos se escuchaban en la habitación de Cristóbal.Limpiándome con el dorso de mi mano las mejillas camine y cuando escuche la palabra "ayuda" no dude dos veces en abrir la puerta y encender la luz. Cristóbal se levantó enseguida y comenzó a respirar de forma forzada. Su cuerpo estaba impregnado de sudor y se veía pálido.¿Estas bien?
Como si fuera intencional apagaron las luces dejando solo el televisor encendido con una música de fondo y nos colores extraños en la pantalla. En ese momento, una pareja llego y se unió a nosotros. Según me dijeron sus nombres son: Bianca y Sergio, quienes son amigos íntimos de Danny y Constanza. Agradecí de haber comprado la blusa que tenía puesta ya que ese día tenía sucio el uniforme, de esa manera no tenían por qué saber que soy la servidumbre.—¿Y Erica? —preguntó Bianca.—No me hagas sacarte a patadas —advirtió Danny serio—, esta es noche de ángeles, los demonios no están invitados.—¿No piensas defender a tu no
Después de aquella noche, de aquel beso para ser específica, mi relación con Cristóbal se convirtió en algo más que amigos. Me sentía feliz por saber que él me correspondía y no paraba de soñar en nuestra boda y en como serian nuestros hijos, hasta que despertaba y chocaba con el alto muro al que llamo realidad, y que por si se me olvida mide 1,80, con lacia cabellera rubia y cuyas curvas son capaces de infartar a cualquier hombre. Erica, su novia.Hoy era su "Dia especial" como ella lo denomina. Cumplen ocho meses.Parece mentira que ya haya pasado un año desde que di a parar en este lugar. Miro todo a mi alrededor, trato de procesar todo lo que me ha pasado y me cuesta llegar a una conclusión sensata. Ciertamente, los caminos de la vida son
Cuatro meses después mi evolución emocional era notable. El psicólogo resulto ser una ayuda después de todo. Mi ánimo cambio y mi forma de ver la vida también. Apartando mi cuota especial de pago, intente arreglar mi imagen. Corte mi cabello y busque ropa adecuada. Constanza me ayudo un poco, bueno, muchísimo. No puedo decir que ahora me veo bonita, pero si les aseguro que no soy la misma. Ojalá mi madre estuviera aquí en estos momentos, nuestras vidas serían tan distintas. Cerrando los ojos quite ese pensamiento de mi mente. No puedo hacer nada para cambiar mi pasado, así que tengo que arreglar mi presente.Al fin había logrado superar todo lo que paso ese año, aunque las secuelas se quedaran para siempre.Terminé de secar la ro
—Danny aquí todas son iguales. ¿Cómo pretendes que me acuerde de su rostro? —respondí girando la silla de mi escritorio. Ya han pasado cuatro años desde que llegue a Pekín y tener a Danny aquí me hace querer llorar de felicidad.—Que excusa tan barata. Tienes que acordarte. Esa tipa nos robó todo anoche, hasta nuestra inocencia.Reí y le lancé un separador de libros que estaba sobre mi mesa. Anoche quisimos despedirnos de este lugar y fuimos a un lugar de diversiones para emborracharnos y entonces dos asiáticas nos acompañaron y no sé cómo ni cuándo, nos robaron nuestras pertenencias.—Sé que me extrañaste —dijo devolvi&eacu
Mi madre lloro al verme, su carita era el ejemplo más fiel de la felicidad. Envolviéndola en mis brazos, exprese cuanto la había extrañado y ella me profeso todo su amor. Pasamos horas hablando sobre estos años y sobre la muerte de papá. Erica, quien había llegado un poco tarde le comunico la noticia sobre el bebé y ella se regocijo junto a nosotros.—Me alegra que seas feliz —dijo mamá besando mi frente y desapareciendo por la cocina.Erica medio sonrió y tomo mi mano. Ambos sabíamos que el concepto de "dicha" que estábamos empleando era falso.En la noche luego de que Erica se cambiara, salimos a cenar y luego quisimos visitar a nuestros amigos. Compramos pizza y algunos dul
—Manuela abre la maldita puerta —grité por décima vez encolerizado.—Vete —La escuche decir. Intuí que estaba detrás de la puerta y la golpeé.—Manuela, esto no es justo.No lo es. No puedo creer como mis amigos me han ocultado esto todo este tiempo. Merecía saberlo.—¡MANUELA!Escuche su llanto y entonces baje la voz. Una señora salió del apartamento del frente y me amenazó con llamar a la policía si seguía con el escándalo. Era media noche, tenía razón, pero aun si no podía irme tan tranquilo. Fueron tres añ