—Danny aquí todas son iguales. ¿Cómo pretendes que me acuerde de su rostro? —respondí girando la silla de mi escritorio. Ya han pasado cuatro años desde que llegue a Pekín y tener a Danny aquí me hace querer llorar de felicidad.
—Que excusa tan barata. Tienes que acordarte. Esa tipa nos robó todo anoche, hasta nuestra inocencia.
Reí y le lancé un separador de libros que estaba sobre mi mesa. Anoche quisimos despedirnos de este lugar y fuimos a un lugar de diversiones para emborracharnos y entonces dos asiáticas nos acompañaron y no sé cómo ni cuándo, nos robaron nuestras pertenencias.
—Sé que me extrañaste —dijo devolvi&eacu
Mi madre lloro al verme, su carita era el ejemplo más fiel de la felicidad. Envolviéndola en mis brazos, exprese cuanto la había extrañado y ella me profeso todo su amor. Pasamos horas hablando sobre estos años y sobre la muerte de papá. Erica, quien había llegado un poco tarde le comunico la noticia sobre el bebé y ella se regocijo junto a nosotros.—Me alegra que seas feliz —dijo mamá besando mi frente y desapareciendo por la cocina.Erica medio sonrió y tomo mi mano. Ambos sabíamos que el concepto de "dicha" que estábamos empleando era falso.En la noche luego de que Erica se cambiara, salimos a cenar y luego quisimos visitar a nuestros amigos. Compramos pizza y algunos dul
—Manuela abre la maldita puerta —grité por décima vez encolerizado.—Vete —La escuche decir. Intuí que estaba detrás de la puerta y la golpeé.—Manuela, esto no es justo.No lo es. No puedo creer como mis amigos me han ocultado esto todo este tiempo. Merecía saberlo.—¡MANUELA!Escuche su llanto y entonces baje la voz. Una señora salió del apartamento del frente y me amenazó con llamar a la policía si seguía con el escándalo. Era media noche, tenía razón, pero aun si no podía irme tan tranquilo. Fueron tres añ
Mis manos sudan, mi corazón late enloquecido. No me puedo mantener quieto. Danny tiene a Mateo en los brazos y me ha amenazado con lanzarme algún objeto si no me calmo. Claro, para él es fácil, ya que no tuvo que enterarse tres años después que ha tenido un hijo.—Respira, necesitas a conocer a tu hijo vivo.Con una mala mirada le advertí que se callara. Aun no le perdono su traición y pasara mucho tiempo para que lo haga. Mateo comenzó a moverse para que lo dejaran en el suelo y Danny lo reprendió. Estábamos en la orilla de la calle, en medio del Complejo Ferial José Antonio Páez. No me agrado la idea de conocer a mi hijo en medio de un parque, pero no tuve opción. Manuela podía ser muy orgullosa cuando querí
Sentado en el sofá espere a Manuela.Ella me había pedido tiempo para bañar, alimentar y poner a dormir a Santiago. Media hora después el silencio se hizo insoportable y con desconfianza me levante para ir en su búsqueda. Tenía pánico de que ella fuera capaz de huir por alguna puerta trasera con mi hijo.Al caminar escuché una canción infantil y me detuve frente a una puerta pintada de azul. "Duérmete mi niño, duérmeteme ya, que Jesús te cuida y mami velará por tus sueños lindos, hechos de cristal" La voz de Manuela era melodiosa y bonita, así que espere en silencio. Minutos después todo quedo en silencio y cuando me aleje de la puerta ella salió.
Santiago corre detrás de Mateo por toda la casa. Danny se masajea las sienes e intenta pensar en algo para mantenerlos quietos. Hace más de una semana de haber regresado y mi vida se ha convertido en todo un reto. Ser padre no es una cosa que aprendes en dos días y eso me tiene entre la espada y la pared.—Un coscorrón no le hace daño a nadie. —resolvió Danny poniéndose de pie.—Si tocas a mi pequeño, te mato —lo amenace alcanzando a mi hijo para sentarlo en mis piernas.—Okey, tampoco es para tanto —dijo tomando a Mateo por los pies para luego levantarlo y hacerlo girar. El pequeño demonio de carcajeó y cuando pensé que Danny no estaba dentro de sus cabales,
Jesús Herrera.29 años.Agente de seguridad en el centro comercial de la AV. Unda.Soltero.Sin antescendentes penales.Tire la carpeta en la cama y pensé en la manera de crear un plan que me ayudara a recuperar al amor de mi vida. Me sentía frustrado. No podía hacerlo, era egoísta y no tenia derecho.—De igual manera no iré al cielo —dije poniéndome de pie.Camino a su casa, Érica me llamo. Cambie mi dirección hacia casa de mi madre. Al llegar las salude y ni siquiera m
Santiago estaba jugueteando con mi celular mientras mandaba unos estados de cuentas a mis socios. Ambos estábamos solos en casa ya que Erica decidió ir a visitar a unos amigos suyos. Intente concentrarme cuando de pronto mi hijo corre hacia mí, recostado en la cama me levante para ayudarlo a subirse.—Foto —dijo señalando la pantalla.Sonreí recordando las palabras de Manuela, horas antes.—Quiero preguntarte algo.Ella levanto la vista hacia mí con temor.—Adelante.—¿Cómo es que Santiago s
La busque por todos lados y fue inútil. No la encontré. Fue como si hubiese desparecido en un chasquido de dedos. Llame a Constanza para que me diera algún indicio y solo me dejo saber lo preocupada que estaba. Santiago estaba con ella. Desesperado giré en mi camioneta para devolverme, tuve una idea que no me agrado en lo absoluto.Jesús. Seguro estaba con él.Me sentí satisfecho al haberlo investigado, ahora sabia a donde ir.Al llegar al vecindario, cruce por la segunda calle y luego de tres casas, di con la suya. Tuve que pedirle a Dios paciencia para no cometer alguna tontería. Esta vez tenía que hacer las cosas bien.Toqué la puerta un par de