ADELAIDA:Mi lobo y yo caminamos por el hermoso camino rodeado de árboles para llegar a su mansión.—Esto es… Tan hermoso y tan natural.Murmuro mirando a todo a todo a mi alrededor mientras siento como la naturaleza me llama.—Los lobos estamos conectados con la naturaleza, por eso amamos hábitat en lugares verdes lleno de naturaleza.Me explica el lobo y asiento comprendiendo.—Mmm, ya veo.Menciono emocionada de estar aquí.—Alfa Raizel, me alegra tanto que haya vuelto.Dice una hermosa chica lanzándose a los brazos de mi hombre y yo solo abro los ojos onservandola.Junto a la lanzada viene otra chica que me mira de arriba abajo con suficiencia.Yo sólo respiro profundo sin tardar un segundo más, quito a la lanzada del cuerpo se mi hombre, solo YO, tengo derecho a tocarlo… ¿Que se cree esta?La chica me mira con el ceño fruncido y yo la miro sin expresión.—Que esta sea la última vez que tocas a mi hombre… Soy una mujer demasiado celosa como para aceptar que otra esté tocando lo qu
Raizel:Siento dolor de cabeza cuando miro las montañas de documentos que tengo que firmar y revisar, pero no estamos aquí para eso, así que tomo asiento detrás de mi escritorio y mis hombres toman asiento frente a mí.—¿Cuándo llegará el emperador?Le pregunto a Bastián y este habla de inmediato.—El emperador estará aquí mañana a primera hora alfa.—Bien, Zacary, necesito hombres que vigilen al emperador a todas horas… No confío en esa escoria.—Si alfa.—Dan, serás el encargado de vigilar a las chicas, no quiero que nadie las haga sentir incómoda… Mucho menos a mi luna… Que se riegue la voz de que el emperador ha encontrado a su luna.—De acuerdo alfa… ¿Qué castigo tendrá el que se atreva a ofender a nuestra luna?Pregunta Dan y frunzo el ceño.—Será desterrado.Digo con seguridad en mis palabras.—Entonces ¿Beatriz será desterrada?Pregunta Bastian mientras come una manzana que no sé de dónde la sacó.—No.Respondo y este alza las cejas.—Ofendió a nuestra luna.Dice y suspiro.—L
ADELAIDA:Despierto a media noche con un hambre infernal y me siento encima de la cama mientras observo al lobo dormir con su carita de ángel.—Raizel… Raizel…Lo llamo, pero este se gira dándome la espalda.—Raizel despierta.Lo llamo arrugando el ceño mientras lo muevo varias veces.—Mmm ¿Qué quieres?Puedo notar su tono enojado y alzo las cejas.—Te prohíbo hablarme en ese tono Raizel, bájale dos… Ahora buscame de comer que tú hija y yo tenemos hambre.Digo con una sonrisa, se tiene que levantar sí, o sí.—Eres una cría insoportable.Dice con el ceño fruncido y evidente enojo.—Gracias por el cumplido bebé, ahora ve por mi comida que nuestro hijo tiene hambre.Digo con altanería y burla ¿Quién le mandó a meterse entre mis piernas? ¡Qué me aguante!El lobo se levanta de mala gana y sale de la habitación azotando la puerta con fuerza.—Jajaja, que lindo se mira enojado.Murmuro mordiéndome los labios sin dejar de sonreír.Minutos más tarde Raizel entra en la habitación con una bandej
Una lágrima de felicidad rueda por la mejilla de la delgada mujer que ha permanecido encerrada por tanto tiempo.—No puede ser.Murmura para sí misma, para luego cerrar sus ojos y sonreír mientras se concentra en algo que no ha hecho por mucho tiempo.—Hija de mi alma…Murmura mientras sus ojos se abren mostrando un verde muy intenso.ADELAIDA:Mis ojos se abren y observo que estoy sola en la habitación, así que trato de levantarme, pero un agudo dolor en mi cuello me hace fruncir el ceño y paso la mano por el lugar sintiendo una especie de cicatriz.Inmediatamente me levanto y tomo un pequeño espejo y miro mi cuello.—Pero qué rayos…Susurro mirando mi cuello con asombro al ver dos letras, R.N.Junto a un dibujo de una enorme luna brillantes.—¿Cómo rayos hizo eso? ¿Acaso sus colmillos tienen tinta?Murmuro mirando lo que tengo con más detalles.—¿Estás bien hermosa?Escucho la voz de Raizel mientras entra a la habitación con cara de preocupación.—Aja…Es lo único que digo al verlo
ADELAIDA:—Raizel, ese emperador no me gusta para nada.Le digo mientras ambos bajamos las escaleras para cenar con su majestad.—Hermosa, a mí tampoco me gusta, pero hay que seguir las estúpidas reglas y protocolos.Explica y yo ruedo los ojos.—Estoy comenzando a odiar esto.Murmuro y recibo un dulce beso en mi mejilla.—Todo estará bien bonita, ya verás.Habla para luego tomar mi mano y entrelazar nuestros dedos para terminar de bajar las escaleras.Al llegar al comedor ya el emperador se encuentra ahí con una sonrisa, mientras otro hombre permanece a su lado con rostro serio.—Disculpe el retraso majestad.Mi hombre hace una reverencia y yo hago lo mismo.El emperador solo se ríe y con unas señas nos manda a sentar.—Disculpas aceptadas, pero mañana, tendrá que dar un paseo conmigo lady Ivanov.Sonrío de medio lado y lo miro a los ojos.—Señora Norfolk, su majestad.Le digo y este me mira alzando las cejas.—Ambos no se han casado, por lo tanto, usted es una Ivanov lady.Dice y fr
ADELAIDA:Siento como Raizel deja la cama, pero aún así continúo durmiendo abrazando una almohada que este me puso.Tiempo más tarde siento como deja un beso en mi frente y me susurra.—Nos vemos para el almuerzo, tengo mucho trabajo en el despacho.—Mmm.Es lo único que sale de mi garganta y continúo durmiendo profundamente.Abro los ojos de golpe y frunzo el ceño al escuchar como tocan la puerta de mi habitación.—¿Quién es?Pregunto con poco tacto ¿A quién se le ocurre despertar a una mujer embarazada?—Soy el mayordomo del emperador señorita.Dice y arrugo la frente pensando que hace este aquí.Así que con cuidado me levanto de la cama, me cubro con un largo y modesto camisón para luego abrir la puerta al hombre que permanece de pies con rostro impasible.—¿Qué se le ofrece mayordomo?Le pregunto con algo de fastidio mientras bostezo.—Lamento interrumpir su sueño señorita…—De señorita no tengo nada… Señora para usted.Respondo mirándolo a los ojos y este asiente mirándome como s
ADELAIDA;Luego de que el emperador se marchara para hacer cosas que poco me importa, camino con dirección al patio de entrenamiento.Cuándo me voy acercando escucho los sonidos de espada y algunas que otras fuertes voces.—Mmm, al parecer me voy a entretener aquí.Pienso feliz y emocionada.Llego a un gran patio de entrenamiento y me quedo con la boca abierta al ver tantos hombre guapos juntos, con buenos músculos y pectorales que me dejan anonadada.—Mmm, vaya…Murmuro tomando asiento debajo de un árbol y observo todos esos cuerpos con atención mientras coloco una de mis manos en mi mentón analizando todo.Me concentro tanto que pierdo la noción del tiempo y del lugar en el que estoy, cuándo una voz hace que salte de mi lugar.—¿Qué es lo que miras con tanta atención?Escucho la voz de Raizel y mi corazón se dispara latiendo a toda velocidad.—Carajo Raizel… ¿Acaso quieres matarme?Le pregunto colocando la mano en mi pecho y este me mira alzando las cejas.—Mmm, límpiate ahí.Dice
ADELAIDA:El emperador se marchó al día siguiente, alegando que tenía algo importante que hacer y que no podía esperar.—No sé, pero ese emperador no me da muy buena espina.Menciona Lili mientras Marla Lili y yo damos un paseo por los alrededores de la manada.—No es buen gobernante, está haciendo un desastre en el reino, las mayoría de los habitantes están cruzando para este lado debido a la hambruna que está en los barrios más bajos.—Mientras que los más grandes toman todo para ellos… Son unos malditos.Menciono y las tres asienten de acuerdo.—Marla y Lili… Hay algo que debo decirles… Aún no se lo he comentado a nadie… Pero estoy más que segura que el emperador conoce el paradero de mi madre.Menciono y las tres nos detenemos.—¿El emperador? ¿Por qué lo dices?Pregunta Marla y respondo.—Tuve una conversación con él… Él sabe que la duquesa no es mi verdadera madre y habló de ella como si estuviera viva.Menciono pensativa.—Entonces eso hay que averiguarlo.Dice Marla.—¿Cómo?P