En un lugar oculto se abre un viejo cerrojo y la mujer que pertenece allí levanta la cabeza para mirar al frente con aburrimiento.—Vaya, hasta que te acuerdes que tienes a alguien aquí.Dice ella con media sonrisa sarcástica y el hombre la mira sin decir nada.—Vaya, y al parecer los años no han cambiado nada de tí… Sigues igual que antes.Menciona él mientras se acerca a ella y toma su mentón entre sus dedos.—No puedo decir lo mismo de tí… Si que has cambiado sabandija.—La boca de una señorita no puede decir malas palabras.Dice él mirandola a ella con una sonrisa.—Hace tiempo dejé de ser una señorita.—Eso lo sé perfectamente… Dejaste de serlo cuándo te escapaste con un inútil duque.Dice con una sonrisa al saber que esas palabras harán efectos en la mujer que siempre quiso para él.—Cosas de la vida… Hay que cometer errores para aprender de ellos… Ahora dime ¿Todavía te molesta que me haya escapado con otro hombre?Dice con burla y este sin mediar palabras golpea su rostro haci
ADELAIDA:Salgo de la habitación algo enojada por las palabras de Raizel y observo el lugar con atención.Es una posada muy cómoda y tranquila con algunos árboles alrededor.Salgo afuera y hay varios hombres trabajando y mujeres ocupadas en sus deberes.—¿Busca algo señorita?Un joven se acerca a mí con una sonrisa mientras hace una leve reverencia con la cabeza.—Solo observo el lugar… Mi lord.Digo con una sonrisa algo incómoda, pero al parecer el joven no se da cuenta por qué sonríe más ampliamente y se acerca más a mí.—Si me lo permite puedo mostrarle el lugar… No es de aquí ¿Cierto?—No, no hace falta… No me gustaría ser una molestia… Y no, no soy de este lugar.Menciono sin querer dar más detalles, pero el chico no entiende indirectas.—Oh, créame que no será una molestia… ¿Me acompaña?Me tiende su brazo y con incomodidad acepto para no faltarle el respeto.El chico comienza a hablar mientras camina alrededor de la posada.—Mi nombre es Mario Mandrág, siento no haberme present
RAIZEL:Junto a Zacary camino hasta una habitación privada y ahí nos espera uno de los lobos de más confianza, Dan Chester.—Alfa.Se coloca en pies haciendo una reverencia y yo asiento mientras tomo asiento en uno de los sillones.—¿Qué tienes para decir?Le pregunto serio y este asiente.—El general Bastián Saylor ha mandado una carta de emergencia.Dice y tenso mi cuerpo, si Bastián mandó una carta de emergencias es por qué las cosas en la manada no están bien.—¿Qué decía?Le pregunto y este responde de inmediato.—Han estado infiltrando personas en la manada… Y lo otro es que el emperador llegará a la manada en tres días.—Mierda.Me coloco en pies comenzando a caminar por el pequeño espacio mientras pienso en todas las posibilidades.—Podemos viajar convertidos en lobos, eso nos tomará dos días alfa.Propone Zacary, pero no es una solución.—Para nosotros sería fácil Zacary, pero recuerda que dos humanas y una bruja viajan con nosotros… Y está de más decir que mi mujer está emba
ADELAIDA:Sonrío al ver la cara de Raizel cuándo observa todo lo que compré.—¿Qué pasa?Le pregunto en un murmuro.—No, nada.Dice y alzo las cejas.—¿Seguro?Pregunto sonriendo.—Mmm ¿Vas a necesitar todo eso?Me pregunta asiento.—Es ropa para los dos… ¿Compré demasiado?Pregunto con inocencia y él niega.—No, claro que no.Responde de inmediato y yo sonrío colgándome de su brazo con una sonrisa.—Bien, entonces es hora de irnos.Digo muy emocionado por conocer la manada y este sonríe.—¿Te emociona conocer mi manada?Pregunta sin dejar de mirarme.—Como no tienes idea.Digo y Raizel gruñe bajito tomándome de la cintura y acercándome a él.—No veo el momento para presentarle a todos mi luna y nuestra futura cacharra.Dice llevando una de sus manos a mi vientre y lo miro embobada.—¿Vas a marcarme?Le pregunto sin dejar de mirarlo y este me mira sorprendido.—¿Ya quieres que lo haga?Susurra en mi cuello aspirando mi aroma.—Marla me estuvo explicando… Así que sí…Susurro tragándome
ADELAIDA:Luego de andar por muchas horas en las montañas mientras el frío cuela mis huesos, los lobos deciden detenerse en una pequeña cueva hecha de piedra.—Descansaremos unas horas.Menciona Raizel mientras se convierten en humanos y todos asentimos de acuerdo.Lili y Dan se encargan de preparar los alimentos mientras Raizel y yo hacemos una pequeña fogata.Marla y el albino se encargan de organizar el lugar para que estemos un poco más cómodos dentro de lo que cabe.Al terminar de encender la fogata sonrío al sentir lo caliente del fuego.—Saldré a explorar la zona, no nos podemos confiar demasiado.Dice Raizel y me coloco de pies inmediatamente.—Yo iré contigo.Menciono y el lobo niega.—No, es mejor que te quedes aquí y descanses.Ordena y frunzo el ceño.—Tu a mi no me órdenes Raizel.Me cruzo de brazos y el lobo mira hacia arriba implorando paciencia.—Podría ser peligroso.Dice en un tono suave y sonrío.—Soy una emperatriz ninfa, puedo cuidarme.—Es peligroso que utilices
LILI:El lobo se detiene en lo que parece ser un refugio y olfatea todo el lugar antes de entrar.Se acuesta en el suelo y yo me bajo mirando todo el lugar para asegurarme de que estamos seguros.El lobo se transforma en humano y yo me giro inmediatamente al ver que está desnudo, según lo que me contaron, solo los lobos alfas cuándo se convierten en humano permanecen con sus ropas intactas.Abrazo mi cuerpo al sentir como el frío hace que mi cuerpo comience a temblar involuntariamente aunque esté muy abrigada de pies a cabeza.—Oye lobo…Lo llamo aún permaneciendo de espaldas.—¿Sí?Escucho que responde.—Nos separamos del alfa y de mi señorita ¿Crees que estén bien?Pregunto con preocupación en mi voz al pensar si le pasa algo a mi señorita.—El alfa es muy fuerte, puedo asegurarte de que él no permitirá que le pase nada a la luna.Escucho su voz más cerca haciendo que me ponga un poco nerviosa.—Mmm, bueno…Es lo único que digo, pero me sobresalto cuando este me abraza desde atrás.
ADELAIDA:Despierto y observo al lobito bien dormido, así que me dedico a admirar su hermoso rostro varonil hasta que abre sus hermosos ojos.—Buenos días.Murmuro con la voz ronca y este sonríe volviendo a cerrar los ojos mientras coloca su rostro en el hueco de mi cuello.—Buenos días hermosa ¿Lista para parir?Me pregunta y suspiro haciendo un puchero.—No estoy lista, pero debemos de llegar con tiempo a nuestra manada.Murmuro y él sube su rostro inmediatamente para mirarme con una sonrisa.—Me gusta como suena eso… Nuestra manada.Raizel besa mis labios castamente y luego baja su rostro a mi vientre.Entra sus manos por debajo de mi vestido y acaricia mi piel con devoción.—Está creciendo… Pronto tendrás un vientre inmenso.Menciona con una sonrisa y yo abro los ojos.—Mierda… No había pensado en eso… Mi vientre va a crecer y estaré gorda como una vaca.Digo con preocupación y Raizel se ríe.—Estarás hermosa mi luna, eso te lo puedo asegurar.Dice para luego levantarse y comenza
ADELAIDA:Mi lobo y yo caminamos por el hermoso camino rodeado de árboles para llegar a su mansión.—Esto es… Tan hermoso y tan natural.Murmuro mirando a todo a todo a mi alrededor mientras siento como la naturaleza me llama.—Los lobos estamos conectados con la naturaleza, por eso amamos hábitat en lugares verdes lleno de naturaleza.Me explica el lobo y asiento comprendiendo.—Mmm, ya veo.Menciono emocionada de estar aquí.—Alfa Raizel, me alegra tanto que haya vuelto.Dice una hermosa chica lanzándose a los brazos de mi hombre y yo solo abro los ojos onservandola.Junto a la lanzada viene otra chica que me mira de arriba abajo con suficiencia.Yo sólo respiro profundo sin tardar un segundo más, quito a la lanzada del cuerpo se mi hombre, solo YO, tengo derecho a tocarlo… ¿Que se cree esta?La chica me mira con el ceño fruncido y yo la miro sin expresión.—Que esta sea la última vez que tocas a mi hombre… Soy una mujer demasiado celosa como para aceptar que otra esté tocando lo qu