HOLA, GRACIAS POR LEER SUBIRÉ EL OTRO CAPÍTULO EN UN RATITO MÁS
Demetrius llegó a la iglesia, fue llevado por la recepcionista hasta el salón privado de Tessa. Ella abrió la puerta y lo recibió sonriente. —Bienvenido, señor Demetrius, me alegro de que haya leído mi carta. Él asintió. —Quiero ver a mi hermano, por favor, hermana, déjeme verlo —Demetrius, debo llamarlo, ver si él quiere verte, para él fue un gran shock saber la verdad. —¿Odia a mi madre? ¿Me odia a mí? —exclamó con angustia —No puedo decir que te odia, creo que está dolido con tu madre, ella lo abandonó, eso lo destrozó, porque él creía que ella murió, al saber la verdad se sintió traicionado. Demetrius tomó asiento, estaba consternado, pudo entenderlo. —Lo entiendo. —Lo llamaré, veré si tenemos suerte, y quiere verte. Demetrius asintió. Tessa llamó por teléfono, pronto la llamada fue respondida. —Hola, Demian, ¿Cómo estás hijo? —Hola, hermana Tessa, bien, ¿A qué debo su llamada? —Hijo, pronto volveré a México al orfanato en Firuze, pero, pensé en ti, hay alguien que q
—¡¿Qué dices?! —Penélope le arrebató los aretes a Tya y ella se echó a llorar —¡Son míos! ¡Son de mami! —¡Tya, que cosas dices, no son de mami! No sé de dónde los has tomado —exclamó Trisha muy nerviosa —¡De tu cajita de joyas, mami! Ahí estaba tu collar de siempre. Los ojos de Penélope se abrieron enormes con rabia al escuchar esas palabras y ver a esa mujer. Trisha dio un paso atrás, y rio nerviosa, mientras su rostro se volvió rojo de estupor. —Esto es un terrible malentendido, Tya es solo una niña, que no sabe lo que dice, debió hallarlos en la casa, y se ha confundido —dijo la mujer justificándose con rapidez. Marina tomó a los niños, y también a Tya —Vengan conmigo, niños, vamos al jardín, deben ir a jugar. Los niños fueron con una empleada y pidió que los llevaran hasta ahí. —Mami, ¿Qué pasa? La bruja rebruja perdió la guerra contra la capitana Danna. ¿Verdad? —exclamó Mady Marina siseó y guiñó el ojo, los niños salieron al jardín. —¡Eres una ladrona, Trisha! Lo sabí
Demetrius y Russell esperaban en el living del departamento de Trisha, la mujer salió, los miró rabiosa, lanzó el collar al suelo. —¡Ahí tienes tu baratija! ¡Largo de mi casa! O llamo a la policía. Russell recogió el collar, y Demetrius rio. —¡Me la pagarás, Russell Hesmer, debes saber que como enemiga soy aún peor! —Sí, me queda claro, pero te hundiré, ya verás, si vuelves a aparecer en eventos sociales. Trisha estaba bufando de coraje. —¡Aquí acaba todo, Trisha, será mejor que te detengas o te irá mal! —sentenció Demetrius —Ya lo veremos, se han quedado con dos mustias, un par de mujerzuelas que no sirven para nada, serán infelices con esas perras, ya lo verán, Victoria te dejará Russell, y esa Marina, solo es una zorra. Demetrius estuvo a punto de ir por ella, pero Russell lo detuvo. —¡Está mujer no vale nada, ni la pena, ignórala, solo está ardida, la víbora intentó trepar a un árbol, pero le hemos cortado la cabeza siendo pequeña, déjala que se arrastre, pasó de ser víbor
Marina llevó a los niños al jardín, y Demetrius la alcanzó poco despues. —Parece que deben hablar y llegar a un acuerdo. —Russell es un tonto, ¡Como pudo decir que no ama a Victoria! Me consta que muere de amor por ella. Marina sonrió. —Lo sé, no entiendo porque es tan tonto, quizás tenga miedo, ella es más joven que él y… —Tienes razón, pero, no por miedo debes actuar de esa forma, no debe ser así, espero que cambie, o se arriesgará a perder a una gran mujer. —¿Gran mujer? Me voy a poner muy celosa. Demetrius sonrió, la estrechó en sus brazos, y la acercó a él —Mi mujer, ¿Por qué estarías celosa? Estos preciosos ojos solo te ven a ti, tú eres la única hecha a mi medida, no hay otra Marina Hall en el mundo, ni otra mujer que amaría que no seas siempre tú. —Te amo. —Yo más. Ella lo abrazó. —¡Vamos a tener una mamita tan buena como la suya, Mady y Ady! —exclamó Mariano Los cuarto niños se abrazaron felices, Danna fue con ellos. —¡A sus órdenes, capitana Danna! —exclamaron a
Cuando Victoria y Russell salieron de la habitación, Penélope los miró. —¿Y bien? ¿Qué decidieron? —Sí, señora Penélope, nos casaremos, puede ponerle fecha a esta boda. La mujer sonrió, abrazó a Victoria con mucho cariño. —¡Oh, querida, muchas gracias por tu ayuda! ¿Qué tal te parece una boda a fin de mes? Victoria y Russell se miraron impactados, con ojos enormes. —Pues… por mí, no hay ningún problema, ¿Y tú que dices, Russell? Él miró la seguridad en Victoria, asintió. —Sí, me parece bien. Marina y Demetrius entraron en la habitación. —¿Cómo están? —Marina y Demetrius, debemos ir a celebrar que Victoria y Russell se casarán a fin de mes, ¿Podrían ser padrinos de la boda? Marina y Demetrius se miraron sonrientes. —¡Claro que sí! —exclamó Marina—. Felicidades. —Vamos a festejar, llevemos a los niños a comer helado y pastel. Aceptaron, Victoria cargó a Iris y tomó la mano de Danna, mientras Russell llevó de la mano a los gemelos. Salieron en dos autos hacia una cafetería
Demian House salió por la puerta del confesionario y miró a Demetrius frente a frente, no fue solo él quien tenía ojos de platos, también Demetrius estaba impactado, cuando Tessa dijo que eran dos gotas de agua, estaba en lo cierto, incluso Demetrius pensó que llevaban el mismo peinado, la misma barba, pero no la misma ropa. Demian lo barrió con la mirada —¡Vaya, vaya, sí, gemelos idénticos! —exclamó con estupor —Sí, así es. —Vamos, sígueme, platiquemos. Demetrius siguió a Demian, algunas personas que notaron el parecido los miraban con algo de sorpresa en sus rostros. —Parece que no pueden creer que haya dos tipos tan guapos en el mundo —dijo Demetrius Demian le miró de reojo con cara de confusión. —Por lo visto tú eres muy vanidoso. —No claro que no, solo que mucha gente sabe que soy un tipo guapo, como eres igual que yo, pues te toca un poco de eso. —Vale, ¿Y vas a decirme ya para que me querías ver? —Quería conocerte. —Ah, claro, es que querías tener un hermanito por fi
Marina salió y Demian asustado retrocedió, alejándose. —¡Demetrius! —exclamó lo vio correr, y ella también corrió detrás, sin entender porque lo hacía, ni porque se sentía tan asustada. Hasta que le hombre dio la vuelta y desapareció de su vista. —¿Qué? —exclamó dudosa Ella tomó su teléfono móvil se apuró a llamar, Demetrius respondió al instante —¡Hola! —¡¿Dónde demonios estás?! —exclamó Marina molesta —¿Pues donde más, cariño? En la casa, cuidando a nuestras hijas, ¿Qué pasa? —¿Qué…? ¡Me he encontrado a un tipo igualito que tú…! Marina sintió un mareo repentino, todo dio vueltas, sintió que el cielo y el suelo se unían, y cayó como ficha de dominó, lanzando el teléfono al suelo. —¿Marina? ¡¿Marina?! —exclamó Demetrius asustado —¡Marina! —gritó Victoria acercándose, tomó el teléfono y respondió —¿Victoria, que pasa? —¡Marina se ha desmayado? —¡¿Qué?! Iré de inmediato. Demetrius colgó la llamada, vio a Alana —Por favor, ayúdame, cuida a mis hijas, debo ir con Marina, se
Albert sintió que su razón se nublaba, mirar a ese hombre en aquel video. ¡Él era su tío materno! Quien lo cuidó desde niño. —Fingió amarme, me cuidó, ¡Cómo un cerdo, al que preparas para luego matarlo y comerlo! —exclamó sintiendo rabia en su corazón, miró el video, tomó el móvil y la carta, salió de prisa. Miró debajo de la escalera, el hombre estaba en la segunda planta, como si nada hubiese pasado. Bajó tan rápido como pudo, y corrió hacia él, puso la carta y el móvil en una mesa, lo miró con odio, bufaba, sudaba, su respiración era irregular, mientras lágrimas calientes corrían por su rostro. —¡¿Qué pasa, hijo?! —¡¿Hijo?! ¿Me llamarás hijo? Si soy tu maldito cerdo al que matarás porque eres un muerto de hambre, ¿Acaso no hice mucho por ti? —¿Qué dices, Albert? —el hombre se sintió tembloroso, nunca esperó ser descubierto de esa manera. —¡Eres un traidor! ¡Un asesino! ¡Mataste a mi hermano! ¡Seguro mataste a Sylvia! pero ella te delató antes de su muerte ¡Eres un miserable!